Teoría de la epidemiología crítica (Nancy Krieger)

Publicado el 4 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

Introducción a la Teoría de la Epidemiología Crítica

La Teoría de la Epidemiología Crítica, desarrollada por la destacada investigadora Nancy Krieger, representa un marco conceptual innovador que busca entender las desigualdades en salud desde una perspectiva social, política y económica. A diferencia de los enfoques tradicionales de la epidemiología, que suelen centrarse en factores de riesgo individuales, la epidemiología crítica examina cómo las estructuras de poder, la discriminación y las injusticias sistémicas moldean los patrones de enfermedad y bienestar en las poblaciones. Este paradigma ha ganado relevancia en las últimas décadas, especialmente en el contexto de crisis sanitarias globales, donde las desigualdades se han exacerbado.

Krieger argumenta que la salud no puede analizarse de manera aislada, sino que debe entenderse dentro de un contexto histórico y social. Su teoría se basa en el concepto de “ecosocial theory”, que integra múltiples niveles de influencia, desde lo biológico hasta lo societal. Este enfoque ha permitido identificar cómo el racismo, el sexismo, la pobreza y otras formas de opresión generan disparidades en el acceso a la salud. Por ejemplo, estudios basados en esta teoría han demostrado que las comunidades marginadas sufren mayores tasas de enfermedades crónicas, menor esperanza de vida y peores resultados en salud mental.

Además, la epidemiología crítica desafía la neutralidad científica, señalando que la investigación en salud debe ser explícitamente política para transformar las condiciones que perpetúan la inequidad. En este sentido, Krieger propone que los epidemiólogos no solo deben describir las desigualdades, sino también abogar por políticas públicas que las eliminen. Este artículo explora los fundamentos teóricos, las aplicaciones prácticas y las críticas a este enfoque, destacando su importancia en la salud pública contemporánea.

Fundamentos Teóricos de la Epidemiología Crítica

El núcleo de la Teoría de la Epidemiología Crítica radica en su enfoque multidisciplinario, que combina elementos de la epidemiología social, la teoría crítica y las ciencias políticas. Nancy Krieger sostiene que las enfermedades no se distribuyen al azar, sino que son el resultado de procesos históricos y sociales profundamente arraigados. Uno de sus principales aportes es el modelo “ecosocial”, que analiza cómo las jerarquías sociales (como la clase, la raza y el género) interactúan con los mecanismos biológicos para producir inequidades en salud.

Un aspecto clave de esta teoría es el concepto de “embodiment” (corporalización), que se refiere a cómo las experiencias sociales se materializan en el cuerpo humano. Por ejemplo, el estrés crónico derivado de la discriminación racial puede traducirse en mayores niveles de cortisol, lo que incrementa el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Este enfoque ha sido fundamental para entender por qué ciertos grupos poblacionales, como las comunidades afrodescendientes o las personas en situación de pobreza, presentan peores indicadores de salud incluso en países con sistemas sanitarios avanzados.

Krieger también critica el reduccionismo biomédico, que atribuye las enfermedades únicamente a factores genéticos o conductuales, ignorando el contexto estructural. En contraste, la epidemiología crítica propone un análisis más holístico, considerando factores como el acceso a vivienda digna, condiciones laborales justas y políticas de redistribución de riqueza. Este marco ha inspirado numerosas investigaciones que demuestran, por ejemplo, cómo las reformas neoliberales han exacerbado las brechas en salud al debilitar los sistemas de protección social.

Aplicaciones Prácticas en Investigación y Políticas Públicas

La Teoría de la Epidemiología Crítica no solo es un marco teórico, sino que ha tenido aplicaciones concretas en investigaciones y políticas de salud. Uno de los campos donde más impacto ha tenido es en el estudio de las desigualdades raciales y de género en salud. Por ejemplo, estudios basados en este enfoque han revelado que las mujeres afrodescendientes en Estados Unidos tienen mayores tasas de mortalidad materna debido a la combinación de racismo estructural y falta de acceso a servicios médicos de calidad.

Otro ejemplo es el análisis de los determinantes sociales de la COVID-19. La pandemia dejó en evidencia cómo las condiciones socioeconómicas influyen en la vulnerabilidad ante enfermedades infecciosas. Las personas de bajos ingresos, los trabajadores informales y las minorías étnicas fueron afectadas de manera desproporcionada, no por factores biológicos, sino por su exposición laboral, hacinamiento y limitado acceso a atención médica. La epidemiología crítica proporcionó herramientas para entender estos patrones y exigir respuestas políticas más equitativas.

En América Latina, este enfoque ha sido utilizado para analizar cómo las políticas de austeridad afectan la salud pública. Investigaciones en países como Brasil y México han mostrado que los recortes en programas sociales aumentan la incidencia de enfermedades prevenibles, como la desnutrición infantil y las infecciones respiratorias. Krieger argumenta que, sin un cambio estructural, las intervenciones sanitarias seguirán siendo insuficientes. Por ello, aboga por la integración de la justicia social en las agendas de salud global.

Críticas y Limitaciones del Enfoque

A pesar de sus contribuciones, la Teoría de la Epidemiología Crítica no está exenta de críticas. Algunos investigadores argumentan que su enfoque es demasiado político, lo que podría comprometer la objetividad científica. Los defensores de la epidemiología tradicional sostienen que el análisis de factores individuales (como hábitos de vida y genética) sigue siendo esencial para entender las enfermedades. Sin embargo, Krieger responde que ignorar las estructuras sociales conduce a soluciones superficiales que no abordan las causas profundas de las inequidades.

Otra limitación es la dificultad para operacionalizar sus conceptos en estudios cuantitativos. Métricas como el “racismo estructural” o la “explotación laboral” son complejas de medir, lo que ha llevado a algunos académicos a cuestionar su aplicabilidad en investigaciones empíricas. No obstante, en los últimos años se han desarrollado metodologías innovadoras, como el uso de índices de desigualdad y sistemas de georreferenciación, que permiten cuantificar estos fenómenos con mayor precisión.

Finalmente, algunos críticos señalan que, aunque el enfoque es valioso para diagnosticar problemas, ofrece menos herramientas para solucionarlos. Krieger reconoce este desafío, pero insiste en que el primer paso para cambiar las inequidades es hacerlas visibles. Su trabajo ha inspirado movimientos sociales y políticas públicas orientadas a la justicia en salud, demostrando que la epidemiología no puede ser neutral ante la injusticia.

Conclusión: Hacia una Salud Pública más Justa

La Teoría de la Epidemiología Crítica de Nancy Krieger ha revolucionado la manera en que entendemos la salud y la enfermedad. Al integrar perspectivas sociales, políticas y biológicas, este enfoque proporciona un marco robusto para analizar y combatir las inequidades en salud. Su relevancia es particularmente clara en un mundo donde las crisis económicas, ambientales y sanitarias afectan de manera desigual a las poblaciones más vulnerables.

Aunque enfrenta críticas, su impacto en la investigación y las políticas públicas es innegable. Al desafiar el status quo y promover una ciencia comprometida con la justicia social, Krieger ha sentado las bases para una salud pública más equitativa. En el futuro, será esencial seguir desarrollando metodologías que permitan aplicar sus principios en intervenciones concretas, asegurando que nadie quede atrás en el camino hacia el bienestar colectivo.

Este artículo ha explorado los fundamentos, aplicaciones y debates en torno a esta teoría, destacando su papel crucial en la lucha por un mundo más sano y justo. La epidemiología crítica no es solo una herramienta académica, sino un llamado a la acción para transformar las estructuras que determinan quién vive, quién enferma y quién muere.

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