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Ampollas: Definición, Causas y Tratamiento

Publicado el 6 febrero, 2023

Ampollas: Definición

Piense en la última vez que compró unos zapatos nuevos. Seguramente le tomó un tiempo amoldar esos zapatos. Y una de las posibles consecuencias de ablandar sus zapatos es una ampolla en el dedo del pie o en el talón. Si no tienes suerte, te saldrán muchas ampollas.

Blister es el término más común para los términos dermatológicos de vesícula o bulla. Una vesícula es una elevación redondeada y claramente delimitada de piel delgada que está llena de algún tipo de líquido mayormente claro y acuoso. Una bulla es una vesícula de más de 0,5 cm de diámetro.

Esta lección repasa algunas de las muchas causas de las ampollas y algunas posibles opciones de tratamiento.

Causas

Los tipos de ampollas causadas por esos zapatos nuevos se conocen como ampollas por fricción porque las causan las fuerzas de fricción. En otras palabras, el roce del zapato sobre tu piel. Sin embargo, las ampollas pueden ser causadas por muchos problemas diferentes.

Por ejemplo, ¿alguna vez se ha enfermado tanto que le ha salido un herpes labial en el labio? Ese herpes labial fue causado por el virus del herpes. Desafortunadamente, el virus del herpes forma unas ampollas de aspecto feo en el labio que comienzan a supurar líquido una vez que revientan.

Además de las causas infecciosas de las ampollas, las ampollas también pueden ser causadas por:

  • Quemaduras térmicas. Piensa: tocar una estufa muy caliente con las manos.
  • Congelación, si te gusta quedarte afuera en climas muy fríos por mucho tiempo.
  • Dermatitis de contacto, o la inflamación de la piel como resultado del contacto de la piel con algún tipo de irritante. Piensa: hiedra venenosa mientras caminas por el bosque.
  • Reacciones alérgicas, incluidas reacciones a medicamentos y alérgenos ambientales.
  • Trastornos autoinmunitarios, como el penfigoide ampolloso. Un trastorno autoinmune es aquel en el que su sistema inmunológico ataca a su propio cuerpo.

Tratamiento

Dado que hay tantas causas potenciales de ampollas, no existe una forma definitiva de tratar las ampollas en sí. En muchos casos, la causa subyacente de las ampollas debe ser atendida y las ampollas sanarán por sí solas con el tiempo.

Por ejemplo, si las ampollas son causadas por el virus del herpes (herpes labial), se pueden administrar medicamentos antivirales orales y/o cremas tópicas para ayudar a acelerar la resolución de las ampollas. Si las ampollas se infectan secundariamente con bacterias, es posible que también sea necesario administrar antibióticos.

Con eso en mente, algunas formas generales de tratar las ampollas incluyen:

  • Aplicar algo como una curita o piel de topo para ayudar a reducir la posibilidad de que las ampollas empeoren.
  • Quitar el líquido del interior del blíster para ayudar a la comodidad del paciente. Por lo general, esto solo es práctico para ampollas grandes o ampollas. El líquido se drena con cuidado y la piel de la ampolla permanece lo más intacta posible. Esto es importante para ayudar a prevenir infecciones.
  • Si la ampolla ya se ha reventado, sería apropiado el uso de antisépticos, cremas antibióticas tópicas y un apósito estéril.

Nuevamente, los puntos anteriores son solo recomendaciones generales para el manejo de ampollas simples causadas por algo como la fricción. No abordan la causa raíz de las ampollas o casos más complejos que involucran trastornos autoinmunes y similares. Si no se aborda la causa raíz, las ampollas seguirán apareciendo o empeorarán.

Resumen de la lección

Una ampolla es otro término para una vesícula o bulla. Una vesícula es una elevación redondeada y claramente delimitada de piel delgada que está llena de algún tipo de líquido mayormente claro y acuoso. Una bulla es una vesícula de más de 0,5 cm de diámetro.

Las ampollas pueden ser causadas por:

  • Fricción, como un pie frotando contra un zapato
  • Infección, como por el virus del herpes
  • Quemaduras térmicas o químicas
  • Reacciones alérgicas
  • Trastornos autoinmunes

Se debe abordar la causa subyacente de una ampolla para evitar que empeore o regrese. Otras formas generales en las que se pueden controlar las ampollas incluyen:

  • El uso de una curita o piel de topo sobre una ampolla
  • Drenaje de la ampolla, dejando la piel intacta
  • El uso de antisépticos, cremas antibióticas y apósitos estériles en los casos en que la ampolla se haya roto (reventado).

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