Cómo se identificaron las necesidades y motivaciones en la salud del individuo en el estudio

Publicado el 21 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La identificación de las necesidades y motivaciones en la salud del individuo es un proceso fundamental para diseñar intervenciones efectivas que promuevan el bienestar físico y mental. En el ámbito de la investigación en salud, comprender qué impulsa a las personas a adoptar hábitos saludables o, por el contrario, a mantener conductas perjudiciales, es esencial para desarrollar estrategias personalizadas. Este artículo explora en profundidad cómo se llevó a cabo este proceso en un estudio reciente, analizando las metodologías empleadas, los hallazgos más relevantes y las implicaciones prácticas de estos resultados.

El estudio en cuestión se basó en un enfoque multidisciplinario, integrando perspectivas de la psicología, la medicina preventiva y la sociología. A lo largo de la investigación, se aplicaron diversas técnicas cualitativas y cuantitativas para capturar no solo las necesidades explícitas de los participantes, sino también aquellas motivaciones subyacentes que influyen en su comportamiento en materia de salud. Además, se consideraron factores externos como el entorno socioeconómico, el acceso a servicios médicos y las influencias culturales, que desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones relacionadas con la salud.

En las siguientes secciones, se desglosará el marco teórico que sustentó el estudio, las herramientas metodológicas utilizadas para recopilar y analizar datos, así como los principales hallazgos y su relevancia en el contexto de la promoción de la salud. Este análisis no solo aporta valiosa información para profesionales de la salud, sino que también ofrece insights prácticos para cualquier persona interesada en mejorar sus hábitos y calidad de vida.


1. Marco teórico: Fundamentos de las necesidades y motivaciones en salud

1.1. Teorías psicológicas aplicadas a la salud

Para entender cómo se identificaron las necesidades y motivaciones en el estudio, es indispensable revisar las teorías psicológicas que sustentan este tipo de investigaciones. Una de las más influyentes es la Teoría de la Autodeterminación (TAD), desarrollada por Deci y Ryan, la cual postula que las personas están motivadas por tres necesidades psicológicas básicas: autonomía, competencia y relación con los demás. En el contexto de la salud, esta teoría ayuda a explicar por qué algunos individuos adoptan estilos de vida saludables de manera sostenida, mientras que otros abandonan rápidamente sus propósitos.

Otra teoría relevante es el Modelo de Creencias de Salud (MCS), que sugiere que las acciones preventivas de un individuo dependen de su percepción sobre la severidad de una enfermedad, su susceptibilidad a ella, los beneficios de tomar medidas preventivas y las barreras que puedan existir. Este modelo fue clave en el estudio para analizar por qué ciertos participantes mostraban resistencia a cambios en su dieta o actividad física, a pesar de conocer los riesgos asociados a sus hábitos actuales.

Además, se incorporaron elementos de la Teoría del Comportamiento Planificado (TCP), que enfatiza el papel de las intenciones, las normas subjetivas y el control percibido en la adopción de conductas saludables. Al cruzar estos enfoques teóricos, el estudio logró una comprensión integral de los factores que influyen en las decisiones relacionadas con la salud, permitiendo diseñar intervenciones más efectivas y personalizadas.

1.2. Factores socioculturales y económicos en la motivación en salud

Las necesidades y motivaciones en salud no pueden analizarse de manera aislada, ya que están profundamente influenciadas por el contexto sociocultural y económico de los individuos. En el estudio, se encontró que participantes de niveles socioeconómicos más bajos tendían a priorizar necesidades inmediatas (como el trabajo o el cuidado de la familia) sobre acciones preventivas de salud, aun cuando reconocían su importancia. Este fenómeno, conocido como “descuento del futuro”, ilustra cómo las condiciones materiales de vida pueden limitar la capacidad de las personas para invertir en su bienestar a largo plazo.

Asimismo, las creencias culturales desempeñaron un papel crucial. Por ejemplo, en algunas comunidades, ciertas enfermedades se atribuían a causas sobrenaturales, lo que llevaba a los individuos a buscar remedios tradicionales en lugar de acudir a servicios médicos profesionales. Estos hallazgos resaltan la importancia de adaptar las campañas de salud pública a las particularidades culturales de cada grupo poblacional, evitando enfoques genéricos que suelen ser menos efectivos.

Por último, el estudio también consideró el impacto de las redes sociales y el apoyo comunitario en la motivación para mantener hábitos saludables. Se observó que los participantes que contaban con un círculo social que valoraba la salud (por ejemplo, familias que cocinaban comidas balanceadas o amigos que practicaban deporte) tenían mayores probabilidades de mantener conductas positivas. Este hallazgo refuerza la idea de que las intervenciones en salud deben fomentar entornos sociales que faciliten y refuercen los cambios deseados.

2. Metodología del estudio: Herramientas y enfoques para identificar necesidades y motivaciones

2.1. Diseño de la investigación: Enfoque cualitativo y cuantitativo

El estudio empleó una metodología mixta, combinando técnicas cualitativas y cuantitativas para obtener una visión más completa de las necesidades y motivaciones en salud de los participantes. Este enfoque permitió no solo medir la frecuencia de ciertos comportamientos (a través de encuestas estructuradas), sino también profundizar en las razones subyacentes (mediante entrevistas y grupos focales).

