El Sistema Monetario de Panamá: Características y Funcionamiento

Publicado el 9 mayo, 2025 por Rodrigo Ricardo

Panamá es uno de los pocos países del mundo que opera bajo un sistema monetario dual, utilizando tanto el dólar estadounidense (USD) como el balboa (PAB) de manera oficial. Este modelo, establecido desde 1904, ha sido clave para la estabilidad económica del país, atrayendo inversión extranjera y facilitando el comercio internacional. Sin embargo, este sistema también presenta particularidades que lo diferencian de otras economías dolarizadas. En este artículo, analizaremos en profundidad cómo funciona el sistema monetario panameño, su estructura legal, el papel del Banco Nacional de Panamá, la emisión de monedas y billetes, y los efectos de esta dualidad en la vida cotidiana de los ciudadanos y en los negocios. Además, exploraremos las razones por las cuales Panamá no ha adoptado una moneda única y cómo este sistema influye en su política económica.

Marco Legal del Sistema Monetario Panameño

El sistema monetario de Panamá está respaldado por un marco legal sólido que establece las bases para la circulación del dólar estadounidense y el balboa. La Constitución Política de Panamá y la Ley Bancaria definen las normas que rigen la emisión y regulación de la moneda en el país. A diferencia de otros países con bancos centrales que controlan la política monetaria, Panamá no tiene una entidad emisora de moneda propia. En su lugar, el Banco Nacional de Panamá (BNP) actúa como supervisor del sistema financiero, pero no tiene la facultad de imprimir billetes ni de establecer políticas de tasa de interés independientes.

Una de las leyes más importantes en este ámbito es la Ley 84 de 1975, que ratificó el uso del dólar estadounidense como moneda de curso legal junto al balboa. Esta legislación garantiza que todas las transacciones, ya sean públicas o privadas, puedan realizarse en dólares sin restricciones. Además, establece que las monedas en balboas deben tener una paridad fija de 1:1 con el dólar, evitando fluctuaciones que puedan generar inestabilidad económica. Este marco jurídico ha permitido que Panamá mantenga una de las economías más estables de América Latina, con una inflación controlada y un sistema financiero robusto.

El Rol del Banco Nacional de Panamá en la Economía

Aunque Panamá no tiene un banco central tradicional, el Banco Nacional de Panamá (BNP) cumple funciones críticas en la supervisión del sistema monetario y financiero. Fundado en 1904, el BNP actúa como agente fiscal del gobierno, administra las reservas internacionales y regula la liquidez del sistema bancario. Sin embargo, a diferencia de otros bancos centrales, no puede emitir moneda fiduciaria ni implementar políticas de expansión o contracción monetaria. En cambio, su papel se centra en garantizar la estabilidad del sistema financiero y en servir como prestamista de última instancia en casos excepcionales.

Uno de los aspectos más interesantes del BNP es su relación con la Superintendencia de Bancos de Panamá, entidad encargada de supervisar y regular a las instituciones financieras. Juntas, estas instituciones trabajan para mantener la solvencia del sistema bancario, que es uno de los más grandes y competitivos de la región. La ausencia de un banco central con capacidad de emitir moneda ha llevado a Panamá a depender de la entrada de dólares a través de actividades económicas como el comercio, el turismo y la inversión extranjera. Este modelo ha demostrado ser eficiente, pero también implica que el país debe mantener una disciplina fiscal estricta para evitar desequilibrios macroeconómicos.

Emisión de Monedas y Billetes en Panamá

Un aspecto único del sistema monetario panameño es que el país no imprime sus propios billetes. En lugar de ello, utiliza billetes en dólares estadounidenses, que son importados directamente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Por otro lado, Panamá sí acuña sus propias monedas en denominaciones de balboas y centésimos, las cuales circulan junto a las monedas de dólar. Las monedas panameñas tienen las mismas especificaciones técnicas (tamaño, peso y composición metálica) que las estadounidenses, lo que facilita su uso indistinto en transacciones diarias.

Las monedas de balboa incluyen denominaciones de 1, 5, 10, 25 y 50 centésimos, así como la moneda de 1 balboa. Además, a lo largo de los años, Panamá ha emitido monedas conmemorativas en ocasiones especiales, como aniversarios históricos o eventos nacionales importantes. Estas monedas, aunque de curso legal, suelen ser más valoradas por coleccionistas que por su uso en el comercio. Un dato curioso es que, a pesar de que el balboa es la moneda oficial, muchos panameños se refieren a las cantidades en “dólares” en su lenguaje cotidiano, reflejando la predominancia del USD en la economía real.

Ventajas y Desafíos de la Dolarización en Panamá

La adopción del dólar estadounidense como moneda principal ha traído numerosos beneficios a Panamá, pero también plantea desafíos significativos. Entre las principales ventajas se encuentra la estabilidad monetaria, ya que el país no sufre de devaluaciones abruptas ni de inflación descontrolada, problemas comunes en economías con monedas propias. Además, la dolarización ha facilitado el comercio internacional, atrayendo empresas multinacionales y fortaleciendo sectores como la banca, el turismo y la logística.

Sin embargo, este sistema también tiene desventajas. La más notable es la falta de autonomía en política monetaria, lo que significa que Panamá no puede ajustar las tasas de interés ni inyectar liquidez en momentos de crisis económica. Otro desafío es la dependencia de la entrada constante de dólares, ya que una disminución en actividades como el Canal de Panamá o el turismo podría generar escasez de circulante. A pesar de estos riesgos, el modelo ha funcionado bien durante más de un siglo, consolidando a Panamá como una de las economías más estables de América Latina.

Conclusión: Un Modelo Exitoso con Particularidades Únicas

El sistema monetario de Panamá es un caso único en el mundo, combinando el uso del dólar estadounidense con una moneda nacional simbólica como el balboa. Este esquema ha proporcionado estabilidad, confianza financiera y crecimiento económico, aunque con ciertas limitaciones en términos de autonomía monetaria. La ausencia de un banco central emisor y la dependencia del dólar han requerido que Panamá mantenga una disciplina fiscal y un sistema bancario sólido.

En definitiva, el modelo panameño demuestra que la dolarización puede ser exitosa cuando se complementa con políticas económicas responsables y un entorno favorable para la inversión. Aunque algunos economistas debaten sobre la conveniencia de adoptar una moneda propia en el futuro, lo cierto es que el sistema actual ha permitido a Panamá posicionarse como un centro financiero y logístico de primer nivel en la región.

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