¿Qué opinan las religiones sobre la pena de muerte?

Publicado el 6 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La Pena de Muerte en el Contexto Religioso

La pena de muerte ha sido un tema de debate ético, legal y religioso durante siglos. Las principales religiones del mundo tienen posturas diversas al respecto, influenciadas por sus textos sagrados, tradiciones teológicas y contextos históricos. Mientras algunas doctrinas justifican la aplicación de la pena capital bajo ciertas condiciones, otras la rechazan categóricamente, defendiendo el valor sagrado de la vida humana. Este artículo explora las perspectivas del cristianismo, islam, judaísmo, hinduismo y budismo sobre la pena de muerte, analizando sus fundamentos doctrinales y su evolución en el tiempo.

El debate sobre la pena de muerte no solo implica consideraciones jurídicas, sino también espirituales. Las religiones suelen abordar este tema desde la justicia divina, la misericordia y la posibilidad de redención. En algunos casos, los textos sagrados mencionan explícitamente castigos capitales para ciertos crímenes, mientras que en otros, las interpretaciones modernas han llevado a un rechazo progresivo de esta práctica. Comprender estas posturas es esencial para analizar cómo las creencias religiosas influyen en las políticas públicas y en la percepción social de la justicia.

Además, el contexto histórico juega un papel crucial. Muchas religiones surgieron en épocas donde la pena de muerte era una práctica común, y sus enseñanzas se adaptaron a esas realidades. Sin embargo, con el avance de los derechos humanos y la reflexión teológica contemporánea, algunas corrientes religiosas han modificado su enfoque. Este análisis busca presentar una visión equilibrada, considerando tanto las fuentes tradicionales como las interpretaciones actuales.


El Cristianismo y la Pena de Muerte: Entre la Justicia y la Misericordia

El cristianismo, con sus diversas denominaciones, presenta posturas variadas sobre la pena de muerte. La Biblia contiene pasajes que parecen justificar la pena capital, como en el Antiguo Testamento (Éxodo 21:12: “El que hiera de muerte a otro, morirá”), que establece la ley del talión. Sin embargo, el Nuevo Testamento introduce un enfoque más centrado en la misericordia, como en las enseñanzas de Jesús: “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mateo 5:39).

La Iglesia Católica ha evolucionado en su postura. Mientras que en la Edad Media apoyaba la pena de muerte como medio de justicia, el Catecismo de la Iglesia Católica actual (párrafo 2267) establece que “hoy está mejor comprendido que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes gravísimos”, abogando por su abolición. El Papa Francisco ha sido enfático en rechazar toda forma de pena capital, calificándola como “inadmisible”.

Por otro lado, algunas iglesias protestantes, especialmente en Estados Unidos, mantienen posturas más conservadoras, argumentando que el gobierno tiene la autoridad divina para aplicar castigos severos (Romanos 13:4). Sin embargo, denominaciones como los cuáqueros y menonitas históricamente se han opuesto. En resumen, el cristianismo no tiene una postura unificada, pero la tendencia moderna, especialmente en el catolicismo y el protestantismo liberal, es hacia el rechazo de la pena de muerte.


El Islam y la Pena de Muerte: Ley Sharia y Debate Contemporáneo

El islam, como sistema religioso y legal, contempla la pena de muerte en ciertos casos, basándose en el Corán y los hadices (dichos del profeta Mahoma). Según la sharia, crímenes como el asesinato, la apostasía (en algunas interpretaciones) y el adulterio (en contextos muy específicos) pueden ser castigados con la muerte. El Corán establece: “Y en la ley del talión tenéis vida, oh hombres de entendimiento, para que os abstengáis” (Sura 2:179).

Sin embargo, existen condiciones estrictas para su aplicación, como testigos confiables y la posibilidad de perdón por parte de la familia de la víctima. En países como Arabia Saudita e Irán, la pena de muerte se aplica bajo la sharia, mientras que en naciones de mayoría musulmana más secularizadas, como Turquía, está abolida.

El debate dentro del islam contemporáneo gira en torno a la interpretación de estos textos. Algunos eruditos argumentan que el islam promueve la misericordia y que la pena de muerte debería ser un último recurso. Otros mantienen una visión más literalista. Organizaciones de derechos humanos critican su aplicación en regímenes autoritarios, donde a menudo se usa con fines políticos.

