Teoría de la violencia urbana (Loïc Wacquant)

Publicado el 4 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

Introducción a la Teoría de la Violencia Urbana

La teoría de la violencia urbana desarrollada por Loïc Wacquant ofrece un marco analítico fundamental para comprender las dinámicas de exclusión, marginalidad y conflicto en las ciudades contemporáneas. Wacquant, sociólogo francés discípulo de Pierre Bourdieu, centra su investigación en los mecanismos estructurales que perpetúan la desigualdad en los espacios urbanos, particularmente en los guetos y barrios periféricos. Su enfoque se distingue por integrar elementos de la economía política, la sociología urbana y la criminología crítica, lo que permite una visión holística de la violencia no como un fenómeno aislado, sino como el resultado de procesos históricos y socioeconómicos.

En este contexto, Wacquant argumenta que la violencia urbana no puede reducirse a meros actos delictivos individuales, sino que debe entenderse como una manifestación de la “marginalidad avanzada”, un concepto clave en su obra. La marginalidad avanzada se refiere a la exclusión sistemática de ciertos grupos sociales del mercado laboral, el acceso a vivienda digna y los servicios públicos, lo que genera territorios abandonados por el Estado y dominados por economías informales y, en muchos casos, ilícitas. Esta perspectiva desafía las narrativas mediáticas y políticas que estigmatizan a los habitantes de estas zonas, atribuyéndoles una propensión innata hacia la violencia.

Además, Wacquant critica las políticas de seguridad que criminalizan la pobreza, como el “urbanismo militarizado” o el despliegue excesivo de fuerzas policiales en barrios vulnerables. Según él, estas medidas no solo fracasan en reducir la violencia, sino que la intensifican al profundizar la brecha entre el Estado y las comunidades marginadas. En las siguientes secciones, exploraremos con mayor profundidad los pilares teóricos de su obra, su aplicación en contextos urbanos específicos y las críticas que ha recibido su enfoque.

Los Cuatro Pilares de la Teoría de Wacquant

1. Marginalidad Avanzada y Exclusión Estructural

Uno de los aportes más significativos de Wacquant es el concepto de “marginalidad avanzada”, que describe una forma de exclusión social distintiva de las sociedades postindustriales. A diferencia de la marginalidad tradicional, vinculada a la pobreza rural o a la falta de industrialización, la marginalidad avanzada surge en entornos urbanos donde el Estado retira su presencia, dejando a las comunidades sin acceso a empleo formal, educación de calidad o infraestructura básica. Wacquant señala que este fenómeno es especialmente visible en ciudades como Chicago (EE.UU.) o París (Francia), donde los guetos racializados y las banlieues (barrios periféricos) se convierten en territorios de abandono institucional.

Este abandono no es accidental, sino el resultado de políticas neoliberales que priorizan la privatización de servicios públicos y la flexibilización laboral. Como consecuencia, los habitantes de estas zonas quedan atrapados en ciclos de precariedad, donde la economía informal—y en algunos casos, el crimen organizado—se convierten en las únicas alternativas de supervivencia. Wacquant enfatiza que la violencia en estos contextos no es una patología cultural, como sugieren algunos estereotipos, sino una respuesta racional a condiciones estructurales de desposesión.

2. El Estado Penal y la Criminalización de la Pobreza

Otro eje central de la teoría de Wacquant es el análisis del “Estado penal”, un término que describe la creciente dependencia de las instituciones públicas en el sistema carcelario y las fuerzas de seguridad para gestionar los problemas sociales. En lugar de invertir en políticas sociales que aborden las causas profundas de la desigualdad—como el desempleo o la segregación espacial—, los gobiernos optan por estrategias represivas que estigmatizan a los pobres urbanos.

Wacquant demuestra cómo, en países como Estados Unidos, el encarcelamiento masivo de poblaciones afrodescendientes y latinas funciona como un mecanismo de control social, perpetuando la marginalidad en lugar de resolverla. En Europa, aunque con matices, observa tendencias similares en el tratamiento de inmigrantes y jóvenes de barrios periféricos, quienes son frecuentemente asociados con la delincuencia sin considerar los factores estructurales que los rodean.

3. Guetos y Banlieues: Territorios de Estigma y Resistencia

Wacquant diferencia entre “guetos” y “banlieues”, dos formas de segregación urbana con dinámicas distintas. Mientras que los guetos estadounidenses—como los de Chicago o Detroit—son producto de décadas de políticas racistas (como las “redlining” que negaban créditos a barrios afroamericanos), las banlieues francesas surgen de la concentración de inmigrantes en viviendas sociales degradadas.

En ambos casos, sin embargo, el estigma territorial juega un papel crucial en la reproducción de la violencia. Los residentes de estos barrios son percibidos como peligrosos por el resto de la sociedad, lo que limita sus oportunidades laborales y refuerza su aislamiento. Wacquant destaca que, pese a estas condiciones, muchas comunidades desarrollan formas de resistencia y solidaridad, aunque estas rara vez son reconocidas por los medios o las autoridades.

4. Críticas y Limitaciones de la Teoría

Aunque la obra de Wacquant ha sido ampliamente influyente, no está exenta de críticas. Algunos académicos argumentan que su enfoque puede ser demasiado determinista, minimizando la agencia individual de quienes habitan los barrios marginales. Otros señalan que su comparación entre guetos estadounidenses y banlieues europeas ignora diferencias históricas y culturales clave.

Pese a esto, su teoría sigue siendo una herramienta valiosa para analizar la violencia urbana desde una perspectiva estructural, alejada de discursos simplistas que culpan a las víctimas de su propia opresión.

Conclusiones: Hacia Políticas Urbanas Inclusivas

La teoría de Loïc Wacquant invita a repensar las estrategias para combatir la violencia urbana, destacando la necesidad de políticas que prioricen la inclusión social sobre la represión. Solo abordando las raíces económicas y espaciales de la marginalidad será posible construir ciudades más justas y seguras para todos.

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