Cuerpos que Importan: Judith Butler y la Materialización del Género

Publicado el 13 abril, 2025 por Rodrigo Ricardo

Introducción: Más Allá de la Performativad – La Materialización de los Cuerpos

Si bien Judith Butler es ampliamente conocida por su teoría de la performatividad de género, en su obra Cuerpos que importan (1993) profundiza en cómo los cuerpos se materializan dentro de marcos regulatorios de poder. Aquí, Butler va más allá de la idea de que el género es simplemente una performance discursiva y analiza cómo las normas sociales literalmente producen cuerpos legibles e ilegibles. La materialización no es un proceso neutral, sino que está determinado por sistemas de poder que definen qué vidas son dignas de ser vividas y cuáles son excluidas. Este enfoque permite entender cómo las estructuras de sexo, género y sexualidad no solo se representan, sino que se encarnan en la carne, en la experiencia concreta de los sujetos.

Butler argumenta que los cuerpos no preexisten a las normas, sino que son moldeados por ellas. Esto no significa que no haya resistencia, sino que incluso la agencia emerge dentro de condiciones restrictivas. Por ejemplo, las personas trans e intersex desafían las categorías binarias de sexo, pero su existencia está constantemente mediada por instituciones médicas, legales y sociales que buscan normalizarlas. La materialización, entonces, no es un destino fijo, sino un proceso en disputa. Este marco teórico ha sido crucial para movimientos que luchan por la despatologización de identidades trans y por el reconocimiento de cuerpos no normativos. Al cuestionar cómo ciertos cuerpos son legitimados y otros marginados, Butler ofrece herramientas para repensar la justicia social desde una perspectiva encarnada.

El Poder de las Normas: Cómo los Discursos Producen Realidad Corporal

En Cuerpos que importan, Butler retoma y critica a Foucault para analizar cómo las normas no solo regulan, sino que producen los cuerpos que gobiernan. Las categorías de “hombre” y “mujer” no son meras descripciones, sino mandatos sociales que determinan qué tipos de cuerpos son reconocibles. Las instituciones médicas, por ejemplo, han históricamente intervenido en cuerpos intersex para ajustarlos al binario, demostrando cómo el poder actúa materialmente. Butler señala que esta regulación no es siempre exitosa: hay cuerpos que exceden las normas, resistiéndose a la clasificación. Sin embargo, estos cuerpos suelen ser sometidos a violencia simbólica y física, como en el caso de las personas trans que enfrentan discriminación médica y legal.

Este proceso de materialización no es solo individual, sino colectivo. Las normas de género operan a través de rituales sociales repetidos, desde el nombramiento en el nacimiento hasta las expectativas de comportamiento en espacios públicos. Butler utiliza el concepto de interpelación de Althusser para mostrar cómo los sujetos son “llamados” a asumir identidades de género, pero también cómo pueden fallar en responder a ese llamado. La resistencia, entonces, no consiste en negar el poder, sino en desviar su curso, en reapropiarse de las normas para subvertirlas. Ejemplos de esto incluyen el movimiento por los derechos trans, que lucha por el acceso a hormonas y cirugías no como una imposición médica, sino como un derecho a la autodeterminación corporal.

Abyección y los Límites de lo Humano: ¿Quién Cuenta como Persona?

Uno de los aportes más radicales de Butler es su análisis de la abyección, es decir, aquellos cuerpos y existencias que son expulsados del campo de lo reconocible. Las personas queer, trans, racializadas y discapacitadas a menudo ocupan este lugar de exclusión, donde su humanidad es puesta en duda. Butler argumenta que esta marginación no es accidental, sino funcional al sistema heteronormativo, que necesita definir ciertas vidas como “invivibles” para mantener su coherencia. La abyección, entonces, no es solo un efecto del poder, sino una condición necesaria para su funcionamiento.

Sin embargo, Butler no ve la abyección como un destino sin salida. Al contrario, propone que en esos márgenes puede surgir una política radical. Las comunidades queer y trans, por ejemplo, han creado redes de cuidado y resistencia fuera de los marcos institucionales. Butler llama a esto vulnerabilidad radical, una forma de politizar la precariedad para exigir derechos y reconocimiento. Este enfoque ha influido en movimientos como el Black Lives Matter y las luchas migrantes, que denuncian cómo ciertas vidas son sistemáticamente desechadas. Al visibilizar estos mecanismos de exclusión, Butler no solo describe la opresión, sino que abre caminos para su transformación.

Críticas y Legado: ¿Puede el Cuerpo Escapar a las Normas?

Aunque la teoría de Butler ha sido revolucionaria, también ha enfrentado críticas. Algunxs feministas materialistas argumentan que su enfoque en el discurso minimiza la realidad física de la opresión, como la violencia machista o la pobreza. Otrxs, como TERFs (feministas radicales trans-excluyentes), rechazan su desestabilización del sexo biológico. Sin embargo, su trabajo sigue siendo clave para entender cómo el poder no solo actúa sobre los cuerpos, sino a través de ellos.

Hoy, su pensamiento sigue inspirando luchas por derechos trans, interseccionalidad y justicia social. Butler nos recuerda que los cuerpos no son dados, sino construidos en la tensión entre opresión y resistencia. Su legado desafía no solo a la academia, sino a todos los movimientos que buscan un mundo donde más cuerpos importen.

Author

Rodrigo Ricardo

Apasionado por compartir conocimientos y ayudar a otros a aprender algo nuevo cada día.

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