En la fase cuantitativa, se aplicó un cuestionario estandarizado a una muestra de 1.200 participantes, seleccionados mediante un muestreo estratificado para garantizar representatividad en términos de edad, género, nivel socioeconómico y ubicación geográfica. El instrumento incluía escalas validadas, como el Cuestionario de Motivación en Salud (CMH), que evalúa la disposición al cambio según el Modelo Transteórico de Prochaska y DiClemente. Además, se midieron variables como:

  • Percepción de la propia salud.
  • Frecuencia de actividad física.
  • Consumo de alimentos saludables vs. ultraprocesados.
  • Acceso a servicios médicos y adherencia a tratamientos.

Por otro lado, la fase cualitativa se centró en entrevistas semiestructuradas con 60 participantes y grupos focales en diferentes comunidades. Estas técnicas permitieron explorar narrativas personales, creencias culturales y barreras no evidentes en los datos numéricos. Por ejemplo, varios participantes mencionaron que el estrés laboral les impedía dedicar tiempo al ejercicio, un factor que no siempre se captura en encuestas cerradas.

2.2. Técnicas de análisis de datos

Los datos cuantitativos se procesaron mediante análisis estadísticos (regresiones logísticas, ANOVA y pruebas de correlación) para identificar patrones significativos. Un hallazgo clave fue que la motivación intrínseca (hacer ejercicio por placer) correlacionaba más con la adherencia a largo plazo que la motivación extrínseca (hacerlo por presión social).

En el análisis cualitativo, se utilizó codificación temática con software como NVivo, identificando categorías recurrentes como:

  • “Salud como inversión vs. salud como gasto”: Personas con mayores recursos tendían a ver la prevención como una inversión, mientras que grupos vulnerables la percibían como un lujo.
  • “El rol de las redes de apoyo”: Quienes contaban con familiares o amigos comprometidos con hábitos saludables mostraban mayor perseverancia.
  • “Barreras emocionales”: Ansiedad y frustración ante dietas restrictivas, lo que llevaba al abandono temprano.

Esta triangulación de métodos fortaleció la validez de los resultados, permitiendo cruzar tendencias numéricas con testimonios en profundidad.


3. Resultados clave: ¿Qué motiva o desmotiva a las personas en su cuidado de la salud?

3.1. Necesidades prioritarias según grupos poblacionales

El estudio reveló diferencias notables en las prioridades de salud según edad y contexto:

  • Jóvenes (18-35 años): Valoraban más el bienestar mental (manejo del estrés, sueño) que el físico. Un 62% asociaba “estar saludable” con productividad laboral, no con prevención de enfermedades.
  • Adultos mayores (55+ años): Enfocados en el manejo de dolencias crónicas (diabetes, hipertensión), pero con dificultades para acceder a especialistas.
  • Comunidades rurales: La falta de infraestructura (gimnasios, supermercados con opciones saludables) limitaba sus opciones, pese a la intención de mejorar hábitos.

3.2. Motivadores más efectivos

Entre los factores que impulsaban cambios sostenibles destacaron:

  1. Enfoque en beneficios inmediatos: Ejemplo: “Dejar de fumar me hizo respirar mejor al subir escaleras” (más efectivo que mensajes abstractos como “evitarás cáncer en 20 años”).
  2. Recompensas sociales: Programas grupales (ej. retos de caminata entre vecinos) aumentaban la adherencia un 40% vs. planes individuales.
  3. Flexibilidad: Dietas personalizadas (ej. “coma más verduras, pero elija las que prefiera”) tenían mayor aceptación que reglas rígidas.

3.3. Barreras críticas

  • Falta de tiempo (mencionada por el 78% de los urbanos con empleos demandantes).
  • Creencias fatalistas: “Mi familia siempre ha sido obesa, es genético” (usado para justificar inacción).
  • Costo económico: Frutas/verduras frescas percibidas como “caras” vs. alimentos procesados.

4. Conclusiones y recomendaciones para intervenciones efectivas

4.1. Implicaciones para políticas públicas

Los resultados sugieren que las campañas de salud deben:

  • Segmentar mensajes: Jóvenes responden mejor a enfoques de autoeficacia (“Tú puedes”), mientras adultos mayores prefieren información clara sobre manejo de síntomas.
  • Involucrar a la comunidad: Trabajar con líderes locales (ej. maestros, sacerdotes) para aumentar credibilidad.
  • Solucionar barreras prácticas: Subsidiar gimnasios públicos o ofrecer consultas nocturnas para trabajadores.

4.2. Recomendaciones para profesionales de la salud

  • Usar entrevistas motivacionales: Preguntar “¿Qué le gustaría mejorar?” en lugar de imponer cambios.
  • Promover metas micro: “Camine 10 minutos hoy” vs. “Pierda 10 kilos”.
  • Integrar tecnología: Apps con recordatorios personalizados mostraron un 25% más de efectividad en seguimiento.

4.3. Líneas futuras de investigación

El estudio abre preguntas como:

  • ¿Cómo impacta el teletrabajo en los hábitos de salud?
  • ¿Pueden las redes sociales sustituir el apoyo presencial en comunidades aisladas?

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