José de San Martín: El Libertador de América

Publicado el 4 abril, 2025 por Rodrigo Ricardo

Los Primeros Años y Formación Militar en Europa

José Francisco de San Martín y Matorras nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, una pequeña localidad de la entonces Gobernación de las Misiones Guaraníes, en el Virreinato del Río de la Plata (actual provincia de Corrientes, Argentina). Hijo de Juan de San Martín, un militar español, y Gregoria Matorras, su familia regresó a España cuando él era aún un niño. Allí, ingresó muy joven al ejército realista, donde recibió una formación militar de élite en el Regimiento de Murcia. Durante más de 20 años, San Martín sirvió en las guerras contra Francia, Portugal y en la campaña de África, adquiriendo experiencia en estrategia y combate.

Sin embargo, su contacto con las ideas independentistas y liberales que circulaban en Europa, sumado a su identificación con la causa de las colonias americanas, lo llevaron a abandonar su carrera en España. En 1812, decidió regresar a Buenos Aires para unirse a la lucha por la emancipación de Sudamérica. Su llegada coincidió con un momento crucial en el proceso revolucionario, y rápidamente se destacó como un líder militar excepcional.

El Plan Libertador y la Campaña de los Andes

Una de las mayores contribuciones de San Martín a la independencia americana fue su visión estratégica. A diferencia de otros líderes que buscaban enfrentar directamente a los realistas en el Alto Perú (actual Bolivia), él comprendió que la clave para asegurar la libertad de las Provincias Unidas del Río de la Plata era liberar primero Chile y luego avanzar hacia el corazón del virreinato español: Perú. Para lograrlo, organizó el Ejército de los Andes en la provincia de Cuyo (Mendoza), donde preparó meticulosamente a sus tropas durante años.

El cruce de los Andes en 1817 fue una hazaña militar sin precedentes. Con más de 5,000 hombres, caballos, artillería y provisiones, San Martín lideró una travesía por pasos montañosos de más de 4,000 metros de altura, superando el frío extremo y la falta de oxígeno. Esta maniobra sorprendió a las fuerzas realistas en Chile y permitió la victoria decisiva en la Batalla de Chacabuco (1817), que culminó con la liberación de Santiago. Posteriormente, tras el revés temporal de Cancha Rayada, el triunfo en Maipú (1818) consolidó la independencia chilena bajo el gobierno de Bernardo O’Higgins.

La Expedición al Perú y la Consolidación de la Independencia

Con Chile libre, San Martín dirigió su mirada hacia Perú, el último bastión realista en Sudamérica. En 1820, partió desde Valparaíso con una flota organizada por el gobierno chileno y desembarcó en la costa peruana. En lugar de optar por una guerra frontal, empleó una estrategia de bloqueos y movimientos diplomáticos para debilitar al virrey José de la Serna. Finalmente, el 28 de julio de 1821, proclamó la independencia del Perú en Lima, aunque la guerra continuaría hasta la intervención de Simón Bolívar.

San Martín no buscó poder político; su objetivo era la libertad de los pueblos. Por eso, tras una breve gestión como Protector del Perú, decidió ceder el mando a Bolívar en la famosa Entrevista de Guayaquil (1822). Este encuentro, rodeado de misterio, marcó su retiro de la vida pública. Regresó brevemente a Argentina, pero al ver el país dividido por guerras civiles, partió hacia Europa, donde pasó sus últimos años en el exilio.

Legado y Muerte del Padre de la Patria

San Martín falleció el 17 de agosto de 1850 en Boulogne-sur-Mer, Francia, lejos de la tierra que ayudó a liberar. Aunque murió en la modestia, su figura creció con el tiempo hasta convertirse en el máximo prócer argentino y uno de los héroes más respetados de América. Su vida estuvo marcada por el sacrificio, la disciplina y un profundo sentido del deber.

Hoy, Argentina lo recuerda como el “Padre de la Patria”, y su imagen está presente en monumentos, billetes y escuelas. Su estrategia militar, su renuncia al poder y su compromiso con la libertad continental lo convierten en un modelo de liderazgo ético. Cada 17 de agosto, el país honra su memoria, recordando que, sin su visión y valentía, la independencia de Sudamérica habría sido mucho más difícil de alcanzar.

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