Etapas de la Menopausia | Edad, síntomas y tabla

Publicado el 31 mayo, 2025 por Rodrigo Ricardo

La menopausia es un proceso biológico natural que marca el final de la etapa reproductiva en la vida de la mujer. Este fenómeno no ocurre de manera abrupta, sino que se desarrolla en varias etapas, cada una con características específicas en términos de edad, síntomas y cambios hormonales. Comprender estas fases es fundamental para abordar los efectos físicos y emocionales asociados, así como para implementar estrategias que mejoren la calidad de vida durante este período. A nivel médico, la menopausia se define como el cese permanente de la menstruación después de 12 meses consecutivos sin un período menstrual, sin que existan otras causas patológicas o fisiológicas que lo expliquen. Sin embargo, el proceso completo abarca un período más extenso, conocido como climaterio, que incluye la premenopausia, perimenopausia, menopausia y postmenopausia. Cada una de estas etapas presenta manifestaciones clínicas particulares, que varían en intensidad y duración según factores individuales como la genética, el estilo de vida y las condiciones de salud previas.

Además de los cambios hormonales, la menopausia puede influir en diversos aspectos de la salud, incluyendo el metabolismo, la densidad ósea, la salud cardiovascular y el bienestar emocional. Por ello, es esencial contar con información basada en evidencia científica para distinguir entre los síntomas normales del proceso y aquellos que podrían indicar complicaciones médicas. Este artículo tiene como objetivo describir detalladamente cada una de las etapas de la menopausia, incluyendo los rangos de edad en los que suelen presentarse, los síntomas más frecuentes y una tabla comparativa que facilite la comprensión de las diferencias entre ellas. Asimismo, se abordarán recomendaciones generales para manejar los efectos adversos y promover un envejecimiento saludable.

Premenopausia: Primera Etapa del Climaterio

La premenopausia es la fase inicial del climaterio y se caracteriza por ser el período en el que la mujer aún mantiene su capacidad reproductiva, pero comienza a experimentar cambios hormonales sutiles que anticipan la transición hacia la menopausia. Esta etapa suele iniciarse alrededor de los 35 a 45 años, aunque en algunos casos puede comenzar antes, dependiendo de factores como la genética, los hábitos de vida y condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico o intervenciones quirúrgicas que afecten la función ovárica. Durante la premenopausia, los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan de manera irregular, lo que puede provocar alteraciones en el ciclo menstrual, como períodos más cortos o largos, sangrados más abundantes o, por el contrario, más leves. Sin embargo, estos cambios no son tan evidentes como en la perimenopausia, por lo que muchas mujeres no los asocian inicialmente con el inicio del climaterio.

Además de las variaciones en el ciclo menstrual, algunas mujeres pueden presentar síntomas leves como cambios de humor, fatiga ocasional o una ligera disminución de la libido. Estos efectos se deben a las fluctuaciones hormonales, que también pueden influir en el metabolismo, generando una tendencia al aumento de peso, especialmente en la zona abdominal. Aunque estos síntomas no son tan intensos como en etapas posteriores, es importante comenzar a adoptar medidas preventivas, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y controles médicos periódicos, para minimizar los impactos a largo plazo. La premenopausia es también un momento clave para evaluar la salud ósea, ya que la pérdida gradual de estrógenos puede afectar la densidad mineral de los huesos, incrementando el riesgo de osteoporosis en fases avanzadas. En este sentido, la suplementación con calcio y vitamina D, bajo supervisión médica, puede ser beneficiosa para prevenir complicaciones futuras.

Perimenopausia: Transición hacia la Menopausia

La perimenopausia es considerada la etapa más sintomática del climaterio y se define como el período de transición entre la premenopausia y la menopausia. Suele comenzar entre los 45 y 55 años, aunque en algunos casos puede iniciarse antes, especialmente en mujeres con antecedentes familiares de menopausia precoz. Durante esta fase, los ovarios reducen progresivamente su producción de estrógenos y progesterona, lo que genera desequilibrios hormonales más marcados que en la etapa anterior. Estos cambios se traducen en síntomas físicos y emocionales más evidentes, como sofocos, sudores nocturnos, alteraciones del sueño, sequedad vaginal y mayor irritabilidad. Los sofocos, uno de los síntomas más característicos, afectan a aproximadamente el 75% de las mujeres y pueden variar en intensidad y frecuencia, desde episodios leves hasta cuadros severos que interfieren con las actividades diarias.

Otro aspecto relevante de la perimenopausia es la irregularidad menstrual, que se vuelve más pronunciada en comparación con la premenopausia. Es común que los ciclos se acorten o alarguen de manera impredecible, y en algunos casos, pueden presentarse varios meses sin menstruación, seguidos de un sangrado abundante. Esta variabilidad dificulta la predicción de la fecha exacta en la que ocurrirá la menopausia, la cual solo puede confirmarse de manera retrospectiva después de 12 meses consecutivos sin períodos. Además de los síntomas físicos, muchas mujeres experimentan cambios emocionales significativos, como ansiedad, labilidad emocional o incluso cuadros depresivos leves, relacionados tanto con los cambios hormonales como con la percepción de envejecimiento y la finalización de la etapa reproductiva. Para manejar estos efectos, se recomienda buscar apoyo psicológico si es necesario, así como mantener una red de apoyo social y familiar que brinde contención durante este proceso.

