Estilos gerenciales de liderazgo: 4 estilos básicos de liderazgo
Estilos de gestión de liderazgo
La práctica de estilos de gestión y liderazgo se refiere al método de un individuo cuando dirige personas para completar tareas y objetivos. La palabra gerente se deriva de la palabra latina manus que significa mano. En este sentido, un gerente es alguien que se hace cargo, predica con el ejemplo y guía a otros a trabajar juntos para completar tareas y objetivos. Liderar personas generalmente implica dar un buen ejemplo, brindar dirección y motivación, y mantener altos estándares. También se enfoca en desarrollar las habilidades y destrezas de las personas para que puedan contribuir a la organización de manera significativa. Se han identificado y estudiado muchos estilos de gestión y enfoques de liderazgo diferentes.
Cuáles son los 4 Estilos Básicos de Liderazgo
El liderazgo es un proceso mediante el cual un individuo influye en un grupo de individuos para lograr un objetivo común. El concepto de liderazgo ha sido estudiado desde la antigüedad. Las teorías de liderazgo han evolucionado a lo largo de los años, pero la premisa básica sigue siendo la misma; los buenos líderes saben cómo inspirar y motivar a otros para lograr un objetivo común.
Diferentes circunstancias pueden requerir diferentes tipos de liderazgo. Por ejemplo, se puede esperar que un líder dentro de una gran corporación tenga la capacidad de tomar decisiones rápidas y delegar tareas de manera eficiente. Por el contrario, se puede esperar que el líder de un equipo pequeño tenga un enfoque más práctico y construya relaciones sólidas con los miembros del equipo. La capacidad de liderar con eficacia es una habilidad valiosa que puede beneficiar a muchos tipos diferentes de organizaciones.
Cuatro estilos básicos de liderazgo que se han identificado son:
- autocrático
- democrático
- laissez-faire
- paternalista
Cada uno de estos estilos tiene sus distintas ventajas y desventajas. Las siguientes secciones explorarán estos cuatro tipos de estilos de liderazgo con ejemplos.
Estilo de liderazgo autocrático
El liderazgo autocrático es uno de los cuatro principales estilos de gestión de liderazgo. Este estilo de liderazgo es aquel en el que el líder toma todas las decisiones y da todas las órdenes. Por lo general, se usa en organizaciones donde se necesitan decisiones rápidas y una dirección clara y concisa. Los líderes autocráticos suelen tener un alto grado de control sobre sus subordinados y no tienen miedo de usar su autoridad para hacer las cosas.
Uno de los principales beneficios del liderazgo autocrático es que puede ser muy efectivo en tiempos de crisis. Cuando existe la necesidad de una toma de decisiones rápida, un líder autocrático a menudo puede tomar decisiones de manera rápida y eficiente. Este tipo de liderazgo también puede ser beneficioso en situaciones en las que se necesita una dirección clara y concisa. Otro beneficio del liderazgo autocrático es que puede ayudar a motivar a los empleados inculcando una sensación de miedo o respeto.
Sin embargo, también hay algunos inconvenientes significativos en el liderazgo autocrático. Una de las principales desventajas es que este tipo de liderazgo a menudo puede conducir a un alto grado de conflicto. Cuando los subordinados sienten que no tienen participación ni control sobre las decisiones que se toman, puede generar frustración y resentimiento. Además, el liderazgo autocrático a menudo puede sofocar la creatividad y la innovación, ya que los empleados pueden sentirse incapaces de compartir sus ideas o sugerencias. Un último inconveniente que vale la pena señalar es que este estilo de liderazgo se basa en el juicio y la capacidad de toma de decisiones del líder. Si el líder es incapaz de tomar decisiones acertadas, puede tener consecuencias negativas o incluso desastrosas para una organización.
Un ejemplo de un líder autocrático sería un general militar que da órdenes y espera que se sigan sin cuestionarlas. Otro ejemplo sería un CEO que toma todas las decisiones importantes para una empresa sin consultar a otros miembros del equipo ejecutivo.
Estilo de liderazgo democrático
El liderazgo democrático se caracteriza por consultar con los subordinados y considerar sus sugerencias y aportes al tomar decisiones. Este tipo de estilo de gestión se utiliza a menudo en organizaciones donde existe la necesidad de una toma de decisiones colectiva y aportes de todos los miembros del equipo. Los líderes demócratas suelen tener un alto grado de respeto por sus subordinados y creen que todos deberían tener voz en las decisiones que se toman.
