Neoplatonismo: Historia, creencias y hechos
¿Qué es el neoplatonismo?
El neoplatonismo es una escuela de pensamiento que surgió en el siglo III d.C. con el filósofo Plotino y ofreció un desarrollo religioso de las ideas platónicas. Combinó la filosofía de Platón con elementos religiosos, especialmente el estudio de las escrituras judías. En consecuencia, el neoplatonismo ejerció influencia en el desarrollo del pensamiento cristiano, judaico e islámico. Esta influencia ayudó a mantener una tradición intelectual continua, uniendo la filosofía griega antigua y la teología medieval.
La escuela de pensamiento neoplatónica deriva su nombre del antiguo filósofo griego Platón. Platón teorizó que el mundo que los humanos perciben con sus sentidos está en constante cambio y, hasta cierto punto, es ilusorio. Sin embargo, los humanos pueden alcanzar el conocimiento de ideas estables, o Formas, que informan el mundo de la percepción. Por implicación, el mundo material en el que existe el cuerpo humano es en cierto sentido “menor” (menos estable, menos cognoscible) que el mundo de las cosas inteligibles como las matemáticas, el alma y las ideas.
La interpretación neoplatónica de estas ideas las amplió, postulando que un principio teórico último podría considerarse Dios. La escuela de pensamiento neoplatónica fue inmensamente influyente. Su combinación de filosofía y elementos religiosos duraría mucho más que el cierre de la Academia Neoplatónica en 529 EC.
Historia del neoplatonismo
El fundador del neoplatonismo fue un filósofo llamado Plotino, que nació a principios del siglo III d.C. Si bien Plotino se consideraba un platónico y pretendía explicar las ideas de Platón, finalmente desarrolló un nuevo sistema filosófico. Plotino comenzó a expandirse hacia el pensamiento original mientras exploraba la cuestión de cómo un Dios perfecto e inteligible crearía un mundo material defectuoso.
Platón había presentado la historia de un Dios que da forma al mundo en su diálogo Timeo. Esta obra ofrece un relato de cómo un Dios llamado Demiurgo creó el mundo material basándose en ideas intemporales, preexistentes e inteligibles. Cabe destacar que el Demiurgo no creó toda la realidad, puesto que la porción inteligible del cosmos, es decir, las ideas, ya existía. Si bien los pensadores de la tradición platónica encontraron evocador el diálogo, no pensaron que proporcionara un principio último satisfactorio para explicar la realidad.
Plotino conjeturó que un principio teórico último podría considerarse Dios. Plotino se refirió a este principio último como el Uno o, a veces, como el Bien. En esencia, el Uno es la mente, concebida como la base de todas las expresiones aparentes de la mente. Todo pensamiento y experiencia se basan en esta idea de Aquel que da lugar a múltiples apariencias, pensamientos y percepciones. En otras palabras, si bien una persona puede tener muchas experiencias, todas esas experiencias se crean a partir de una sola mente.
La Academia Neoplatónica de Atenas fue clausurada por el emperador romano Justiniano en 529 d.C., lo que efectivamente puso fin a su existencia como escuela de pensamiento activa. Varios pensadores más que siguieron los pasos de Plotino dejaron su huella, aunque muy pocos alcanzaron la influencia o el rigor del fundador de la escuela. Una figura tardía del neoplatonismo fue el pensador Proclo, que escribió extensos comentarios sobre las obras de Platón.
¿Cuáles son las creencias del neoplatonismo?
Si bien los pensadores neoplatónicos no son monolíticos, existen algunas creencias ampliamente compartidas en esta escuela de pensamiento. Muchas de estas creencias se centran en la naturaleza exaltada de la mente y la naturaleza caída o inferior de la encarnación. Los neoplatónicos creían ampliamente que:
- El Uno es el principio último de la realidad, lo que significa que todo emana de una mente unificada.
- La aparente multiplicidad de experiencias, en las que hay muchos objetos que percibir y concebir, es resultado de la confusión o del mal. Los humanos deben superar esta confusión y centrarse en alcanzar el conocimiento del Uno.
Los neoplatónicos no estaban de acuerdo sobre cómo alcanzar el conocimiento. Algunos abogaban por la teurgia, buscando la ayuda de los dioses para alcanzar una distancia crítica de su propio estado confuso y encarnado.
