Causas Internas y Externas de la Independencia de México

Publicado el 5 julio, 2025 por Rodrigo Ricardo

El Contexto Social y Económico del Virreinato en Vísperas de la Independencia

A principios del siglo XIX, el Virreinato de la Nueva España se encontraba en un estado de profunda desigualdad social y económica, factores que contribuyeron significativamente al descontento entre la población. La sociedad novohispana estaba estratificada en un sistema rígido que favorecía a los peninsulares, es decir, españoles nacidos en la península ibérica, quienes ocupaban los puestos más altos en el gobierno, la Iglesia y el comercio.

Por debajo de ellos se encontraban los criollos, hijos de españoles pero nacidos en América, quienes, a pesar de poseer riquezas y educación, eran marginados de los cargos políticos y eclesiásticos de mayor relevancia. Más abajo en la pirámide social estaban los mestizos, indígenas y africanos esclavizados, grupos que sufrían explotación laboral y discriminación sistemática.

Esta estructura social generó un creciente resentimiento entre los criollos, quienes comenzaron a cuestionar el dominio peninsular y a reclamar mayores oportunidades de participación política. Además, la economía del virreinato estaba diseñada para beneficiar a la metrópoli española, con un sistema de monopolios comerciales que limitaba el desarrollo económico interno.

La Corona española imponía altos impuestos y restringía el comercio de las colonias con otras naciones, lo que afectaba a productores y comerciantes novohispanos. Las reformas borbónicas, implementadas en el siglo XVIII, agravaron esta situación al centralizar aún más el poder y aumentar la presión fiscal, generando malestar entre las élites locales y la población en general.

Las Influencias Ideológicas del Liberalismo y la Ilustración

El pensamiento ilustrado y las ideas liberales que surgieron en Europa durante el siglo XVIII tuvieron un impacto profundo en las colonias americanas, incluyendo la Nueva España. Filósofos como Montesquieu, Voltaire y Rousseau promovieron conceptos como la soberanía popular, la separación de poderes y los derechos naturales del hombre, ideas que circularon clandestinamente entre los criollos ilustrados. Estas corrientes intelectuales cuestionaban el absolutismo monárquico y defendían la idea de que el poder debía emanar del pueblo, no de un rey por designio divino.

En este contexto, las élites criollas comenzaron a reflexionar sobre la legitimidad del dominio español y a considerar la posibilidad de autogobernarse. La difusión de estas ideas se vio facilitada por la prensa y los círculos literarios, donde se discutían textos prohibidos por la Corona. Además, el éxito de la Revolución Francesa en 1789 y la posterior declaración de los derechos del hombre y del ciudadano demostraron que era posible derrocar un régimen opresor y establecer un gobierno basado en principios de igualdad y libertad. Aunque muchos criollos rechazaban los excesos violentos de la Revolución Francesa, la idea de independencia y autodeterminación ganaba terreno.

La Crisis Política en España y su Impacto en las Colonias

Uno de los detonantes más importantes del movimiento independentista en México fue la invasión napoleónica a España en 1808, que llevó a la abdicación del rey Fernando VII y a la imposición de José Bonaparte, hermano de Napoleón, como monarca español. Este evento generó una crisis de legitimidad en las colonias, ya que muchos americanos se negaron a reconocer la autoridad de un rey impuesto por una potencia extranjera. En respuesta, se formaron juntas de gobierno en varias ciudades de España y América que proclamaban su lealtad a Fernando VII, pero también abrieron el debate sobre la autonomía política de las colonias.

En la Nueva España, el virrey José de Iturrigaray fue depuesto por un golpe de estado liderado por peninsulares que temían perder sus privilegios si los criollos obtenían mayor poder. Este acto de fuerza aumentó las tensiones entre ambos grupos y convenció a muchos independentistas de que la única solución era la separación definitiva de España. La formación de juntas autónomas en otras partes de América, como en Caracas y Buenos Aires, también influyó en los líderes novohispanos, mostrando que era posible organizar gobiernos provisionales en ausencia del rey legítimo.

El Papel de la Iglesia y las Conspiraciones Criollas

La Iglesia católica jugó un papel ambivalente en el proceso de independencia. Por un lado, el alto clero, compuesto principalmente por peninsulares, apoyaba la continuidad del régimen virreinal. Por otro lado, muchos sacerdotes criollos y de origen humilde simpatizaban con las causas populares y se convirtieron en líderes del movimiento insurgente. Un ejemplo destacado fue Miguel Hidalgo y Costilla, cuyo famoso Grito de Dolores en 1810 marcó el inicio formal de la lucha armada.

Antes del estallido de la guerra, varias conspiraciones fueron organizadas por criollos descontentos, siendo la más conocida la de Querétaro, en la que participaron figuras como Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende y Juan Aldama. Estas conspiraciones buscaban establecer un gobierno criollo que representara los intereses de los americanos, pero fueron descubiertas antes de que pudieran concretarse. La represión por parte de las autoridades virreinales aceleró el levantamiento popular, demostrando que las vías pacíficas para lograr reformas estaban cerradas.

La Intervención de Potencias Extranjeras y el Ejemplo de las Colonias Angloamericanas

El proceso de independencia de México no puede entenderse sin considerar el contexto internacional. La independencia de las Trece Colonias británicas en 1776 y la posterior formación de los Estados Unidos demostraron que era posible romper con una metrópoli europea y establecer una república exitosa. Este ejemplo inspiró a muchos criollos, quienes veían en el modelo estadounidense una alternativa viable al dominio colonial.

Además, las rivalidades entre las potencias europeas, especialmente entre España, Francia e Inglaterra, debilitaron el control español sobre sus colonias. Gran Bretaña, en particular, tenía interés en comerciar libremente con América, por lo que indirectamente apoyó los movimientos independentistas. La expansión de las ideas republicanas y el debilitamiento del imperio español en el escenario global crearon condiciones favorables para la emancipación de México y otras naciones latinoamericanas.

Conclusión: La Confluencia de Factores que Llevaron a la Independencia

La independencia de México fue el resultado de una compleja interacción entre causas internas y externas. Las desigualdades sociales, las restricciones económicas, las ideas ilustradas, la crisis política en España y el influjo de movimientos independentistas en otras partes del mundo convergieron para hacer inevitable el rompimiento con la metrópoli.

Aunque el proceso fue largo y sangriento, culminando en 1821 con la firma del Plan de Iguala, sus raíces se remontan a décadas de descontento acumulado. La lucha por la independencia no solo buscaba la separación política de España, sino también la creación de una nación más justa e inclusiva, aunque este último objetivo tardaría mucho más en alcanzarse.

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