Algunos de los beneficios del liderazgo democrático incluyen:
- Mayor creatividad e innovación: cuando los empleados sienten que sus ideas son valoradas y tienen voz en el proceso de toma de decisiones, es más probable que sean creativos e innovadores.
- Mejora de la confianza y la comunicación: los líderes demócratas suelen tener fuertes habilidades de comunicación. Pueden escuchar y comprender las perspectivas de sus subordinados, lo que mejora la comunicación dentro de una organización y aumenta la confianza entre líderes y empleados.
- Mayor motivación de los empleados: cuando los empleados sienten que son parte del proceso de toma de decisiones, es más probable que estén motivados e involucrados en el éxito de la organización.
Sin embargo, también hay algunos inconvenientes en el liderazgo democrático. Algunos de estos incluyen:
- Proceso de decisión lento e ineficiente: este tipo de liderazgo requiere aportes de muchos o todos los miembros del equipo, lo que puede ser problemático cuando se necesita una toma de decisiones rápida y decisiva.
- Difícil de implementar en organizaciones grandes: Puede ser poco práctico consultar con un gran número de empleados sobre diversas decisiones.
- Depende en gran medida de las habilidades de consulta de los líderes: para que el liderazgo democrático sea eficaz, los líderes deben tener fuertes habilidades de consulta y ser capaces de tener en cuenta las perspectivas de los demás. Es probable que este estilo de liderazgo sea menos efectivo si los líderes no son excepcionalmente hábiles en el proceso de consulta.
Un ejemplo de un líder democrático sería un gerente que solicita la opinión de su equipo antes de tomar decisiones. Otro ejemplo podría ser una junta escolar que realiza reuniones para obtener comentarios de la comunidad antes de tomar decisiones sobre el presupuesto.
Estilo de liderazgo laissez-faire
El liderazgo laissez-faire es un estilo de liderazgo en el que el líder adopta un enfoque de no intervención y permite que los subordinados tomen sus propias decisiones. Este estilo de liderazgo generalmente se usa cuando los empleados están altamente calificados y conocen sus trabajos. El propósito del liderazgo de laissez-faire es permitir que los empleados utilicen sus habilidades y conocimientos al máximo y tomen las decisiones para las que están mejor equipados.
Hay varios beneficios del liderazgo de laissez-faire. Un beneficio importante es que puede conducir a una mayor creatividad e innovación, ya que los empleados tienen la libertad de generar sus propias ideas. Este tipo de liderazgo también puede conducir a una mayor motivación de los empleados, ya que estos se sienten más empoderados y responsables de su trabajo. Además, el liderazgo laissez-faire puede promover una mejor toma de decisiones ya que es más probable que los empleados tomen decisiones que se alineen con las metas y objetivos de la organización debido a su conocimiento profundo de la organización y sus operaciones.
Sin embargo, también hay algunos inconvenientes en el liderazgo del laissez-faire. Una es que este tipo de liderazgo puede conducir a una falta de estructura y disciplina dentro de una organización, lo que puede causar caos y confusión, ya que los empleados pueden no tener claro lo que se espera de ellos. Además, este tipo de liderazgo puede conducir a una disminución de la productividad, ya que los empleados pueden aprovechar la libertad que se les otorga y holgazanear. Finalmente, el liderazgo de laissez-faire puede conducir a un mayor conflicto ya que ciertos empleados pueden no estar dispuestos a ceder en sus ideas.
Un ejemplo de un líder de laissez-faire es un científico investigador que permite que su equipo desarrolle sus propias ideas y planes para experimentos. Otro ejemplo es un equipo de desarrollo de software en el que el líder permite que los miembros del equipo trabajen de forma independiente en sus proyectos.
Estilo de liderazgo paternalista
Un estilo de gestión de liderazgo paternalista se caracteriza por una figura de autoridad que trata a los socios y empleados como si fueran parte de una gran familia a cambio de su lealtad y obediencia. Este tipo de liderazgo puede considerarse similar a cómo una figura paterna protectora y controladora se relacionaría con sus hijos. Si bien se espera y se brinda cierto nivel de independencia a los subordinados, este tipo de líder aún tomará las decisiones finales y tendrá la última palabra en lo que suceda. Los líderes con este estilo pueden desarrollar relaciones a largo plazo con sus empleados y enfocarse en su bienestar. El propósito del liderazgo paternalista es crear un ambiente de trabajo con una autoridad decisiva y clara basada en la confianza, el respeto y la lealtad.
