¿Cuándo fue fundada la ciudad de Nueva York?

Publicado el 27 noviembre, 2024 por Rodrigo Ricardo

Fundación de la Ciudad de New York

La ciudad de Nueva York, hoy una de las metrópolis más grandes y dinámicas del mundo, tiene una rica historia que se remonta a su fundación en el siglo XVII. Aunque la ciudad ha evolucionado de manera significativa desde su origen, su establecimiento como asentamiento europeo es clave para comprender su crecimiento y desarrollo en los siglos venideros. En este artículo, exploramos los orígenes de Nueva York y su fundación a lo largo de los años.

1. Los primeros habitantes: los pueblos nativos

Antes de la llegada de los europeos, la región que hoy conocemos como Nueva York estaba habitada por varios grupos indígenas, principalmente de la familia lingüística algonquina. Entre estos pueblos se encontraban los lenape (también conocidos como los delaware), quienes vivían en lo que hoy es el sur de Manhattan y áreas circundantes.

Los lenape y otras tribus en la región tenían una profunda relación con la tierra, sus recursos naturales y una estructura social basada en clanes. Ellos usaban la red de ríos y canales como medios de transporte, y su economía se basaba en la caza, la pesca, la recolección y la agricultura.

2. La llegada de los europeos: el primer contacto

El primer contacto europeo con la región que hoy es Nueva York ocurrió en 1524, cuando el navegante italiano Giovanni da Verrazzano, al servicio del rey Francisco I de Francia, llegó a lo que hoy es el puerto de Nueva York. Verrazzano fue uno de los primeros europeos en explorar la costa este de América del Norte, aunque no fundó ningún asentamiento permanente en la región.

Años después, en 1609, el explorador inglés Henry Hudson, trabajando para la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, navegó por el río que hoy lleva su nombre, el río Hudson, y llegó a la zona del puerto de Nueva York. El viaje de Hudson abrió la puerta a la colonización europea en la región, ya que los Países Bajos se interesaron por el comercio de pieles con los pueblos indígenas locales.

3. Fundación de Nueva Ámsterdam: la colonia neerlandesa

La fundación de la ciudad de Nueva York comenzó en 1624, cuando los neerlandeses establecieron un pequeño asentamiento en la isla de Manhattan. Esta zona formaba parte de una mayor región conocida como Nueva Holanda, una colonia bajo control de los Países Bajos.

En 1626, Peter Minuit, un gobernador neerlandés, compró la isla de Manhattan a los lenape por el equivalente a 60 florines, en un trato que más tarde se mitificó como “la compra de Manhattan”. La ciudad comenzó a crecer de manera modesta con un pequeño puerto comercial y una población de comerciantes y colonos. En ese momento, la ciudad fue llamada Nueva Ámsterdam, en honor a la capital de los Países Bajos.

El propósito principal de la colonia neerlandesa era establecer un centro comercial en América del Norte, aprovechando la ubicación estratégica de la isla de Manhattan para el comercio de pieles, así como la expansión hacia otras partes de América. Nueva Ámsterdam comenzó a atraer a inmigrantes de diversos países, incluyendo alemanes, franceses, escoceses y africanos, lo que le dio un carácter cosmopolita desde sus inicios.

4. Cambio de poder: la conquista inglesa de Nueva Ámsterdam

La colonia neerlandesa de Nueva Ámsterdam prosperó durante las primeras décadas del siglo XVII, pero la competencia por el control de la región era feroz. Los ingleses, que también tenían intereses en América del Norte, veían a Nueva Ámsterdam como un obstáculo para sus propias colonias en la región.

En 1664, durante la Segunda Guerra Anglo-Neerlandesa, una flota inglesa al mando de Richard Nicolls llegó a Nueva Ámsterdam y, sin mucha resistencia, la conquistó. Los neerlandeses, que en ese momento no querían enfrentarse a una guerra prolongada, entregaron la ciudad a los ingleses, quienes cambiaron su nombre a Nueva York, en honor al hermano del rey Carlos II de Inglaterra, el duque de York, quien más tarde se convertiría en Jacobo II de Inglaterra.

Este cambio de poder marcó el comienzo de una nueva era para la ciudad, ya que Nueva York pasó a ser una colonia inglesa bajo el dominio de la Corona británica. A partir de este momento, la ciudad experimentaría un rápido crecimiento en términos de población, comercio e importancia en el contexto de las colonias británicas en América.

5. El crecimiento bajo dominio británico y la Revolución Americana

Bajo el dominio inglés, Nueva York se convirtió en uno de los puertos más importantes de las colonias. La ciudad fue un centro de comercio, manufactura y actividad política. En 1754, Nueva York fue uno de los centros de la Convención de Albany, un intento de unir a las colonias británicas en América del Norte.

Sin embargo, las tensiones crecientes entre las colonias y la metrópoli británica llevaron a la Revolución Americana. Nueva York, al ser un puerto estratégico, fue un lugar clave en los conflictos de la Revolución. Fue ocupada por las fuerzas británicas durante gran parte de la guerra y sufrió varios conflictos militares, incluyendo la batalla de Long Island en 1776.

Finalmente, con la victoria de las colonias y la independencia de Estados Unidos en 1783, Nueva York pasó a ser una de las primeras ciudades en formar parte de la nueva nación. En 1789, la ciudad también fue sede del primer Congreso de los Estados Unidos y de la primera administración presidencial bajo George Washington.

6. La Nueva York moderna

Desde su fundación, Nueva York ha pasado por innumerables transformaciones. De ser un pequeño asentamiento neerlandés, la ciudad creció hasta convertirse en una de las metrópolis más influyentes del mundo. La Revolución Industrial, la inmigración masiva durante los siglos XIX y XX, la construcción de nuevas infraestructuras como el puente de Brooklyn y el Empire State Building, y el liderazgo en comercio, cultura y finanzas han establecido a Nueva York como una ciudad global.

Hoy en día, Nueva York es conocida por su diversidad cultural, su influencia en las finanzas internacionales, y como un centro mundial en los campos de las artes, los medios de comunicación, la moda y muchas otras industrias.

Conclusión

La ciudad de Nueva York fue fundada como Nueva Ámsterdam por los neerlandeses en 1624, aunque el nombre y el control de la ciudad cambiaron en 1664 cuando los ingleses la tomaron y la renombraron como Nueva York. Desde su origen como un pequeño puerto comercial en la isla de Manhattan, la ciudad ha crecido hasta convertirse en una de las metrópolis más influyentes del mundo, con una historia rica y compleja que ha dejado una huella profunda en la cultura, la política y la economía global.

Articulos relacionados