Países Involucrados en el Tratado Transpacífico (TPP)

Publicado el 6 mayo, 2025 por Rodrigo Ricardo

Introducción al Tratado Transpacífico (TPP)

El Tratado Transpacífico de Cooperación Económica, conocido como TPP por sus siglas en inglés (Trans-Pacific Partnership), fue un acuerdo comercial multilateral que buscó profundizar la integración económica entre países de la región del Pacífico. Originalmente, el TPP incluyó a 12 naciones con economías diversas, desde potencias globales como Estados Unidos y Japón hasta economías emergentes como Vietnam y Malasia. El objetivo principal del acuerdo fue eliminar barreras arancelarias, establecer estándares comunes en comercio digital, propiedad intelectual y medio ambiente, y promover la cooperación regulatoria entre los miembros. Sin embargo, en 2017, Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump decidió retirarse del acuerdo, lo que llevó a los países restantes a renegociar los términos y formar el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP).

El TPP fue considerado uno de los acuerdos comerciales más ambiciosos de su tiempo, ya que cubrió no solo aspectos tradicionales como la reducción de aranceles, sino también temas complejos como la regulación laboral, protección ambiental y derechos digitales. Los países involucrados representaron aproximadamente el 40% del PIB mundial antes de la salida de EE.UU., lo que demostró su relevancia en la economía global. A pesar de los cambios políticos y económicos que llevaron a su reconfiguración, el TPP (y posteriormente el CPTPP) siguió siendo un modelo influyente para futuros acuerdos comerciales. En este artículo, exploraremos en detalle cada uno de los países que formaron parte del TPP, sus motivaciones para unirse y el impacto que tuvo el acuerdo en sus economías.

Estados Unidos: Liderazgo y Posterior Retirada del TPP

Estados Unidos fue uno de los principales impulsores del TPP durante la administración de Barack Obama, viendo en este acuerdo una herramienta estratégica para fortalecer su presencia económica en Asia-Pacífico y contrarrestar la influencia creciente de China en la región. Para EE.UU., el TPP no solo representó beneficios comerciales, sino también una forma de establecer reglas globales en áreas como propiedad intelectual, comercio electrónico y estándares laborales. Sin embargo, el acuerdo enfrentó fuertes críticas internas, especialmente de sectores que argumentaban que perjudicaría a los trabajadores estadounidenses al facilitar la deslocalización de empleos a países con mano de obra más barata.

La elección de Donald Trump en 2016 marcó un punto de inflexión, ya que una de sus promesas de campaña fue retirar a EE.UU. del TPP, argumentando que el acuerdo era perjudicial para la industria nacional. En enero de 2017, firmó una orden ejecutiva para abandonar el tratado, lo que debilitó significativamente su alcance inicial. A pesar de esto, los demás países continuaron con las negociaciones y firmaron el CPTPP, que mantuvo gran parte del contenido original pero suspendió algunas cláusulas impulsadas por EE.UU., como las relacionadas con patentes farmacéuticas. La salida de EE.UU. también abrió un debate sobre el futuro de su liderazgo en acuerdos comerciales globales y su capacidad para influir en las reglas del comercio internacional.

Japón: Un Actor Clave en el TPP y el CPTPP

Japón desempeñó un papel fundamental en el TPP, especialmente después de la retirada de EE.UU., asumiendo un rol de liderazgo para mantener vivo el acuerdo. Para Japón, el TPP fue una oportunidad para fortalecer sus lazos comerciales con América Latina y otras economías asiáticas, así como para presionar reformas internas en sectores como la agricultura. El gobierno japonés vio en el tratado una forma de impulsar la competitividad de sus empresas en el extranjero y reducir su dependencia del mercado chino. Además, el TPP ofreció a Japón un marco para negociar con EE.UU. en términos más favorables, antes de que este último abandonara el acuerdo.

Tras la salida de EE.UU., Japón trabajó activamente en la consolidación del CPTPP, que entró en vigor en diciembre de 2018. Este nuevo tratado permitió a Japón mantener su influencia en la región Asia-Pacífico y seguir avanzando en la liberalización comercial. Sectores como el automotriz y el tecnológico se beneficiaron de la reducción de aranceles, mientras que la agricultura enfrentó mayores presiones competitivas. A largo plazo, Japón ha visto en el CPTPP una plataforma para promover sus intereses en futuras negociaciones comerciales, incluyendo posibles acuerdos con la Unión Europea y el Reino Unido.

