Harriet Martineau y Jane Addams: Enfoques Teóricos y su Impacto en la Sociología Moderna

Publicado el 29 abril, 2025 por Rodrigo Ricardo

Introducción: Dos Visiones Complementarias en la Teoría Social

Harriet Martineau y Jane Addams, aunque separadas por varias décadas, desarrollaron marcos teóricos que influyeron profundamente en la sociología y el trabajo social. Martineau, trabajando en la primera mitad del siglo XIX, se centró en la sistematización de la sociología como ciencia, mientras que Addams, a finales del siglo XIX y principios del XX, combinó la teoría con la práctica activista. Ambas compartieron un compromiso con la justicia social, pero sus metodologías reflejaron los contextos históricos en los que vivieron. Martineau, influenciada por el positivismo de Auguste Comte, buscó establecer leyes sociales universales, mientras que Addams adoptó un enfoque más pragmático, basado en la experiencia directa con comunidades marginadas. Este artículo explora las diferencias y similitudes entre sus teorías, su aplicación concreta y su legado en la disciplina sociológica actual.

Martineau entendía la sociología como una herramienta para analizar las estructuras sociales de manera objetiva, utilizando métodos comparativos y estadísticos. Su obra How to Observe Morals and Manners (1838) es considerada uno de los primeros manuales de metodología sociológica, en el que defendía la observación sistemática y la recopilación de datos empíricos. Por otro lado, Addams priorizó la inmersión en las realidades sociales, argumentando que las soluciones a los problemas urbanos debían surgir de la colaboración con las comunidades afectadas. Hull House no solo era un centro de asistencia, sino también un espacio de investigación-acción donde se documentaban las condiciones de vida de los inmigrantes para influir en políticas públicas. Aunque sus enfoques diferían, ambas pensadoras coincidieron en que la sociología debía servir para transformar la sociedad, no solo para describirla.

Harriet Martineau: Positivismo y la Ciencia de la Sociedad

Martineau fue una de las primeras defensoras del positivismo en el mundo angloparlante, pero adaptó esta corriente a sus propias preocupaciones éticas y políticas. Su traducción y condensación de La Filosofía Positiva de Comte no fue una mera réplica, sino una reinterpretación crítica que incorporó perspectivas feministas y reformistas. Martineau sostenía que las leyes sociales, aunque impersonales, debían estudiarse con el fin de promover el progreso humano, especialmente en áreas como la abolición de la esclavitud y la equidad de género. En Society in America, aplicó este marco analítico para contrastar los ideales democráticos estadounidenses con la realidad de la opresión racial y sexual, un ejercicio pionero en sociología comparada. Su enfoque combinaba el rigor científico con un claro compromiso moral, desafiando la idea de que la sociología debía ser “neutral”.

Uno de sus aportes más subestimados fue su análisis de las instituciones sociales como productos históricos y, por tanto, modificables. A diferencia de los teóricos conservadores de su época, Martineau argumentaba que estructuras como la familia o el sistema económico no eran naturales, sino construidas, y podían ser reformadas para garantizar mayor justicia. Por ejemplo, en sus escritos sobre economía política, criticó las leyes de pobres británicas por perpetuar la dependencia en lugar de empoderar a los trabajadores. Este énfasis en la agencia humana y la posibilidad de cambio social anticipó teorías posteriores, como el interaccionismo simbólico y el constructivismo social. Sin embargo, su legado fue eclipsado durante décadas, en parte por el sexismo académico del siglo XIX, que relegó a muchas pensadoras a un segundo plano. Solo en las últimas décadas se ha reivindicado su papel como fundadora de la sociología crítica.

Jane Addams: Pragmatismo y la Sociología como Praxis

Addams representó un giro hacia una sociología más práctica y comprometida, influenciada por el pragmatismo filosófico de John Dewey y William James. Para ella, el conocimiento no era válido si no se traducía en acción concreta que aliviara el sufrimiento humano. Hull House se convirtió en un modelo de cómo la teoría social podía integrarse con el activismo comunitario: sus residentes (llamados “settlers”) vivían entre los pobres, documentando sus necesidades y diseñando intervenciones basadas en evidencia. Este método inspiró el trabajo social profesional y enfoques contemporáneos como la investigación participativa. En Democracy and Social Ethics, Addams criticó la caridad tradicional por su paternalismo y propuso en su lugar una “ética de la reciprocidad”, donde las clases privilegiadas aprendieran de los marginados en lugar de imponer soluciones.

Su teoría del “pacifismo pragmático” también marcó un hito en los estudios de conflicto. Addams rechazaba la noción de que la guerra era inevitable, atribuyéndola a estructuras económicas injustas y a la falta de canales democráticos para resolver disputas. Durante la Primera Guerra Mundial, su postura le costó ataques mediáticos y la expulsión de organizaciones patrióticas, pero mantuvo que la verdadera seguridad surgía de la cooperación internacional, no de la militarización. Esta visión fue fundamental para la creación de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, que aún hoy promueve alternativas a la violencia. Addams también amplió el concepto de democracia más allá de lo político, incluyendo dimensiones como el acceso a la educación, la salud y la participación cultural, ideas que resuenan en enfoques actuales sobre derechos humanos integrales.

Convergencias y Divergencias: Diálogos entre Martineau y Addams

Aunque sus contextos y métodos variaron, Martineau y Addams compartieron premisas clave: ambas vieron la sociología como un instrumento para la emancipación y cuestionaron las jerarquías de género dominantes en su tiempo. Martineau lo hizo desde la teoría, denunciando la exclusión de las mujeres de la esfera pública en escritos como On Female Education (1823), mientras que Addams practicó un feminismo comunitario, capacitando a mujeres inmigrantes como líderes en Hull House. Sin embargo, difirieron en su visión del cambio social: Martineau confiaba más en la ilustración y la reforma legal, mientras que Addams enfatizó la organización desde las bases.

Otra diferencia radica en su relación con el poder. Martineau, aunque crítica, colaboró con elites intelectuales y políticas para difundir sus ideas, mientras que Addams trabajó directamente con los oprimidos, desafiando a las instituciones desde fuera. Esto se refleja en sus estilos literarios: Martineau escribió tratados sistemáticos, mientras que Addams privilegió narrativas testimoniales, como Twenty Years at Hull House (1910), donde mezcló análisis social con relatos personales.

Legado en la Sociología Contemporánea y Conclusiones

Hoy, Martineau es reivindicada como precursora de la sociología feminista y la economía crítica, mientras que Addams es un referente para el trabajo social y los movimientos de justicia global. Sus enfoques complementarios—la rigurosidad teórica de Martineau y el activismo arraigado de Addams—siguen inspirando a quienes buscan vincular el conocimiento académico con la transformación social. En un mundo de desigualdades crecientes, su legado recuerda que la sociología debe ser, ante todo, una ciencia al servicio de la humanidad.

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