¿Cuándo se Declaró la Independencia de Uruguay?

Publicado el 27 mayo, 2025 por Rodrigo Ricardo

La Declaración de Independencia de Uruguay: Un Hito Histórico

La independencia de Uruguay es un proceso complejo que no puede reducirse a una sola fecha, ya que involucró una serie de eventos políticos, militares y diplomáticos que se desarrollaron a lo largo de varios años. A diferencia de otras naciones latinoamericanas que proclamaron su independencia en un acto solemne y definitivo, Uruguay tuvo un camino más intrincado debido a su posición geopolítica, disputada entre Argentina y Brasil, y a las luchas internas entre caudillos y facciones políticas. Para comprender cuándo se declaró la independencia de Uruguay, es necesario analizar los antecedentes coloniales, las guerras de independencia en la región, la influencia de las potencias vecinas y los sucesivos pronunciamientos que finalmente llevaron al reconocimiento internacional de Uruguay como un Estado soberano.

El territorio que hoy conocemos como Uruguay formó parte del Virreinato del Río de la Plata durante la época colonial, y su proceso independentista estuvo estrechamente ligado al de Argentina. Sin embargo, la ubicación estratégica de la Banda Oriental—como se le llamaba entonces—la convirtió en un punto de conflicto entre las fuerzas independentistas, el Imperio Portugués y, posteriormente, el Imperio Brasileño. La lucha por la autonomía comenzó con las invasiones inglesas y se intensificó con el liderazgo de figuras como José Gervasio Artigas, quien promovió las ideas federalistas y la independencia de la dominación española y luego de Buenos Aires.

Aunque hubo declaraciones tempranas de independencia, como la de la Liga Federal en 1815, la soberanía plena no se consolidaría sino hasta décadas después, tras la Guerra del Brasil y la mediación británica que llevó a la Convención Preliminar de Paz en 1828. Este documento sentó las bases para la creación del Estado Oriental del Uruguay, que finalmente adoptaría su primera constitución en 1830. Por lo tanto, la independencia uruguaya no fue un acto único, sino un proceso gradual que combinó levantamientos armados, negociaciones diplomáticas y el reconocimiento internacional.

Antecedentes Coloniales y Primeros Movimientos Independentistas

Durante la época colonial, Uruguay—conocido entonces como la Banda Oriental—era una región escasamente poblada y disputada entre España y Portugal debido a su ubicación estratégica junto al Río de la Plata. La fundación de Montevideo en 1724 fortaleció el control español, pero la rivalidad entre las dos coronas europeas mantuvo la zona en constante tensión. Con el estallido de las guerras de independencia hispanoamericanas a principios del siglo XIX, la Banda Oriental se convirtió en un escenario clave de la lucha contra el dominio colonial.

La primera chispa independentista en Uruguay puede rastrearse hasta las Invasiones Inglesas (1806-1807), cuando milicias locales, incluyendo a figuras como José Artigas, combatieron junto a las fuerzas españolas para expulsar a los británicos. Este episodio demostró la capacidad militar de los orientales y sembró las semillas de un sentimiento autonomista. Sin embargo, el verdadero impulso hacia la independencia llegó con la Revolución de Mayo de 1810 en Buenos Aires, que buscaba liberar al Virreinato del Río de la Plata del control español.

Artigas, inicialmente aliado de los revolucionarios porteños, pronto chocó con el centralismo de Buenos Aires y promovió un proyecto federalista que incluía la autonomía de la Banda Oriental. En 1815, tras una serie de victorias militares, Artigas estableció la Liga Federal, que funcionó como un gobierno independiente de facto. No obstante, esta experiencia fue efímera, ya que en 1816 Portugal invadió la región y la anexó como la Provincia Cisplatina, bajo su dominio. Este periodo de ocupación luso-brasileña duraría hasta 1825, cuando un grupo de patriotas orientales, conocidos como los Treinta y Tres Orientales, liderados por Juan Antonio Lavalleja, cruzaron el Río Uruguay desde Argentina para reiniciar la lucha por la independencia.

La Cruzada de los Treinta y Tres Orientales y la Declaratoria de la Independencia

El 19 de abril de 1825, un grupo de exiliados orientales, comandados por Juan Antonio Lavalleja y Manuel Oribe, desembarcó en la playa de la Agraciada con el objetivo de expulsar a los brasileños y restaurar la soberanía de la Banda Oriental. Este episodio, conocido como la Cruzada de los Treinta y Tres Orientales, marcó el inicio de la Guerra de Independencia contra el Imperio de Brasil, que entonces controlaba la Provincia Cisplatina.

El movimiento rápidamente ganó apoyo popular, y el 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, representantes de los cabildos orientales declararon la independencia de Brasil y la unión con las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina). Esta declaración, plasmada en las Leyes de Independencia y Unión, no significó la creación inmediata de un Estado uruguayo independiente, sino que buscaba reintegrar el territorio a la órbita argentina. Sin embargo, Brasil no aceptó esta resolución y declaró la guerra a las Provincias Unidas, dando inicio a la Guerra del Brasil (1825-1828).

El conflicto fue largo y costoso para ambas partes, con batallas decisivas como la de Ituzaingó (1827), donde las fuerzas argentino-orientales obtuvieron una importante victoria. Ante el estancamiento militar y la presión de Gran Bretaña, que buscaba garantizar la libre navegación en el Río de la Plata, ambas potencias aceptaron mediar en el conflicto. El resultado fue la firma de la Convención Preliminar de Paz el 27 de agosto de 1828, en la que Argentina y Brasil reconocieron la independencia de la Provincia Oriental como un Estado soberano bajo el nombre de Estado Oriental del Uruguay.

La Consolidación del Estado Uruguayo y el Reconocimiento Internacional

Aunque la Convención de 1828 estableció las bases para la independencia uruguaya, la consolidación del nuevo Estado requirió la creación de instituciones políticas estables. El 18 de julio de 1830 se promulgó la primera Constitución de la República Oriental del Uruguay, que definió su organización política como una república unitaria con división de poderes. Esta fecha es considerada por muchos como el punto final del proceso independentista, ya que marcó el inicio formal de Uruguay como nación soberana.

El reconocimiento internacional fue gradual. Gran Bretaña, interesada en mantener el equilibrio en la región, fue una de las primeras potencias en reconocer al nuevo Estado. Argentina y Brasil, aunque renuentes inicialmente, terminaron aceptando la independencia uruguaya para evitar mayores conflictos. Sin embargo, las disputas territoriales y las guerras civiles entre blancos y colorados—los dos principales partidos políticos—mantuvieron al país en inestabilidad durante décadas.

En conclusión, la independencia de Uruguay no puede atribuirse a una sola fecha, sino que fue el resultado de un largo proceso que incluyó la resistencia artiguista, la Cruzada de los Treinta y Tres Orientales, la Guerra del Brasil y la mediación diplomática que culminó con la Convención de 1828. La Constitución de 1830 consolidó jurídicamente al país, pero la verdadera independencia se logró con el reconocimiento internacional y la capacidad de mantener su soberanía frente a las potencias vecinas. Hoy, Uruguay conmemora su independencia el 25 de agosto, recordando el Congreso de Florida de 1825 como un momento fundacional de su identidad nacional.

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