Enlaces Químicos: Definición, tipos y formación

¿Qué es un enlace químico?

Para entender la definición de enlace químico, primero debemos repasar la estructura de los átomos, que forman los enlaces químicos. Los átomos son las unidades básicas de la materia y las unidades más pequeñas para mantener las propiedades de su elemento. Los átomos tienen un núcleo que está compuesto por protones con carga positiva y partículas neutras llamadas neutrones. Orbitando el núcleo hay pequeñas partículas con carga negativa llamadas electrones. Los electrones orbitan en niveles llamados capas u órbitas. La capa más externa es el nivel que participa en los enlaces químicos. Los iones son átomos que han ganado o perdido un electrón. Un átomo que ha perdido un electrón tiene una carga positiva y se llama catión. Un átomo que ha ganado un electrón tiene una carga negativa y se llama anión. Los átomos pueden unirse intercambiando electrones para formar moléculas.

La definición de enlace químico

Un enlace químico es una atracción entre dos o más átomos que forman una sustancia química. Las sustancias químicas son materiales que contienen dos o más átomos conectados mediante enlaces químicos. Los enlaces químicos se forman cuando los átomos comparten o donan electrones, lo que crea atracciones electrostáticas.

¿Cuáles son los tres tipos de enlaces químicos?

Los tres tipos de enlaces químicos son:

• Enlaces iónicos
• Enlaces covalentes
• Enlaces metálicos

Estos enlaces son fuertes entre átomos. Sin embargo, también existen enlaces débiles que se forman entre moléculas de la misma sustancia. Los diferentes tipos de enlaces químicos se explican en las secciones siguientes.

Enlaces iónicos

Los enlaces iónicos son enlaces que se producen cuando un átomo dona o acepta electrones de otro. Los enlaces iónicos suelen producirse entre átomos de metales y átomos de no metales. Por ejemplo, el cloruro de sodio, o la sal de mesa, se forma cuando un átomo de sodio dona un electrón a un átomo de cloro. Esto ayuda a que ambos átomos alcancen una capa exterior de ocho electrones. Como el sodio está donando un electrón, pierde una carga negativa y gana una carga positiva. El átomo de cloro gana una carga negativa. Las cargas positivas y negativas de los átomos les permiten unirse mediante la atracción electrostática.

Enlaces covalentes

Los enlaces covalentes son enlaces que se producen cuando dos átomos comparten electrones. Los enlaces covalentes tienden a formarse entre átomos no metálicos. Estos átomos tienden a tener la misma electronegatividad o deseo de electrones. Por lo tanto, comparten electrones en lugar de darlos y recibirlos. Los átomos compartirán electrones en un enlace covalente de una manera que les permita completar su capa exterior.

Los enlaces covalentes pueden ser apolares o polares. En un enlace covalente apolar, ambos átomos tienen una electronegatividad similar. En este caso, comparten los electrones por igual y no hay carga en la molécula. Un ejemplo de una sustancia química con un enlace covalente apolar es el metano. El metano contiene un átomo de carbono con enlaces covalentes a cuatro átomos de hidrógeno.

Un enlace covalente polar se produce cuando los átomos no comparten electrones de forma equitativa porque tienen diferente electronegatividad. Un ejemplo de una sustancia química con enlace covalente polar es el agua o H2O. El oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno y, por lo tanto, atrae el electrón hacia sí mismo. Esto le da al oxígeno una carga negativa parcial y al hidrógeno una carga positiva parcial. Estas cargas parciales se denominan dipolos y pueden crear interacciones débiles llamadas enlaces de hidrógeno entre las propias moléculas de agua y entre el agua y otras moléculas polares y cargadas.

Los enlaces covalentes pueden ser simples, en los que se comparte un par de electrones, dobles, en los que se comparten dos pares de electrones, o triples, en los que se comparten tres pares de electrones. Existen diferentes formas en las que los orbitales pueden superponerse para describir la geometría molecular de los enlaces covalentes dobles y triples, denominados enlaces sigma y pi. En un enlace sigma, los orbitales de dos átomos se superponen en el centro y los electrones se concentran entre los dos núcleos. En un enlace pi, los orbitales se superponen de lado a lado, lo que concentra los electrones tanto por encima como por debajo del plano de los dos núcleos.

Enlaces metálicos

El tercer tipo de enlace químico es el enlace metálico, que se produce entre varios átomos de metal. En este tipo de enlace, los electrones son móviles y forman un mar de electrones que orbitan colectivamente alrededor de los núcleos de los átomos de metal. Este tipo de enlace es fuerte y explica los altos puntos de fusión y ebullición de los átomos. También explica por qué los metales son tan buenos conductores de calor y electricidad. El mar de electrones hace que los electrones se deslocalicen y se muevan fácilmente entre los diferentes núcleos.

Resumen de la lección

Los enlaces químicos son atracciones electrostáticas entre átomos que forman sustancias químicas. Las sustancias químicas son materiales formados por dos o más átomos conectados mediante enlaces químicos. Los enlaces químicos se forman cuando se comparten o donan electrones entre átomos. Existen tres tipos principales de enlaces químicos:

• Enlaces covalentes
• Enlaces iónicos
• Enlaces metálicos

Los enlaces covalentes se producen cuando dos átomos no metálicos comparten electrones. Si los electrones se comparten de forma desigual, el enlace se denomina enlace covalente polar y los átomos implicados tienen cargas parciales llamadas dipolos. Cuando los electrones se comparten de forma equitativa, el enlace se denomina enlace covalente no polar. Un enlace iónico se produce cuando un átomo dona electrones a otro. Los enlaces iónicos se producen entre un átomo de metal y un átomo no metálico. Los enlaces metálicos se producen cuando dos átomos de metal comparten electrones deslocalizados en un mar de electrones.