Menopausia: Cese Definitivo de la Menstruación

La menopausia en sí misma es un evento puntual que se define como el último período menstrual, confirmado únicamente después de que han transcurrido 12 meses consecutivos sin sangrado. La edad promedio en la que ocurre en las mujeres occidentales es alrededor de los 51 años, aunque puede presentarse antes (menopausia precoz, antes de los 40) o después (menopausia tardía, después de los 55), dependiendo de factores genéticos, étnicos y ambientales. En esta etapa, los ovarios han dejado de liberar óvulos y producen cantidades mínimas de estrógenos, lo que marca el final definitivo de la fertilidad. Los síntomas que comenzaron en la perimenopausia pueden persistir durante los primeros años postmenopausia, aunque suelen disminuir en intensidad con el tiempo. Sin embargo, la carencia prolongada de estrógenos tiene efectos a largo plazo en la salud, como un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y atrofia urogenital.

Uno de los problemas más comunes en esta fase es la sequedad vaginal, que puede provocar molestias durante las relaciones sexuales y aumentar la predisposición a infecciones urinarias. Para aliviar este síntoma, muchas mujeres optan por el uso de lubricantes o terapias locales con estrógenos, siempre bajo prescripción médica. Otro aspecto crítico es el impacto en la salud ósea, ya que la disminución de estrógenos acelera la pérdida de densidad mineral, incrementando el riesgo de fracturas. Por ello, se recomienda realizar densitometrías óseas periódicas y asegurar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D. Además, el metabolismo se vuelve más lento, lo que favorece el aumento de peso y la redistribución de la grasa corporal hacia la zona abdominal. Mantener una dieta balanceada y realizar ejercicio de fuerza y cardio regularmente son estrategias clave para contrarrestar estos efectos.

Postmenopausia: Vida después de la Menopausia

La postmenopausia es la etapa que sigue a la menopausia y se extiende por el resto de la vida de la mujer. Durante esta fase, los síntomas agudos como los sofocos y la sudoración nocturna suelen disminuir, aunque algunos efectos a largo plazo de la deficiencia hormonal pueden hacerse más evidentes. Uno de los principales riesgos en esta etapa es la osteoporosis, ya que la pérdida de masa ósea se acelera en los primeros años postmenopausia, aumentando la probabilidad de fracturas, especialmente en cadera, columna y muñecas. Para prevenir este problema, además de una nutrición adecuada, se pueden recomendar suplementos o medicamentos como los bifosfonatos, dependiendo de la evaluación médica individual.

Otro aspecto importante es la salud cardiovascular, ya que los estrógenos ejercían un efecto protector sobre el sistema circulatorio, y su ausencia incrementa el riesgo de desarrollar hipertensión, dislipidemia y enfermedad coronaria. Por ello, es fundamental adoptar hábitos saludables, como una dieta baja en grasas saturadas, ejercicio aeróbico regular y controles médicos para monitorizar la presión arterial y los niveles de colesterol. Además, muchas mujeres experimentan cambios en la piel, como pérdida de elasticidad y sequedad, debido a la disminución en la producción de colágeno. El uso de cremas hidratantes y protectores solares puede ayudar a mantener una piel saludable. A nivel emocional, algunas mujeres enfrentan desafíos relacionados con la autoimagen y la adaptación a esta nueva etapa, por lo que el apoyo psicológico y la participación en actividades sociales son herramientas valiosas para promover el bienestar integral.

Tabla Comparativa de las Etapas de la Menopausia

A continuación, se presenta una tabla resumen que compara las características principales de cada etapa del climaterio:

EtapaEdad aproximadaSíntomas principalesCambios hormonales
Premenopausia35-45 añosCiclos irregulares leves, cambios de humor ocasionalesFluctuaciones leves en estrógenos y progesterona
Perimenopausia45-55 añosSofocos, sudores nocturnos, irregularidad menstrual marcadaDescenso progresivo de estrógenos y progesterona
Menopausia50-55 años (promedio)Confirmada tras 12 meses sin menstruaciónNiveles muy bajos de estrógenos
PostmenopausiaA partir de los 55 añosSequedad vaginal, riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovascularesDeficiencia hormonal permanente

Conclusión

El climaterio es un proceso complejo que comprende varias etapas, cada una con sus propios desafíos y requerimientos. Conocer estas fases permite a las mujeres prepararse física y emocionalmente para los cambios que implica la menopausia, adoptando medidas preventivas y buscando apoyo médico cuando sea necesario. Una atención integral, que incluya una alimentación saludable, ejercicio, controles médicos y bienestar emocional, es clave para transitar esta etapa con calidad de vida. La menopausia no debe verse como el fin de una etapa, sino como el comienzo de una nueva fase en la que el autocuidado y la prevención son fundamentales para mantener una salud óptima.

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