Ideas neoplatónicas
El neoplatonismo desarrolló varias ideas innovadoras basadas en la filosofía platónica y la religión monoteísta. Algunas de estas ideas resonaron en otras escuelas religiosas y teológicas, como el gnosticismo, que era un movimiento filosófico y religioso que sostenía que el conocimiento era el camino hacia la salvación. Las ideas neoplatónicas incluyen las siguientes:
- Si bien la mayoría de los neoplatónicos sostenían que el principio último del universo, el Uno, era Dios, muchos neoplatónicos no creían que el Uno creara directamente todo el universo de cosas materiales.
- Algunos escritos neoplatónicos mencionan dioses además de Dios, donde este último se refiere al Uno. Es de suponer que estos otros dioses participan de la inteligencia divina, pero son más directamente responsables de dar forma al mundo material.
- Los neoplatónicos sostenían que la mente, en última instancia, daba lugar a pensamientos y percepciones. A veces este proceso se denomina (quizás engañosamente) “emanación”. Los neoplatónicos creían que la mente, en última instancia, busca causas y, por tanto, sus investigaciones sobre sus pensamientos conducen en última instancia a sí misma.
- Los neoplatónicos que siguieron a Plotino creían que el alma individual, considerada como intelecto, es divina. Sin embargo, el alma se expresa exteriormente en términos de una personalidad que es particular y, por tanto, menos divina. Existe, entonces, el riesgo de que un alma dotada de un intelecto pierda de vista su propia naturaleza divina.
Influencia neoplatónica
El neoplatonismo ejerció una influencia significativa en otros movimientos y escuelas intelectuales y religiosas. Por ejemplo, si bien el neoplatonismo no se convirtió en una doctrina oficial de la iglesia cristiana primitiva, conservó los escritos y enseñanzas de los antiguos griegos dentro de la iglesia. Así, pensadores y teólogos como Santo Tomás de Aquino tuvieron acceso a textos platónicos y aristotélicos. De manera similar, el pensamiento neoplatónico puso la filosofía griega antigua a disposición de pensadores islámicos como Al-Kindi, Al-Farabi y Avicena.
Las ideas neoplatónicas revivieron durante el Renacimiento occidental. Durante esta época, se tradujeron y difundieron especialmente los escritos de Platón y Plotino, que influyeron tanto en filósofos como en artistas. Además, las ideas neoplatónicas influyeron en muchos de los idealistas del período moderno, incluidos Leibniz y Hegel.
Hechos del neoplatonismo
Si bien el neoplatonismo comenzó como un intento de interpretar y comprender la teoría de Platón, se convirtió en una escuela de pensamiento intelectual independiente. Varios hechos sobre el neoplatonismo resaltan aún más su singularidad e importancia:
- El neoplatonismo fue uno de los primeros movimientos sincréticos, lo que significa que buscaba sintetizar elementos de diversas tradiciones, religiones y escuelas.
- Si bien el neoplatonismo presenta una versión de Dios como el principio último del universo, no piensa en el Uno como un hacedor o una personalidad. Esto pone su comprensión de Dios en desacuerdo con el dios de las religiones monoteístas como el cristianismo, el judaísmo y el islam, que conciben a Dios como un hacedor (entre otros aspectos).
- El neoplatonismo es notable en parte porque desapareció como tradición cuando se cerró su escuela, pero despertó siglos después durante el Renacimiento.
Resumen de la lección
El neoplatonismo fue una escuela de pensamiento del siglo III d.C. que inicialmente se centró en interpretar las ideas del antiguo filósofo griego Platón. Platón creó la teoría de las Formas para explicar cómo se requieren ideas eternas e inmutables para explicar y sustentar el siempre cambiante mundo de las apariencias. Siglos después de la muerte de Platón, el filósofo Plotino interpretó las ideas de Platón de maneras novedosas y se convirtió en el primer neoplatónico.
Plotino, al igual que los neoplatónicos que le siguieron, creía que el principio explicativo último del Universo era el Uno, al que a veces llamaban el Bien. El Uno es, en esencia, Dios y es responsable de todos los pensamientos y expresiones de sí mismo. Por lo tanto, aunque los humanos parecen tener múltiples pensamientos, percepciones y experiencias, toda esta diversidad de fenómenos mentales emana del Uno. Los neoplatónicos creían que es posible reconocer que el alma es inteligente y, por tanto, participa de lo divino. Sin embargo, para reconocer la propia unidad con Dios, es necesario superar el apego a las particularidades individuales. Algunos neoplatónicos abogaban por la teurgia, es decir, pedir ayuda a los dioses (dioses intermediarios que dan forma al universo material, no al Uno) para realizar mejor la propia naturaleza divina.
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