Reconciliación de Filosofía y Teología Islámica de Al-Farabi

Publicado el 5 octubre, 2020 por Rodrigo Ricardo

El tema de Dios

A medida que aprenda filosofía, notará que diferentes pensadores tratan el tema de Dios de manera diferente. Para algunos, el tema de una deidad juega un papel central, para otros, un papel detrás de escena, y para otros, ningún papel en absoluto. En esta lección, veremos a un filósofo musulmán de la Edad de Oro islámica en el siglo X, conocido como Al-Farabi , que pretendía comprender la conexión entre Dios y el conocimiento. Exploró áreas tan diversas como la ciencia, la educación y la música, y en su filosofía, su objetivo era explicar cómo los humanos llegan a saber lo que sabemos.

El papel de Dios

Para Al-Farabi, Dios era fundamental para todo lo que existe, como conocedor y creador de todo. Para él, la religión y la filosofía estaban muy relacionadas y eran formas diferentes de describir la misma realidad. Vio el trabajo de filósofos como él para obtener un mayor conocimiento del intelecto. En última instancia, vio al ser humano perfecto como alguien que ha desarrollado la virtud a través de este trabajo. Para él, la virtud y el conocimiento del intelecto son ideas conectadas.

Hoy, podría pensar en estos como dos mundos diferentes. Por ejemplo, podría pensar que practicar un comportamiento moral, como ayudar a una persona necesitada, es una especie de virtud, mientras que aprender ciencias aumenta su conocimiento intelectual. Al-Farabi vio a los dos como interrelacionados, y ambos relevantes para el alma humana.

Intelecto activo

Al-Farabi a menudo se describe como ‘el segundo maestro’, siguiendo al antiguo filósofo griego Aristóteles, que fue llamado ‘el primer maestro’. El trabajo de Aristóteles tuvo un efecto significativo en la filosofía de Al-Farabi. Tanto Aristóteles como Al-Farabi estaban interesados ​​en un concepto llamado intelecto activo , a veces traducido como ” el intelecto agente “. Según Al-Farabi, el intelecto activo es la clave para el desarrollo del conocimiento humano e involucra una fuerza fuera de los humanos y Dios que permite a los humanos acceder a ideas divinas abstractas. Se considera que este intelecto activo proviene de un desbordamiento de intelecto de Dios.

Desde el punto de vista de Al-Farabi, no estamos actuando por nuestra cuenta cuando miramos alrededor del mundo y determinamos que ciertas cosas son ciertas y otras no. A través de la razón, una persona puede observar el mundo material y pensar racionalmente en él, pero es más que esa capacidad lo que le da a una persona la verdad sobre las cosas. El intelecto activo juega un papel en la toma de lo que potencialmente podríamos saber y hace posible que lo comprendamos realmente por lo que es. Esto le ayudó a explicar cómo los profetas, como Mahoma, que son fundamentales para las creencias islámicas, podían recibir revelación de Dios. Más allá de la profecía, incluso lo que vemos a nuestro alrededor en la vida cotidiana es comprendido por nuestros sentidos y mente racional solo a través de la intervención de este intelecto activo.

Felicidad humana

Con todo este interés en el intelecto, podría suponer que la visión del conocimiento de Al-Farabi tiene poco que ver con la felicidad humana. De hecho, ese no es el caso. De hecho, Al-Farabi vio la felicidad como el objetivo final del intelecto activo. Al exponernos a la comprensión de lo divino, podríamos comprender las verdades y mantenernos alineados con lo que es natural y bueno.

Aquí hay otra forma de describir sus puntos de vista: Dios es el bien supremo y, como filósofo, una persona puede trabajar para comprender mejor a Dios. Este trabajo para comprender mejor a Dios acerca a la persona a esas cosas buenas. Entonces, ser virtuoso y trabajar para comprender el intelecto en funcionamiento son formas de lograr la máxima felicidad. La religión y la filosofía están conectadas de esta manera para Al-Farabi y para muchos filósofos que siguieron su ejemplo.

Resumen de la lección

Conocido como ‘el segundo maestro’, Al-Farabi fue un filósofo musulmán de la Edad de Oro islámica que veía la religión y la filosofía como muy relacionadas. En su opinión, Dios era fundamental para todo lo que existe, por lo que el trabajo de un filósofo era acercarse más a la comprensión de Dios. ¿Cómo adquiere un ser humano el conocimiento? Uno de los jugadores clave es el intelecto activo , una fuerza fuera de los humanos y Dios que permite a los humanos acceder a ideas divinas abstractas. El objetivo del intelecto activo es la felicidad humana. En opinión de Al-Farabi, un ser humano perfecto buscará el conocimiento del intelecto y desarrollará la virtud. Su enfoque ayudó a crear un vínculo entre la teología islámica y la teoría filosófica sobre cómo los humanos adquieren conocimiento.

Los resultados del aprendizaje

Logre los siguientes objetivos cuando haya trabajado en esta lección:

  • Recuerde los logros de Al-Farabi
  • Resumir la opinión de Al-Farabi sobre el papel de Dios en la existencia
  • Desarrollar sobre el intelecto activo y la forma en que fue visto por Al-Farabi
  • Discutir la forma en que Al-Farabi combinó a Dios, el intelecto activo y la felicidad humana en una sola filosofía.

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