Apostasía: Definición y ejemplos
¿Qué es la apostasía?
La apostasía se define como el acto de renunciar o abandonar la propia religión. También puede estar asociado con la negativa a adoptar o seguir una determinada religión (generalmente dentro de un territorio controlado por esa religión). La definición de apóstata es alguien que realiza esta acción, y la religión en cuestión puede tener sanciones o castigos dirigidos contra esa persona. La cuestión de la apostasía, y si debe ser castigada y cómo, ha sido una preocupación principalmente en las religiones abrahámicas, que son las religiones que tienen sus raíces en Abraham, incluido el judaísmo, el cristianismo y el islam. Si bien el cristianismo solía practicar el castigo de la apostasía, ya no lo hace. El Islam, sin embargo, todavía censura a quienes abandonan la religión.
Apostasía en el cristianismo
La cuestión de la apostasía ha ocupado el pensamiento cristiano desde los primeros días de la religión. Antes de convertirse en una religión dominante, algunos cristianos renunciaron a su religión cuando fueron perseguidos por los romanos. Existía la pregunta de cómo tratar a aquellos que habían renunciado oficialmente al cristianismo pero querían regresar a la Iglesia, y la respuesta en general fue evitarlos. Sin embargo, una vez que el emperador romano adoptó el cristianismo, la situación cambió. Al menos algunos teólogos consideraban la apostasía un delito tan grave como el adulterio o el asesinato. La excomunión era el castigo predominante. Los estados cristianos utilizaron además otros medios, como la suspensión de los derechos civiles y la tortura, para provocar retractaciones.
Apostasía en el hinduismo
Las religiones orientales, como el hinduismo, rara vez han considerado la apostasía con el mismo grado de dureza que las religiones abrahámicas. En consecuencia, el hinduismo no ha empleado un castigo codificado o una forma de censura contra quienes abandonan la religión. Presumiblemente, esto se debe al hecho de que dentro de las creencias hindúes, la fe religiosa no está ligada a ninguna forma de salvación. Los proverbiales riesgos de ser miembro de una religión, entonces, son menores. Sin embargo, algunas formas informales de censura social ocurren cuando, por ejemplo, alguien renuncia a su fe y se casa con alguien de una religión opuesta. Así, por ejemplo, las mujeres que se casan con hombres musulmanes a veces son excluidas de sus clanes o familias.
Apostasía en el budismo
El budismo, al igual que el hinduismo, no tiene una censura o castigo oficial dirigido contra los apóstatas. El budismo no tiene una noción de salvación ni siquiera fe en un dios. Más bien, el budismo se centra en la iluminación y la realización de las verdades sobre el cosmos y el yo. Aún así, hay algunos contextos en los que renunciar al budismo enfrenta censura. Más específicamente, en estados budistas autoritarios, como Birmania, convertirse a una religión alejada del budismo puede tener graves consecuencias sociales.
Apostasía en el Islam
La religión del Islam todavía abraza el castigo contra los apóstatas. Múltiples pasajes del Corán, el principal texto religioso islámico, hablan de la gravedad del delito de apostasía, aunque estos pasajes no son unívocos en cuanto al castigo adecuado. Sin embargo, surgió una tradición en la que la apostasía ha llegado a considerarse castigada con la muerte, al menos para los hombres. Las mujeres, en cambio, pueden ser castigadas con cadena perpetua.
Por supuesto, no todos los musulmanes están de acuerdo en este punto. Algunos consideran que las tradiciones islámicas pueden (y deben) cambiarse para que estén más en consonancia con las creencias contemporáneas sobre los derechos humanos. Sin embargo, varios países musulmanes todavía practican la pena capital por apostasía, entre ellos Arabia Saudita, Yemen, Irán, Sudán, Afganistán, Mauritania y Comoras. Otros estados musulmanes han utilizado castigos menos severos, como el encarcelamiento o los azotes.