Canadá: Equilibrando Intereses Agrícolas y Globalización

Canadá fue uno de los miembros clave del TPP, viendo en este acuerdo una oportunidad para diversificar sus mercados de exportación y reducir su dependencia económica de Estados Unidos, su principal socio comercial. El sector agrícola canadiense, especialmente la producción de carne de res, cerdo y trigo, se beneficiaría significativamente de la reducción de aranceles en países como Japón y Vietnam. Sin embargo, el acuerdo también generó controversia en Canadá, particularmente en torno a los sectores lácteo y avícola, que operan bajo un sistema de gestión de la oferta que protege a los productores locales mediante cuotas y altos aranceles a las importaciones. El TPP obligó a Canadá a abrir parcialmente estos mercados, lo que generó preocupación entre los agricultores.

Además de los desafíos agrícolas, el TPP también planteó interrogantes sobre su impacto en los precios de los medicamentos, ya que el acuerdo incluía disposiciones que extendían los períodos de protección para patentes farmacéuticas, algo que organizaciones de la sociedad civil criticaron por su posible efecto en el acceso a medicamentos asequibles. Tras la retirada de EE.UU., Canadá apoyó la transición hacia el CPTPP, donde se suspendieron algunas de las cláusulas más controvertidas relacionadas con la propiedad intelectual. A largo plazo, Canadá ha utilizado el CPTPP como una herramienta para fortalecer su presencia en Asia y asegurar acuerdos comerciales alternativos en un contexto de incertidumbre en las relaciones comerciales con EE.UU.

México: Integración Comercial y Diversificación de Mercados

Para México, el TPP representó una estrategia clave para diversificar sus relaciones comerciales más allá de América del Norte, donde su economía está altamente vinculada a Estados Unidos. El acuerdo ofreció a México acceso preferencial a mercados asiáticos, particularmente en sectores como la industria automotriz, electrónica y agroalimentaria. Además, el TPP reforzó las cadenas de suministro globales en las que México participa activamente, facilitando la exportación de manufacturas con componentes importados. Sin embargo, el acuerdo también generó preocupaciones en sectores sensibles como el textil y el calzado, que enfrentarían mayor competencia de países con costos laborales más bajos, como Vietnam.

La decisión de México de permanecer en el CPTPP refleja su compromiso con la integración económica global, incluso después de la renegociación del TLCAN (ahora T-MEC) con EE.UU. y Canadá. El CPTPP ha permitido a México consolidar su posición como un hub manufacturero y atraer inversiones que buscan aprovechar sus tratados de libre comercio con múltiples regiones. No obstante, el éxito del acuerdo dependerá de la capacidad del país para mejorar su competitividad en sectores de alto valor agregado y garantizar que las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) también se beneficien de las oportunidades que brinda el tratado.

Australia: Exportaciones y Estrategia Geopolítica en el Pacífico

Australia fue uno de los defensores más activos del TPP, ya que el acuerdo se alineaba con sus intereses económicos y geopolíticos en la región Asia-Pacífico. Para Australia, el TPP significó un acceso mejorado a mercados clave para sus exportaciones agrícolas, como carne de res, productos lácteos y vino, especialmente en países como Japón y Canadá, donde los aranceles eran tradicionalmente altos. Además, el acuerdo fortaleció los lazos comerciales con socios latinoamericanos como México y Perú, reduciendo la dependencia de China, su principal socio comercial.

Desde una perspectiva estratégica, el TPP (y posteriormente el CPTPP) permitió a Australia posicionarse como un actor influyente en la configuración de las reglas comerciales de la región, en un contexto de creciente rivalidad entre EE.UU. y China. Aunque la salida de EE.UU. del acuerdo fue un golpe, Australia trabajó estrechamente con Japón y otros socios para mantener el CPTPP como un marco alternativo de cooperación económica. Sin embargo, el acuerdo también enfrentó críticas en Australia por sus cláusulas de solución de controversias entre inversores y Estados (ISDS), que algunos argumentaron que podrían limitar la capacidad del gobierno para regular en áreas como salud pública y medio ambiente.

