Gestión de recompensas: procesos y tipos
Gestión de recompensas
¡Conoce a Matt! Matt es gerente de una gran corporación. Matt ama mucho su trabajo; ama sus horas, su paga, sus deberes y sus responsabilidades. Sin embargo, una cosa que no le gusta es la alta tasa de rotación de empleados. Parece que cada mes un empleado se va y se contrata a uno nuevo para cubrir la vacante. Esta alta tasa de rotación altera el entorno del lugar de trabajo porque los empleados nunca tienen la oportunidad de vincularse y unirse como equipo. Con tantas caras cambiantes, ha sido difícil construir una relación de trabajo sólida entre la gerencia y los empleados. Desde entonces, el objetivo de Matt se ha convertido en cambiar este problema recurrente y encontrar una manera de retener a los empleados y motivarlos para que realicen un trabajo de calidad.
Dediquemos un minuto a definir la gestión de recompensas. La gestión de recompensas es el término que se utiliza para recompensar a los empleados en función de su valor para la empresa. Es un sistema que ayuda a garantizar que las recompensas sean justas y consistentes entre todos los empleados de acuerdo con el trabajo que contribuyen. El objetivo de la gestión de recompensas es motivar a los empleados para que los empleadores puedan retenerlos con la esperanza de cumplir con los objetivos y metas de la empresa. El objetivo es encontrar la manera de hacerlo de una manera que no solo se ajuste al presupuesto de la empresa, sino que también cumpla con las regulaciones legales. Entonces, en términos básicos, la gestión de recompensas es el concepto de proporcionar un incentivo para que los empleados quieran hacer su mejor trabajo y permanecer en la empresa.
El proceso
Entonces, ¿cuál es el proceso de gestión de recompensas? ¿Como funciona? Bueno, cada empresa puede desarrollar sus propios medios para recompensar a los empleados, pero un proceso básico es el siguiente. Primero, necesita encontrar y contratar empleados que estén calificados para cumplir con las metas y objetivos de la empresa. Después de todo, si no comienza con empleados de calidad, puede resultar difícil motivarlos para que hagan algo.
En segundo lugar, debe observar su trabajo. ¿Están cumpliendo con sus requisitos? ¿Están realizando un trabajo excepcional? ¿Necesitan más formación o motivación para realizar su trabajo de forma más eficiente?
Luego viene la motivación. Este es el paso en el que decides cómo motivar a tus empleados. Tenga en cuenta que las necesidades de sus empleados son un factor importante a considerar al decidir qué tipo de sistema de recompensas funcionará mejor para motivar. Aprenderemos más sobre los tipos de recompensas en una sección posterior.
Por último, debes analizar el proceso. Una vez que se haya distribuido la recompensa, podrá ver cómo afecta el rendimiento futuro. ¿Funcionó el método de motivación elegido? ¿Los empleados han seguido produciendo un trabajo de calidad? ¿Necesitas cambiar la motivación? ¿El trabajo de los empleados se ajusta a las metas y objetivos de la empresa?
Tipos de gestión de recompensas
Tomemos un momento para ver los diferentes tipos de administración de recompensas. Hay dos categorías principales en las que caen todas las recompensas, intrínsecas y extrínsecas.
Las recompensas intrínsecas se centran en aumentar la autoestima y la autosatisfacción. Un buen ejemplo de recompensa intrínseca implica dar comentarios y retroalimentación. Esta es una forma de que los empleados sepan lo que están haciendo bien. También es una forma de señalar las áreas que necesitan mejoras para que pueda trabajar con los empleados para fortalecer sus debilidades. Este tipo de recompensa ayuda a construir una buena vía de comunicación entre los empleados y la gerencia. Otro ejemplo es el reconocimiento. Cuando a un empleado le va bien, reconocer su trabajo es una excelente manera de mantenerlo motivado. Puede hacerlo de manera pública, como por ejemplo, celebrar una breve reunión con todos los empleados, o puede dar un apretón de manos y felicitaciones personales.
Las recompensas extrínsecas son recompensas que son tangibles.
- Aumentos: cuando un empleado hace un gran trabajo, una empresa puede decidir recompensarlo en forma de un aumento de sueldo.
- Bonificaciones: una bonificación puede ayudar a los empleados a alcanzar los puntos de referencia u objetivos. Cuando un empleado sabe que podría ser recompensado en forma de bonificación, puede sentirse motivado para aumentar sus esfuerzos y producir una mejor calidad de trabajo.
- Obsequios: a veces, cuando los empleados trabajan para una empresa durante un tiempo determinado, reciben algún tipo de obsequio. Esto ayuda a reconocer el tiempo y el esfuerzo que el empleado ha dedicado a la empresa.
- Promociones: los empleados que trabajan duro y demuestran sus habilidades pueden ser recompensados en forma de promoción. Una promoción a menudo viene con un aumento en el salario y las responsabilidades y, por lo tanto, motiva al empleado a trabajar duro.
Resumen de la lección
Dediquemos unos minutos a repasar lo que hemos aprendido. La gestión de recompensas es el término que se utiliza para motivar a los empleados a trabajar duro para que se cumplan las metas y objetivos de la empresa. El proceso incluye encontrar empleados de calidad, observar su trabajo, motivarlos y analizar todo el proceso. También aprendimos que hay dos tipos principales de recompensas: intrínsecas , que se centran en aumentar la autoestima y la autosatisfacción, y extrínsecas , que se centran en recompensas tangibles. Algunos tipos de recompensas intrínsecas incluyen retroalimentación y reconocimiento. Algunos tipos de recompensas extrínsecas son aumentos, bonificaciones, obsequios y promociones.