Cómo el avance de la tecnología informática afecta la ley

Publicado el 11 diciembre, 2020 por Rodrigo Ricardo

Tecnología y derecho

La tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas. Nos mantenemos conectados con todas las personas en nuestras vidas a través de varias aplicaciones y sitios de redes sociales. Muchas personas han encontrado formas de utilizar esta tecnología para iniciar negocios y ganar dinero. Todo esto existe en un mundo digital que a veces no tiene presencia física en el mundo real: no hay escaparates de tiendas físicas, no hay efectivo para cambiar de manos y no hay papeles para barajar.

Pero, ¿qué pasa cuando te roban en este mundo digital? ¿Qué pasa con el negocio digital que ha creado cuando muere? En este momento, la ley carece de su capacidad para abordar estos problemas como puede hacerlo en el mundo físico. Problemas como la falta de protección legal, jurisdicción, derecho contractual y derechos de propiedad intelectual han pasado a primer plano a medida que el mundo legal trata de mantenerse al día con el avance de la tecnología.

Propiedad intelectual

La mayoría de las personas utilizan todo tipo de redes sociales en su día a día, pero ¿alguna vez pensaste qué pasaría con tu vida digital si mueres? Sus pensamientos, reflexiones, imágenes y videos ahora están atrapados en el mundo digital que está más allá del control de sus seres queridos y posiblemente podría convertirse en un blanco fácil para actividades ilegales. A diferencia de su propiedad real (como una casa o un automóvil) que puede dividirse mediante un testamento, fideicomiso o algún otro documento legal, su mundo digital existe como propiedad intelectual , es decir, no tiene una presencia física real.

La preocupación por la ley es determinar si Internet es un verdadero espacio físico o un mundo en sí mismo sin fronteras tangibles. Sin una presencia física, es difícil determinar la propiedad de las cuentas digitales de un individuo, y esto deja a los seres queridos del difunto con poca capacidad para controlar o salvaguardar los datos del difunto. Los derechos de propiedad intelectual generalmente están relacionados con los litigios civiles, pero también son uno de los muchos obstáculos que enfrentan las fuerzas del orden a medida que avanza la tecnología.

Jurisdicción

Otra dificultad que enfrentan las fuerzas del orden cuando se trata de delitos tecnológicos es la jurisdicción. Tomemos el ejemplo de una persona que vive en Malasia y que usa su computadora allí para enviar un proxy a un servidor en Túnez con el fin de robar datos de personas en Holanda. ¿Quién tiene jurisdicción? Tres países distintos están involucrados, cada uno con su propia legislación y sistemas judiciales. Si bien existen algunos tratados y convenciones internacionales que ayudan a estos países a trabajar entre sí, todavía hay un lío de trámites burocráticos y obstáculos para las fuerzas del orden y las víctimas.

Este es solo uno de los desafíos que enfrentan las fuerzas del orden. Las leyes surgen debido a las reacciones a los mercados, las tendencias, las normas y la preocupación general del público. Entonces, si bien la tecnología puede evolucionar a un ritmo rápido en función de estas cosas, la ley tiene muchas más dificultades para adaptarse.

Derecho contractual

Una de las herramientas más importantes en los negocios es un contrato que permite a ambas partes expresar sus expectativas y deseos y definir la compensación. Los contratos se redactan para el empleo, para compras como casas o vehículos, e incluso para bodas. Durante siglos, los contratos se escribieron, firmaron y sellaron, lo que llevó a todos a mantener montones de papel a su alrededor. A medida que llegamos al siglo XXI, la tecnología ha permitido que el antiguo contrato ingrese al mundo digital.

Mediante el uso de programas para convertir documentos en archivos de formato de documento (PDF) portátiles que ahorran espacio, ya no hay necesidad de salas de archivos masivas llenas de archivadores de papeleo. La tecnología ha llegado incluso a permitir que las personas firmen digitalmente estos documentos sin siquiera tocar el papel con un lápiz. A medida que esta tecnología se ha vuelto cada vez más disponible, el derecho contractual ha tenido que adaptarse a lo que constituye una firma si una persona no firma nada físicamente.

Intereses legislativos

La tecnología está en constante evolución, por lo que nos hemos acostumbrado a que los productos se vuelvan más pequeños, más rápidos, más innovadores e intuitivos. Los avances tecnológicos parecen duplicarse cada dos años, volviendo obsoletas muchas cosas después de cinco años. Esto hace que sea extremadamente difícil para los legisladores mantenerse al día cuando se considera que la ley promedio tarda cinco años en redactarse y entrar en vigencia.

Echemos un vistazo a los teléfonos inteligentes, ya que son un gran ejemplo de la rapidez con la que evoluciona la tecnología. Si posee un teléfono inteligente, también está familiarizado con la frecuencia con la que se actualizan las cosas. Ya sean aplicaciones o sistemas operativos, parece que algo se actualiza constantemente. Algunas de estas actualizaciones son para proteger a los usuarios y abordar fallas de seguridad y exploits que se utilizan en delitos.

Cuando observa nuestro sistema legislativo, puede llevar años elaborar un proyecto de ley para brindar protección a los usuarios finales, y una vez que el proyecto de ley se convierte en ley, pueden ser necesarios varios casos de prueba para sentar un precedente y desarrollar la funcionalidad del ley. Esta brecha deja a muchas personas vulnerables. Si bien los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los órganos de la fiscalía utilizan todo lo que pueden a su disposición para abordar las crecientes preocupaciones de los delitos cibernéticos, hay áreas del derecho civil que también sufren esta diferencia.

Resumen de la lección

Como puede ver, la tecnología es una herramienta maravillosa que nos ha avanzado a pasos agigantados, pero al mismo tiempo, también se han producido ciertas ramificaciones legales. El largo lapso de tiempo entre un proyecto de ley y una ley, mientras que la tecnología cambia aproximadamente cada dos años, crea una desconexión entre estos campos. Las organizaciones policiales enfrentan tremendas dificultades y burocracia para encontrar quién tiene la responsabilidad en un mundo sin presencia física. Problemas relacionados con la propiedad intelectual, o bienes que no tienen presencia física, se ven con obstáculos que enfrentan los seres queridos por los datos de un fallecido que vivirán para siempre en el mundo digital. Además, está la cuestión de qué constituye realmente una firma, dado que muchos contratos ahora se pueden firmar electrónicamente y sin ningún rastro físico en papel. Todos estos desafíos enfatizan la importancia de tener un sistema judicial y legislativo que pueda reaccionar con fluidez al panorama en constante cambio creado por el avance de la tecnología.

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