Nueva Zelanda: Un Pequeño País con Grandes Beneficios en el TPP

Nueva Zelanda, aunque una economía pequeña en términos globales, fue uno de los mayores beneficiarios del TPP debido a su alta dependencia de las exportaciones agrícolas. El acuerdo permitió a los productores neozelandeses de lácteos, carne y frutas acceder con ventajas arancelarias a mercados como Japón, México y Canadá, donde antes enfrentaban barreras significativas. El sector lácteo, en particular, vio en el TPP una oportunidad para competir con productos subsidiados de la Unión Europea y EE.UU. Sin embargo, al igual que en otros países, el acuerdo generó preocupaciones sobre su impacto en la soberanía nacional, especialmente en temas como la regulación de medicamentos y los derechos de propiedad intelectual.

Con la transición al CPTPP, Nueva Zelanda logró preservar la mayoría de los beneficios comerciales del TPP original, al tiempo que se suspendieron algunas disposiciones más controvertidas. El país ha utilizado el acuerdo como una plataforma para impulsar su imagen como exportador de productos de alta calidad y sostenibles, algo cada vez más valorado en los mercados internacionales. Además, el CPTPP ha servido como un contrapeso a la influencia económica de China, que sigue siendo el principal destino de las exportaciones neozelandesas pero también representa un riesgo por su volatilidad política y económica.

Singapur: Un Hub Comercial que Fortalece su Posición con el TPP

Singapur, como una de las economías más abiertas y globalizadas del mundo, fue un firme partidario del TPP desde sus inicios. Para Singapur, el acuerdo no solo significó la eliminación de aranceles residuales en algunos sectores, sino también la consolidación de su papel como centro logístico y financiero de Asia-Pacífico. El TPP reforzó las cadenas de suministro regionales en las que Singapur participa activamente, especialmente en industrias como la electrónica, productos farmacéuticos y servicios financieros. Además, el acuerdo incluyó capítulos avanzados sobre comercio digital y facilitación de aduanas, áreas en las que Singapur buscaba establecer estándares globales.

Aunque la salida de EE.UU. del TPP redujo parte de su impacto económico potencial, Singapur siguió comprometido con el CPTPP como una herramienta para promover la integración regional y resistir las presiones proteccionistas. El país también ha utilizado el acuerdo como un modelo para futuras negociaciones comerciales, incluyendo la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), que incluye a China pero excluye a EE.UU. A largo plazo, Singapur espera que el CPTPP sirva como un puente entre las economías de América y Asia, reforzando su estartegia de convertirse en un “hub” global para el comercio y la inversión.

Malasia: Equilibrando crecimiento industrial y proteccionismo

Malasia se unió al TPP con una perspectiva ambivalente, buscando aprovechar las oportunidades de exportación para sus sectores manufactureros -especialmente electrónicos y productos químicos- mientras protegía industrias sensibles como la automotriz y algunos segmentos agrícolas. El país enfrentó intensos debates internos, pues el acuerdo requería reformas estructurales significativas en áreas como empresas estatales y contratación pública que chocaban con políticas económicas establecidas. El sector textil malasio emergió como claro beneficiario, obteniendo acceso preferencial a mercados norteamericanos que antes enfrentaban aranceles del 15-30%.

La participación en el CPTPP permitió a Malasia mantener sus ventajas comerciales mientras renegoció algunas cláusulas sensibles. Curiosamente, la ausencia de EE.UU. benefició temporalmente a la industria automotriz local (Proton, Perodua) que evitó una competencia frontal con gigantes como Ford y GM. Sin embargo, el verdadero impacto se observó en el incremento del 22% en exportaciones de semiconductores a México y Canadá entre 2018-2022, según datos del Ministerio de Comercio Internacional malasio. El acuerdo también aceleró la modernización de las regulaciones digitales del país, atrayendo inversiones tecnológicas de Japón y Singapur.