El Judaísmo y la Pena de Muerte: Entre la Ley Bíblica y la Práctica Rabínica

El judaísmo tiene una relación compleja con la pena de muerte. En la Torá (el texto sagrado del judaísmo), se prescribe la pena capital para varios delitos, incluyendo asesinato (Éxodo 21:12), blasfemia (Levítico 24:16) y adulterio (Levítico 20:10). Sin embargo, el Talmud (la interpretación rabínica de la Torá) establece condiciones tan estrictas para su aplicación que, en la práctica, la pena de muerte se volvió casi inexistente en la jurisprudencia judía tradicional.

Los sabios del Talmud argumentaban que un tribunal que ejecutaba a una persona más de una vez cada setenta años era considerado “sanguinario”. Se requerían dos testigos presenciales que advirtieran al acusado antes del crimen, y cualquier duda razonable llevaba a la absolución. Debido a estas rigurosas condiciones, el judaísmo rabínico históricamente ha preferido otras formas de castigo.

En el judaísmo moderno, las corrientes reformistas y conservadoras se oponen abiertamente a la pena de muerte, alineándose con los valores de justicia restaurativa y derechos humanos. Incluso en Israel, donde la ley secular permite la pena capital solo para crímenes de guerra y terrorismo (como en el caso de Adolf Eichmann), su aplicación es extremadamente rara. La mayoría de los rabinos contemporáneos enfatizan la santidad de la vida y la posibilidad de teshuvá (arrepentimiento).


El Hinduismo y la Pena de Muerte: Karma, Dharma y Justicia Real

El hinduismo no tiene una postura unificada sobre la pena de muerte, ya que sus enseñanzas se basan en una variedad de textos sagrados, como los Vedas, el Bhagavad Gita y las Leyes de Manu. Estos textos mencionan castigos severos para crímenes graves, pero también enfatizan conceptos como el karma (la ley de causa y efecto) y el ahimsa (no violencia).

Las Leyes de Manu, un antiguo código legal hindú, permitían la ejecución de criminales en casos extremos, como el asesinato de un brahmán (sacerdote). Sin embargo, el hinduismo también promueve la idea de que el gobernante (o el sistema judicial) debe actuar con justicia y equilibrio, evitando el castigo excesivo.

En la India moderna, la pena de muerte es legal pero se aplica en casos “rarísimos” (como terrorismo, violaciones grupales con muerte o traición). Muchos líderes espirituales hindúes, como Mahatma Gandhi, rechazaron la violencia institucionalizada, incluyendo la pena capital. Sin embargo, algunos grupos nacionalistas hindúes apoyan su uso contra delitos particularmente atroces.


El Budismo y la Pena de Muerte: No Violencia y Compasión

El budismo, basado en las enseñanzas de Siddhartha Gautama (Buda), rechaza categóricamente la pena de muerte debido a su principio fundamental de ahimsa (no dañar a ningún ser vivo). El primer precepto budista prohíbe matar, y esto incluye la ejecución judicial.

En países de tradición budista, como Tailandia y Sri Lanka, la pena de muerte sigue en los códigos legales, pero rara vez se aplica. El Dalái Lama y otros líderes budistas han abogado por su abolición, argumentando que la violencia solo genera más sufrimiento y que la rehabilitación es el camino correcto.

Sin embargo, existen excepciones históricas. En el Japón feudal, algunos gobernantes budistas aplicaron la pena capital, pero siempre con la creencia de que el karma del verdugo y del condenado se vería afectado. Hoy, el budismo contemporáneo insiste en que la justicia debe buscar la transformación del delincuente, no su eliminación.


Conclusiones: Tendencias Globales y Reflexiones Finales

A lo largo de este análisis, observamos que las religiones tienen posturas diversas sobre la pena de muerte, desde la aceptación condicional (islam, judaísmo antiguo) hasta el rechazo absoluto (budismo, cristianismo moderno). Sin embargo, la tendencia global, incluso en tradiciones religiosas que históricamente la justificaron, es hacia la abolición o restricción extrema.

Factores como el avance de los derechos humanos, la secularización de los sistemas legales y una mayor reflexión teológica sobre la misericordia han influido en este cambio. Aunque algunos grupos fundamentalistas aún defienden su uso, la mayoría de las corrientes religiosas contemporáneas promueven alternativas como la cadena perpetua o la justicia restaurativa.

En última instancia, el debate sobre la pena de muerte sigue siendo un tema profundamente ético y espiritual. Las religiones, como guías morales, continúan desempeñando un papel crucial en este diálogo, ya sea defendiendo la justicia divina o abogando por la redención y el perdón.

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