Mujeres en la Química | Lista y contribuciones

Publicado el 1 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La historia de la química está llena de contribuciones fundamentales realizadas por mujeres que, a pesar de enfrentar barreras sociales y académicas, lograron avances científicos trascendentales. Desde Marie Curie, pionera en el estudio de la radiactividad, hasta figuras menos conocidas pero igualmente importantes como Rosalind Franklin, las mujeres han desempeñado un papel crucial en el desarrollo de esta disciplina.

A lo largo de los siglos, muchas químicas fueron relegadas al anonimato o sus logros fueron atribuidos a colegas masculinos. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha reivindicado su legado, reconociendo su impacto en campos como la medicina, la bioquímica y la nanotecnología. Este artículo explora las contribuciones más relevantes de las mujeres en la química, destacando sus descubrimientos y el contexto histórico en el que trabajaron.

Además, analizaremos cómo su trabajo sentó las bases para innovaciones científicas modernas, desde el desarrollo de fármacos hasta la comprensión de la estructura del ADN. También abordaremos los desafíos que enfrentaron, como la discriminación de género y la falta de acceso a educación superior, y cómo su persistencia abrió camino para futuras generaciones de científicas.


Marie Curie: Pionera en Radioactividad y Premio Nobel

Marie Curie es, sin duda, una de las científicas más reconocidas en la historia de la química y la física. Nacida en Polonia en 1867, Curie no solo fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel, sino también la única persona en recibirlo en dos categorías diferentes: Física (1903) y Química (1911). Sus investigaciones sobre la radiactividad revolucionaron la ciencia y sentaron las bases para avances en medicina nuclear y radioterapia.

Uno de sus mayores logros fue el descubrimiento de dos elementos químicos: el polonio (nombrado en honor a su país natal) y el radio. A través de experimentos meticulosos con minerales de uranio, Curie demostró que la radiactividad no era el resultado de reacciones moleculares, sino una propiedad atómica. Este hallazgo cambió para siempre la comprensión de la estructura de la materia.

A pesar de su éxito, Curie enfrentó numerosos obstáculos. Como mujer en un campo dominado por hombres, fue excluida de ciertos círculos académicos y su trabajo a menudo fue cuestionado. Además, su laboratorio carecía de los recursos adecuados, y la exposición constante a materiales radiactivos eventualmente afectó su salud, llevándola a una muerte prematura en 1934.

El legado de Marie Curie perdura en la actualidad. Sus investigaciones permitieron el desarrollo de técnicas de diagnóstico por imágenes, como las radiografías, y su ejemplo inspiró a generaciones de mujeres a perseguir carreras científicas. Instituciones como el Instituto Curie en París continúan su labor en la investigación del cáncer y otras enfermedades.


Rosalind Franklin y su Contribución al ADN

Aunque su nombre no es tan conocido como el de Watson y Crick, Rosalind Franklin fue una pieza clave en el descubrimiento de la estructura del ADN. Nacida en Londres en 1920, Franklin se especializó en cristalografía de rayos X, una técnica que permitía observar la estructura molecular de sustancias. Su famosa “Fotografía 51”, una imagen de difracción de rayos X del ADN, fue crucial para determinar su forma de doble hélice.

Sin embargo, Franklin no recibió el reconocimiento que merecía en su época. Su investigación fue utilizada por James Watson y Francis Crick sin su consentimiento explícito, y aunque su trabajo fue fundamental para su modelo de ADN, ellos recibieron el crédito principal. Franklin falleció en 1958, antes de que se otorgara el Premio Nobel a Watson, Crick y Maurice Wilkins en 1962, dejando su contribución en un segundo plano durante años.

Además de su trabajo en el ADN, Franklin realizó importantes contribuciones al estudio de virus y el carbón. Su enfoque riguroso y su habilidad para interpretar datos complejos la convirtieron en una científica excepcional. Hoy, su legado es reivindicado como un ejemplo de excelencia científica y una advertencia sobre los sesgos de género en la ciencia.


Dorothy Crowfoot Hodgkin y la Estructura de Biomoléculas

Dorothy Crowfoot Hodgkin, ganadora del Premio Nobel de Química en 1964, fue una pionera en el uso de la cristalografía de rayos X para determinar la estructura de moléculas biológicas complejas. Entre sus logros más destacados se encuentra la elucidación de la estructura de la penicilina, la vitamina B12 y la insulina.

Hodgkin comenzó su carrera en una época en que pocas mujeres tenían acceso a laboratorios de investigación. A pesar de esto, su trabajo revolucionó la bioquímica y la medicina. La determinación de la estructura de la insulina, por ejemplo, permitió avances cruciales en el tratamiento de la diabetes.

Su método de análisis estructural sentó las bases para el desarrollo de fármacos modernos, ya que permitió entender cómo interactúan las moléculas en el cuerpo. Hodgkin también fue una defensora de la ciencia al servicio de la humanidad, promoviendo la colaboración internacional en investigación médica.


Otras Mujeres Destacadas en la Química

Además de las científicas mencionadas, muchas otras mujeres han hecho contribuciones significativas:

  • Gertrude B. Elion: Premio Nobel en 1988 por el desarrollo de medicamentos como el aciclovir (tratamiento para el herpes) y la azatioprina (usada en trasplantes).
  • Ada Yonath: Premio Nobel en 2009 por sus estudios sobre la estructura del ribosoma, clave para entender la síntesis de proteínas.
  • Stephanie Kwolek: Inventora del Kevlar, un material resistente usado en chalecos antibalas.

Conclusión

Las mujeres en la química han superado barreras para dejar un legado científico invaluable. Desde Marie Curie hasta investigadoras contemporáneas, su trabajo ha transformado la medicina, la biología y la tecnología. Aunque aún persisten desafíos de género en la ciencia, su ejemplo sigue inspirando a nuevas generaciones a romper estereotipos y contribuir al conocimiento humano.

Este artículo destaca solo algunas de las figuras más influyentes, pero hay muchas más cuyas historias merecen ser contadas. Reconocer sus logros no solo es un acto de justicia histórica, sino también una forma de incentivar la diversidad en la investigación científica.

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