Vietnam: El mayor ganador relativo del acuerdo

Vietnam emergió como el máximo beneficiario del TPP/CPTPP en términos porcentuales, con un crecimiento estimado del 8% en su PIB a largo plazo según el Banco Mundial. El acuerdo transformó radicalmente su panorama exportador:

  • Las exportaciones textiles y calzado a mercados CPTPP crecieron un 65% entre 2018-2022
  • La inversión extranjera directa en manufacturas se triplicó
  • Se generaron 1.2 millones de nuevos empleos formales

Sin embargo, el país enfrentó desafíos significativos en cumplimiento de estándares laborales y ambientales. El gobierno implementó reformas sin precedentes, incluyendo la legalización de sindicatos independientes y nuevas leyes contra la pesca ilegal. Paradójicamente, la salida de EE.UU. benefició inicialmente a Vietnam al reducir la presión sobre derechos digitales y propiedad intelectual, pero luego incentivó al país a buscar acuerdos bilaterales con Washington para mantener acceso preferencial a ese mercado clave.

Brunei: Un actor pequeño con intereses estratégicos

La participación de Brunei en el TPP respondió más a consideraciones geopolíticas que económicas. Con una economía basada en hidrocarburos (90% de sus exportaciones), el acuerdo ofreció oportunidades limitadas pero estratégicas:

  • Diversificación hacia exportaciones halal (sector alimentario)
  • Atracción de inversiones en logística portuaria
  • Cooperación en energía renovable con Japón y Chile

El país aprovechó las cláusulas de acumulación de origen para desarrollar industrias petroquímicas conjuntas con Singapur y Malasia. Aunque su impacto económico directo fue modesto, el CPTPP reforzó el posicionamiento de Brunei como economía abierta en el Sudeste Asiático, contrastando con tendencias proteccionistas regionales.

Chile: Consolidando liderazgo en acuerdos comerciales

Para Chile, el TPP representó la consolidación de su estrategia de “globalización profunda”. Ya con 29 acuerdos comerciales vigentes, el país buscó:

  • Mejorar acceso para exportaciones agrícolas (frutas, vinos, salmón)
  • Posicionar Santiago como centro financiero para operaciones Asia-América
  • Establecer estándares modernos en comercio digital

El sector vitivinícola chileno aumentó sus exportaciones a Canadá en un 40% tras la entrada en vigor del CPTPP. Sin embargo, el acuerdo generó controversia en el sector farmacéutico, donde organizaciones civiles alertaron sobre posibles alzas en medicamentos. Chile negoció salvaguardas especiales para su sistema de salud pública, creando un modelo que luego replicó en otros acuerdos.

Perú: Oportunidades y desafíos en cadenas globales de valor

La adhesión peruana al TPP tuvo dos caras principales:

  1. Éxitos:
    • Crecimiento del 25% en exportaciones agrícolas no tradicionales (espárragos, arándanos, uvas)
    • Atracción de inversiones mineras canadienses y australianas
    • Modernización de aduanas y procedimientos de comercio exterior
  2. Desafíos:
    • Limitada capacidad industrial para aprovechar cadenas de valor
    • Conflictos ambientales en proyectos mineros bajo mecanismos ISDS
    • Presión competitiva sobre textiles ante Vietnam

El CPTPP obligó a Perú a reformar su sistema de compras públicas y leyes de patentes, generando intensos debates parlamentarios. A mediano plazo, el éxito dependerá de su capacidad para escalar en cadenas productivas más complejas más allá de las materias primas.

Conclusión: El legado del TPP y el futuro del CPTPP

El TPP original representó un experimento audaz en gobernanza económica global, combinando:

  • Liberalización comercial tradicional
  • Regulaciones avanzadas en economía digital
  • Estándares laborales y ambientales vinculantes

Su transformación en CPTPP demostró la resiliencia de la cooperación económica asiático-pacífica incluso sin EE.UU. Los datos muestran resultados dispares:

  • Crecimiento comercial intra-CPTPP del 15% anual desde 2018
  • Más de 50 casos de utilización de reglas de origen acumuladas
  • Pero solo un 30% de las PYMEs miembros reportan aprovechar el acuerdo

El futuro del acuerdo dependerá de:

  1. Posible reingreso de EE.UU. bajo nuevas administraciones
  2. Ampliación a nuevos miembros (Reino Unido, Corea del Sur, China)
  3. Implementación efectiva de capítulos digitales y ambientales

Lo que comenzó como una iniciativa geopolítica se ha convertido en un laboratorio vivo de la globalización del siglo XXI, con lecciones cruciales sobre cómo equilibrar crecimiento económico, soberanía nacional y estándares globales. Los próximos años definirán si este modelo puede escalarse o si será reemplazado por enfoques más regionalizados.

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