Enfermedad mental: percepciones y estigmas sociales
Enfermedad mental
El tratamiento de las enfermedades mentales ha avanzado mucho. Los tratamientos terapéuticos, médicos y farmacéuticos han hecho que vivir con estas enfermedades, que van desde la depresión hasta el trastorno bipolar y la esquizofrenia, sea más fácil y más manejable que nunca.
Sin embargo, el estigma asociado con la enfermedad por metales persiste. No importa qué tan bien se pueda controlar el trastorno, las personas que padecen estas enfermedades a menudo son discriminadas, tanto en el lugar de trabajo como en las relaciones personales. Aquellos con enfermedades mentales a menudo son estereotipados y se cree que son inestables y poco fiables. Esto puede afectar sus trabajos, cómo trabajan con los demás e incluso si se les permite alquilar o comprar una casa. Este sesgo constante contra las personas con enfermedades mentales puede impedirles participar plenamente en la sociedad.
Aún más peligroso, los conceptos erróneos sobre cómo funciona la enfermedad mental pueden hacer que las personas con enfermedades mentales retrasen el tratamiento o dejen de tomar medicamentos porque no quieren poner en riesgo su trabajo o situaciones de vida, o tienen miedo de lo que otros pensarán. Quienes tienen cónyuge o hijos también pueden temer el estigma que pueden experimentar sus familias.
Historia de la enfermedad mental
El estigma y las percepciones negativas de las enfermedades mentales se remontan a la historia. Las personas con trastornos mentales o del comportamiento alguna vez fueron consideradas “locas” o “locas”, y algunas veces fueron ejecutadas porque se creía que su comportamiento era inmoral y criminal. Una vez que se establecieron los asilos, las personas podrían ser consideradas locas y encerradas por no estar de acuerdo con las normas sociales. Las mujeres de la era victoriana podían ser condenadas por engañar a sus maridos, lo que se consideraba una “locura moral”, y las mujeres que experimentaban depresión posparto e incluso epilepsia a veces también eran ingresadas en asilos. Incluso hace más tiempo, algunos creían que la enfermedad mental era causada por la posesión de un diablo o demonio. En la antigua Mesopotamia la gente rezaba y usaba energías místicas y piedras para tratar de exorcizar a los demonios.
Desafortunadamente, esta mentalidad parece haberse desangrado en el presente. Se cree que los problemas de comportamiento son imaginarios o una indicación de falta de autocontrol. Que si la enfermedad no es algo que se pueda ver, como un brazo roto, entonces no debe existir.
Tipos de enfermedad mental
Echemos un vistazo más de cerca a algunos tipos diferentes de enfermedades mentales y las percepciones negativas y los estigmas sociales asociados con ellos.
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Esquizofrenia
- Adicción a las drogas y al alcohol
- Bulimia y anorexia
- Síndrome de Tourette
Todas ellas han sido consideradas enfermedades mentales y todas conllevan un estigma. Las personas con enfermedades mentales a veces se perciben como volátiles, aunque la mayoría de estas enfermedades ni siquiera tienen esto como síntoma. No obstante, al trabajar con alguien que tiene una enfermedad mental, es importante tener en cuenta que muchos todavía creen que es probable que lastimen a otros. La falta de educación sobre estas enfermedades y lo que significan para quienes las padecen ha creado estereotipos y discriminación.
Estigmas sociales y percibidos
Estigma social: el estigma social se refiere a los problemas que enfrentan las personas con enfermedades mentales de los demás. La homosexualidad, por ejemplo, alguna vez se consideró una enfermedad mental y fue fuertemente estigmatizada socialmente, aunque ha crecido hasta ser más ampliamente aceptada. Desafortunadamente, las familias de las personas con enfermedades mentales suelen ser las responsables de perpetuar estos estigmas. Las personas que tienen un hermano, padre o hijo que lucha contra la depresión a veces son las primeras en juzgarlos negativamente por ello.
Estigma percibido : un estigma percibido es lo que una persona con una enfermedad mental cree que los demás piensan de ella. Este estigma en realidad puede ser más dañino que los estigmas sociales porque es más probable que hagan que el paciente deje de tomar sus medicamentos, evite al médico o evite pedir ayuda. No recibir tratamiento solo prolonga el proceso de curación e incluso puede exacerbar la enfermedad subyacente.
Resumen de la lección
La enfermedad mental todavía tiene connotaciones negativas distorsionadas. Al igual que los estereotipos, existe el estigma social de que las personas con enfermedades mentales o del comportamiento pueden ser consideradas peligrosas. Esto puede poner en riesgo su sustento, situación de vida y relaciones. Un estigma percibido puede ser incluso peor, porque puede hacer que la persona que está luchando se vuelva reticente a buscar ayuda o a permanecer en su régimen de medicación por temor a lo que creen que los demás piensan de ella.
Es importante recordar que la enfermedad mental es una enfermedad física y no se puede creer ni descartar. Al igual que alguien con una afección cardíaca, una persona con trastorno bipolar o depresión mayor necesita ayuda para sentirse mejor.
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