Intervención Suicida: Técnicas y Estrategias
¿Qué es la intervención suicida?
Las personas se quitan la vida porque sienten dolor. Puede ser dolor físico, como el dolor causado por el cáncer o una lesión persistente. Puede ser dolor psicológico, como en ciertas enfermedades mentales, deudas, dificultades matrimoniales o ser intimidado por alguien. La combinación de dolor y desesperanza crea un escenario donde la vida no parece digna de ser vivida y donde la muerte parece una solución mucho más fácil que enfrentar otro día de dificultad.
La intervención suicida es el proceso de intervenir para ayudar a alguien que está considerando terminar con su vida. Ya sea que estés en la escuela y conozcas a alguien que parece estar triste todo el tiempo, en el trabajo viendo a un amigo o compañero de trabajo luchar con terribles dificultades, o incluso en un lugar de culto, puedes marcar la diferencia siendo una presencia guardiana entre ellos y un error permanente.
Técnicas y Estrategias
Las agencias y las líneas directas de todo el mundo tratan con víctimas de suicidio todos los días y tienen una experiencia considerable con lo que funciona y lo que no. En esta sección, discutiremos las técnicas y estrategias que recomiendan cuando ves a un ser querido en problemas.
Aquí hay enfoques aparentemente intuitivos que NO funcionan. Por ejemplo, es fácil pensar que debe adoptar un enfoque de “ponerse duro”, llamando su farol o dándoles una charla de ánimo. ” ¡Vamos! ¡Las cosas no están tan mal! ¡Tienes tanto por vivir!” o incluso, “Eso es estúpido. Realmente no estás pensando en suicidarte. Sólo quieres atención”. Una de las razones por las que las víctimas de suicidio sienten que la vida no tiene esperanza es porque no creen que nadie esté escuchando. Cuando los contradices o los desafías, estás reforzando ese sentimiento.
“¿Estás pensando en suicidarte?”
Las técnicas recomendadas por los especialistas en intervención son sencillas: escuchar, hacer preguntas sencillas y obtener información. Aunque sientas la tentación de hablar, al principio es mucho más útil escuchar lo que la víctima tiene que decir.
Haz preguntas simples como: “¿Estás pensando en suicidarte?” Mantén un tono cariñoso y paciente. No, no vas a plantar ideas malvadas en su mente al hacer esta pregunta. Será un alivio para una víctima tener a alguien abierto y que no la juzgue.
Una vez que hayas preguntado sobre sus planes, escucha atentamente sus respuestas. Siempre tome en serio una respuesta afirmativa. Si dice “sí”, no depende de usted decidir si lo dice en serio. Asuma siempre que lo son.
Recopilación de hechos
Si obtiene una respuesta positiva, entonces es hora de recopilar datos. Recuerde, es muy importante tomar en serio a la víctima y hacerle saber que está escuchando.
“¿Cómo planea hacerlo?” Esta pregunta es extremadamente importante, porque gran parte de la estrategia detrás de la intervención involucra los medios. A veces la gente toma una pistola o un frasco de pastillas porque es fácil. Desea encontrar formas de introducir barreras entre la víctima y el error que está considerando. Si dice que se va a pegar un tiro, pregúntele: “¿Tiene un arma que planee usar?”. Una vez más, esto refuerza el hecho de que los está tomando en serio, al mismo tiempo que le proporciona con información importante. Si es posible, distancie a la persona de los medios que pretende utilizar.
Ahora la gran pregunta: “¿Cuándo lo vas a hacer?”. Necesitas saber si el riesgo es inminente. Si responde con algo como, “Oh, estoy pensando en mediados de noviembre, cuando generalmente me siento más deprimido”, eso es bastante diferente de una respuesta como, “Mañana por la noche, justo a la medianoche, Voy a poner una bala en mi cerebro”. Si la respuesta indica que la amenaza es inminente, entonces es hora de actuar. No te preocupes si vas a dañar una amistad. Las amistades se pueden reparar, pero los suicidios son permanentes.
¡Maneras de tomar acción!
Una vez que haya establecido que la amenaza es real y haya determinado las intenciones de la víctima, hay algunas acciones muy importantes que debe tomar.
- NO los dejes solos
- Si están dispuestos, llévelos a un médico o psiquiatra.
- Si es necesario, llame al 911
Ayudándolos a lidiar con el dolor
Una vez que haya escuchado (ya sea que la amenaza sea inminente o no), es útil expresar ciertas ideas. Recuerde, el suicidio se basa en el dolor y el dolor se puede tratar. “Puedo ver que tienes dolor, y lo siento. Sé que quieres que el dolor se detenga, y yo también lo haría si estuviera en tu lugar. Me preocupo por ti y haré todo lo que pueda para ayudarte. Hablemos de algunas opciones y soluciones para ayudar a que este dolor sea más fácil de manejar. Estoy contigo en esto”. Luego, asegúrate de hacer un seguimiento. Asegúrese de que la persona tenga acceso a apoyo médico y psicológico. No deje que se encarguen del problema por su cuenta.
Resumen de la lección
Las personas consideran el suicidio cuando sienten dolor y cuando la vida parece no tener esperanza. La intervención suicida está interviniendo para evitar un error permanente. Se trata de comprender, tomar en serio a la persona que sufre, escuchar, recopilar datos y ayudar a ser la razón por la que no dan ese paso final. Averigüe si, cómo y cuándo planean hacerlo. Llame a los recursos de emergencia si es necesario, pero definitivamente trate de asegurarse de que obtengan ayuda. Tú puedes ser la diferencia entre una vida exitosa y una vida perdida.
Articulos relacionados
- La evaluación de Abel para el interés sexual
- Incorporación de la opinión de los padres en los programas educativos individualizados
- ¿Qué es una neurona? – Definición, partes y función
- Psicología industrial / organizacional y globalización
- Anti-intelectualismo en América
- Estrategias Compensatorias: Definición, enfoque y ejemplos
- Información de salud protegida: definición y regulaciones
- Prototipo en Psicología: Definición, teoría y ejemplos
- Las diferencias entre los IEP y los planes 504
- Aprendizaje adaptativo: definición, historia y metodología