Hay algunas ventajas clave de un estilo de liderazgo paternalista. Algunos de estos incluyen:
- Ambiente de trabajo armonioso: este líder puede crear un ambiente de trabajo armonioso basado en la confianza y el respeto mediante el desarrollo de relaciones a largo plazo con los empleados. Este tipo de entorno tiene el potencial de conducir a una mayor satisfacción de los empleados.
- Figura de autoridad clara: este estilo proporciona una figura de autoridad clara a la que los empleados pueden acudir en busca de orientación y dirección, lo que lleva a una mayor eficiencia ya que los empleados no tienen que perder el tiempo debatiendo decisiones o tratando de averiguar quién está a cargo.
- Mayor lealtad y seguimiento de la dirección: como los empleados sienten que son parte de una familia extensa, es más probable que muestren lealtad a la organización y sigan la dirección del líder.
Sin embargo, también hay algunos inconvenientes potenciales para el liderazgo paternalista. Algunos de estos incluyen:
- Potencial de injusticia: como el líder tiene la última palabra en las decisiones, existe la posibilidad de que los empleados sean tratados injustamente. Los empleados pueden sentir que no se les está dando una oportunidad justa de expresar sus opiniones o que se les pasa por alto injustamente para los ascensos. Además, puede ocurrir favoritismo o nepotismo ya que el líder puede dar un trato preferencial a aquellos con los que está relacionado o tiene una relación personal más cercana.
- Fuerte dependencia del líder: los empleados pueden volverse demasiado dependientes del líder debido a una confianza excesiva en la guía y dirección de un líder, lo que lleva a una disminución de la productividad si el líder no está disponible o deja la organización.
- Creatividad e innovación limitadas: como el líder toma la mayoría de las decisiones, existe la posibilidad de que la creatividad y la innovación sean limitadas. Los empleados pueden sentirse incapaces de expresar sus ideas o que su opinión no importa.
Un ejemplo de un líder paternalista es un director ejecutivo que toma la mayoría de las decisiones de la empresa, pero que también tiene una política de puertas abiertas a la que los empleados pueden acudir con cualquier inquietud o problema. Otro ejemplo es el dueño de una pequeña empresa que está muy involucrado en todos los aspectos del negocio y toma la mayoría de las decisiones, pero también se toma el tiempo para establecer conexiones personales significativas con sus empleados.
Resumen de la lección
La gestión y el liderazgo efectivos se centran en influir, motivar y dirigir a las personas para que trabajen juntas para lograr objetivos comunes. Los cuatro estilos de liderazgo que usan los gerentes son autocrático, democrático, laissez-faire y paternalista, y cada uno será más efectivo según las situaciones particulares. El liderazgo autocrático es un estilo en el que el líder tiene el control total y toma todas las decisiones. Este estilo puede ser eficaz cuando es necesario tomar decisiones rápidas o cuando hay poco tiempo para debatir. Sin embargo, este estilo también puede hacer que los empleados se sientan devaluados y sin importancia. Liderazgo democrático es cuando el líder solicita la opinión de muchos empleados, pero todavía tiene la última palabra en las decisiones. El liderazgo democrático a menudo da como resultado una mayor satisfacción, moral y creatividad de los empleados. Existe la posibilidad de una disminución de la eficiencia ya que la toma de decisiones puede llevar más tiempo.
El liderazgo laissez-faire es un estilo en el que el líder brinda a los empleados orientación y dirección, pero les permite tomar la mayoría de las decisiones. Esto puede conducir a una mayor satisfacción y empoderamiento de los empleados, ya que los empleados sienten que tienen más control. También tiende a proporcionar un entorno en el que pueden florecer la innovación y la creatividad. Sin embargo, también puede conducir a una disminución de la eficiencia y la eficacia, ya que es posible que los empleados no tengan el conocimiento o la experiencia para tomar las mejores decisiones. Liderazgo paternalista se caracteriza por una organización que tiene un líder que asume un estilo de gestión similar al de un padre controlador y cariñoso. Este tipo de líder espera obediencia de los empleados y les brinda apoyo, orientación y protección. El liderazgo paternalista tiene el potencial de resultar en una alta moral y lealtad de los empleados. Aún así, también puede hacer que los empleados sientan que no son valorados y que sus opiniones no importan cuando se trata de tomar decisiones.