Apostasía en el judaísmo
Históricamente, el judaísmo ha considerado la apostasía como un acto castigado con la muerte (como se detalla en Deuteronomio). Al menos originalmente, la apostasía y el acto de convertir a la gente fuera del judaísmo se consideraban una rebelión contra Dios. A pesar del duro castigo detallado en su texto religioso, las comunidades judías rara vez han sido tan duras al castigar a los apóstatas. En particular, la tradición judía relaciona la apostasía generalizada del pueblo judío con la destrucción del reino de Israel. Aún así, queda poca evidencia de que las comunidades judías impongan castigos contra los apóstatas, y ciertamente no en la escala esperada, dada la gravedad del crimen que se consideraba.
Curiosamente, durante la Inquisición española, se cambiaron las normas sobre la apostasía. Muchos rabinos consideraban aceptable la conversación explícita para evitar la muerte o la expulsión, porque el judaísmo podía preservarse mediante los propios actos. Así, algunos judíos profesaban abiertamente ser cristianos, aunque en privado seguían siendo judíos practicantes. A estas personas se les llamaba marranos. En el judaísmo contemporáneo, quienes renuncian al judaísmo a veces son rechazados. Incluso se les puede llorar como si hubieran muerto.
Ejemplos de apostasía
Tanto en la actualidad como a lo largo de la historia, ha habido varios casos de apostasía de alto perfil. Si bien la apostasía a veces ha sido ejecutada (y todavía lo es en algunos países), no todos los apóstatas han tenido finales violentos.
- Salman Rushdie : este famoso autor contemporáneo es considerado un apóstata del Islam. A pesar de vivir fuera de países musulmanes, ha sido objeto de asesinato (religioso).
- Shabbatai Zevi: Shabbatai era un famoso místico judío. En 1566 se convirtió al Islam, aunque bajo amenaza de muerte. Aun así, todavía se le consideraba una figura religiosa importante, incluso entre algunos judíos.
- Steven Hassan: Hassan se había convertido en miembro de la Iglesia de la Unificación, una secta fundada en los años 50, después de haber sido secuestrado. Cuando un accidente obligó a Hassan a permanecer en un hospital para recuperarse, se reunió con su familia. Su tiempo alejado de la secta le permitió a su familia desprogramarlo de la mentalidad de la secta. Desde entonces, él mismo se ha convertido en un desprogramador.
Resumen de la lección
La apostasía es el acto de renunciar o abandonar la propia religión (o de convertirse a otra). Un apóstata, aquel que ha realizado tal renunciación, puede recibir castigos y censuras de miembros de su religión anterior, lo que hace que la apostasía sea una empresa arriesgada. Considerar la apostasía como un delito (o pecado) punible se ha asociado principalmente con las religiones abrahámicas. Estas religiones consideran a Abraham una figura religiosa importante e incluyen el Islam, el judaísmo y el cristianismo. Las religiones orientales, como el hinduismo y el budismo, no han codificado la apostasía como un delito y, en consecuencia, no la tratan con tanta dureza. Sin embargo, en algunos contextos y sociedades, la apostasía o el matrimonio con un miembro de otra religión pueden recibir censuras informales.
El judaísmo, el cristianismo y el islam han impuesto diversos castigos a los apóstatas. En el judaísmo, la apostasía se ha considerado tan grave que se debe castigar con la muerte, aunque hay poca evidencia que demuestre que este castigo se aplica comúnmente. Durante la Inquisición española, algunos judíos se convirtieron al cristianismo en público pero siguieron siendo miembros de la religión judía en privado. Fueron llamados Marranos y no fueron censurados por la comunidad judía. En el cristianismo, quienes cometían apostasía eran rechazados, excomulgados, torturados o suspendidos sus derechos civiles. Muchos pasajes del principal texto religioso islámico, el Corán, son muy críticos con la apostasía. Hasta el día de hoy, algunos países musulmanes todavía aplican la pena de muerte a los apóstatas. Uno de los apóstatas más famosos es Salman Rushdie, un apóstata contemporáneo del Islam, cuya vida ha sido amenazada por agentes religiosos musulmanes.
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