¿Qué complicaciones pueden surgir después de una Urostomía?

Publicado el 3 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La urostomía es un procedimiento quirúrgico que desvía el flujo de orina desde los riñones hacia una abertura en el abdomen, conocida como estoma, debido a problemas en el sistema urinario. Aunque esta intervención puede mejorar significativamente la calidad de vida de pacientes con cáncer de vejiga, obstrucciones urinarias o enfermedades congénitas, no está exenta de posibles complicaciones postoperatorias. En este artículo, analizaremos detalladamente las complicaciones más frecuentes tras una urostomía, cómo prevenirlas y qué medidas tomar para manejarlas eficazmente.

Entre las complicaciones más comunes se encuentran las infecciones, problemas en el estoma, alteraciones electrolíticas y complicaciones psicológicas. Cada una de estas puede afectar de manera significativa la recuperación del paciente, por lo que es fundamental un seguimiento médico riguroso. Además, abordaremos aspectos como el cuidado adecuado del estoma, la importancia de una dieta equilibrada y el apoyo emocional necesario para adaptarse a los cambios físicos.


1. Infecciones del Tracto Urinario (ITU) y Pielonefritis

Una de las complicaciones más frecuentes después de una urostomía es el desarrollo de infecciones del tracto urinario (ITU). Dado que la orina se desvía directamente desde los uréteres hacia una bolsa colectora externa, existe un mayor riesgo de contaminación bacteriana. Las bacterias pueden ascender hacia los riñones, provocando pielonefritis, una infección renal grave que puede causar fiebre alta, dolor lumbar y malestar general.

Los pacientes con urostomía deben estar atentos a síntomas como orina turbia, con mal olor o presencia de sangre, ya que estos pueden indicar una infección. Para reducir el riesgo, es esencial mantener una higiene meticulosa al manipular el estoma y cambiar regularmente la bolsa colectora. Además, se recomienda una hidratación adecuada para diluir la orina y facilitar su flujo, disminuyendo así la proliferación bacteriana.

En casos de infecciones recurrentes, el médico puede prescribir antibióticos profilácticos. Sin embargo, el uso excesivo de estos medicamentos puede generar resistencia bacteriana, por lo que su administración debe ser cuidadosamente supervisada. Los pacientes también deben someterse a análisis de orina periódicos para detectar infecciones subclínicas antes de que progresen a complicaciones más graves.


2. Problemas en el Estoma: Estenosis, Retracción y Prolapso

El estoma, siendo una estructura creada quirúrgicamente, puede presentar diversas complicaciones mecánicas que afectan su funcionalidad. Una de ellas es la estenosis estomal, que ocurre cuando la abertura se estrecha debido a la formación excesiva de tejido cicatricial. Esto puede dificultar el paso de la orina, causando dolor e incluso obstrucción urinaria. En casos severos, puede requerirse una reintervención quirúrgica para corregir el problema.

Otra complicación frecuente es la retracción del estoma, donde este se hunde por debajo del nivel de la piel, dificultando el acoplamiento de la bolsa colectora y aumentando el riesgo de fugas. Esto no solo genera incomodidad, sino también irritación cutánea debido al contacto constante con la orina. Para prevenir este problema, los cirujanos deben asegurarse de dejar suficiente longitud en los uréteres durante la operación inicial.

Por último, el prolapso del estoma ocurre cuando una porción del intestino (en caso de urostomías con segmento ileal) protruye a través de la abertura abdominal. Esto puede causar molestias y aumentar el riesgo de estrangulación del tejido, una emergencia médica que requiere atención inmediata. El uso de fajas especiales y evitar esfuerzos físicos excesivos pueden ayudar a prevenir esta condición.


3. Desequilibrios Electrolíticos y Fallo Renal

Los pacientes con urostomía, especialmente aquellos con derivación ileal (usando un segmento del intestino delgado para conducir la orina), pueden experimentar desequilibrios electrolíticos. Esto se debe a que la orina, al estar en contacto prolongado con la mucosa intestinal, provoca la absorción de sustancias como el cloro y el amonio, alterando el pH sanguíneo y generando acidosis metabólica.

Los síntomas de este desbalance incluyen fatiga crónica, debilidad muscular, náuseas y, en casos severos, arritmias cardíacas. Para contrarrestar estos efectos, se recomienda una dieta rica en alimentos alcalinizantes, como frutas y verduras, y una adecuada ingesta de líquidos. En algunos casos, el médico puede indicar suplementos de bicarbonato de sodio para regular el pH.

Si no se controla a tiempo, estos desequilibrios pueden afectar la función renal, llevando a una insuficiencia renal crónica. Por ello, es crucial realizar análisis de sangre periódicos para monitorear los niveles de electrolitos y ajustar el tratamiento según sea necesario.


4. Complicaciones Cutáneas: Dermatitis e Irritación

La piel alrededor del estoma está constantemente expuesta a la orina, lo que puede causar irritación y dermatitis. Esto ocurre principalmente cuando hay fugas en la bolsa colectora o cuando el adhesivo utilizado no es el adecuado para el tipo de piel del paciente. La humedad constante genera maceración cutánea, enrojecimiento y, en casos graves, ulceraciones.

Para prevenir estos problemas, es fundamental utilizar dispositivos de ostomía bien adaptados y cambiar la bolsa con la frecuencia necesaria. También existen cremas barrera y polvos protectores que ayudan a mantener la piel seca y libre de irritaciones. En caso de infecciones fúngicas o bacterianas secundarias, se pueden aplicar tratamientos tópicos con antifúngicos o antibióticos bajo prescripción médica.


5. Impacto Psicológico y Calidad de Vida

Aunque no es una complicación física, el impacto emocional de una urostomía puede ser significativo. Muchos pacientes experimentan ansiedad, depresión o baja autoestima debido a los cambios en su imagen corporal y la dependencia de un dispositivo externo para orinar.

El apoyo psicológico y la educación sobre el manejo de la urostomía son clave para una adaptación exitosa. Grupos de apoyo y terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a los pacientes a enfrentar estos desafíos y mejorar su calidad de vida.


Conclusión

Las complicaciones después de una urostomía varían desde problemas físicos hasta emocionales, pero con un manejo adecuado, pueden minimizarse significativamente. La atención médica continua, una buena higiene y el apoyo emocional son fundamentales para garantizar una recuperación óptima.

Si experimentas síntomas inusuales, consulta inmediatamente a tu especialista para recibir el tratamiento adecuado.

Articulos relacionados