¿Cuáles son los principales teóricos de la Microsociología?

Publicado el 4 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La microsociología es una rama de la sociología que se enfoca en el estudio de las interacciones humanas a pequeña escala, analizando cómo los individuos construyen significados, normas y estructuras sociales en su vida cotidiana. A diferencia de la macrosociología, que examina instituciones y sistemas amplios, la microsociología profundiza en las dinámicas cara a cara, los símbolos y los procesos comunicativos que dan forma a la sociedad. En este artículo, exploraremos a los principales teóricos de la microsociología, sus aportes fundamentales y su influencia en el pensamiento sociológico contemporáneo.

1. Erving Goffman: El Teórico de la Interacción Social y la Dramaturgia

Erving Goffman es uno de los nombres más destacados en el campo de la microsociología, reconocido por su enfoque dramatúrgico de la interacción social. En su obra La Presentación de la Persona en la Vida Cotidiana (1959), Goffman introduce el concepto de la vida social como un teatro, donde los individuos asumen roles específicos dependiendo del contexto. Según este teórico, las personas actúan en “escenarios” sociales, utilizando “máscaras” para gestionar las impresiones que proyectan en los demás.

Goffman también desarrolló el concepto de estigma, analizando cómo ciertas características sociales pueden marginar a los individuos. Su teoría del encuadre (frame analysis) explora cómo las personas interpretan situaciones mediante esquemas cognitivos que les permiten dar sentido a sus experiencias. Estos aportes han sido fundamentales para entender la construcción de identidades y las dinámicas de poder en interacciones cotidianas, como en el ámbito laboral, educativo o familiar.

Además, Goffman investigó los rituales de interacción, destacando cómo normas no escritas—como el respeto al espacio personal—regulan el comportamiento en sociedades. Su enfoque sigue siendo relevante en estudios contemporáneos sobre redes sociales digitales, donde las personas gestionan cuidadosamente su imagen pública.

2. Harold Garfinkel y la Etnometodología: El Estudio de las Prácticas Cotidianas

Harold Garfinkel, fundador de la etnometodología, revolucionó la microsociología al centrarse en cómo las personas crean y mantienen un sentido de orden social a través de sus acciones diarias. A diferencia de teorías que asumen estructuras sociales preexistentes, Garfinkel argumentaba que la realidad social se construye constantemente mediante prácticas interpretativas.

En sus famosos experimentos de ruptura, Garfinkel demostró que las personas reaccionan con confusión o enojo cuando se violan normas implícitas de interacción. Por ejemplo, si alguien actúa como un desconocido en su propia casa (siguiendo instrucciones de un experimento), los familiares intentan restablecer el orden preguntando qué sucede. Esto revela que los individuos dan por sentado un “mundo compartido” y trabajan activamente para mantenerlo.

La etnometodología ha influido en campos como la sociología del lenguaje, donde se analiza cómo las conversaciones cotidianas crean significados. También es clave en estudios organizacionales, mostrando cómo empleados improvisan soluciones frente a normas ambiguas. Garfinkel enfatizó que el orden social no es estático, sino un logro constante de los actores mediante métodos prácticos.

3. George Herbert Mead y el Interaccionismo Simbólico

George Herbert Mead, aunque más filósofo que sociólogo, sentó las bases del interaccionismo simbólico, una corriente central en microsociología. Su trabajo fue desarrollado posteriormente por Herbert Blumer, quien acuñó el término. Mead argumentaba que el self (yo) se forma mediante interacciones sociales, donde los individuos internalizan perspectivas ajenas a través del lenguaje y los símbolos.

Mead distinguió entre el yo (la parte espontánea) y el  (la internalización de expectativas sociales). Según él, la identidad surge al asumir roles (como en el juego infantil) y luego al comprender el “otro generalizado” (normas sociales más amplias). Este proceso es fundamental en la socialización, ya que explica cómo las personas aprenden a actuar en sociedad.

El interaccionismo simbólico ha sido crucial para estudiar fenómenos como la desviación social, las subculturas y los movimientos sociales. Por ejemplo, Howard Becker aplicó este enfoque en Outsiders (1963), mostrando que la etiqueta de “desviado” depende de interpretaciones contextuales.

4. Alfred Schütz y la Fenomenología Social

Alfred Schütz integró la fenomenología de Edmund Husserl en la sociología, estudiando cómo las personas experimentan y dan sentido al mundo social. Schütz sostenía que los individuos operan con tipificaciones—categorías mentales que simplifican la realidad—y que la vida social se basa en un mundo de la vida compartido, donde ciertas suposiciones se dan por sentadas.

Su concepto de intersubjetividad explica cómo las personas coordinan acciones al asumir que los demás interpretan situaciones de manera similar. Esto es clave en comunicaciones cotidianas, donde malentendidos surgen cuando las tipificaciones no coinciden.

Schütz influyó en Peter Berger y Thomas Luckmann, quienes en La Construcción Social de la Realidad (1966) argumentaron que las instituciones son productos humanos objetivados mediante habituación y legitimación.

Conclusión

La microsociología ofrece herramientas poderosas para analizar cómo se construye el orden social en interacciones diarias. Goffman, Garfinkel, Mead y Schütz proporcionaron marcos teóricos indispensables, desde el enfoque dramatúrgico hasta la etnometodología y el interaccionismo simbólico. Sus ideas siguen vigentes en investigaciones sobre comunicación, identidad y poder, demostrando que lo macro depende de lo micro.

Este artículo ha explorado sus contribuciones clave, mostrando que entender la sociedad requiere examinar tanto las grandes estructuras como los pequeños actos que las sostienen.

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