Métodos comunes de disciplina de los empleados: “estufa caliente” y disciplina progresiva
Acción disciplinaria: descripción general
Juan es un especialista en recursos humanos al que se le ha pedido que revise los procedimientos disciplinarios de su empresa. La disciplina es una acción tomada por un empleador para corregir el mal desempeño o comportamiento de un empleado que viola las políticas o procedimientos de la empresa. Juan sabe que es importante que los empleadores no traten la disciplina como una forma de castigo, sino como un método para capacitar a los empleados para que sean mejores empleados o mejoren comportamientos o actitudes laborales inaceptables. La idea no es castigar el comportamiento pasado sino mejorar el comportamiento futuro.
Regla de la estufa caliente
Juan también sabe que es una buena idea seguir la regla de la “estufa caliente” en la disciplina. Si alguna vez ha tocado una estufa caliente, probablemente no lo volverá a hacer. Veamos por qué:
- Recibe comentarios inmediatos. Si toca con la mano una estufa caliente, se quema: la causa y el efecto son claros e inmediatos.
- Usted sabe de antemano lo que sucede si toca una estufa caliente y puede notar que la estufa está caliente debido a la llama o los elementos de calefacción rojos. Saber de antemano qué comportamiento será disciplinado ayudará a prevenir la disciplina.
- Las consecuencias se aplican de forma coherente. Si toca la estufa caliente, se quema sin importar cuántas veces la toque. Hay consecuencias cada vez que lo tocas.
- A la estufa caliente no le importa quién eres, solo le importa lo que haces. Si lo tocas, te quemas. Si alguien más lo toca, se quema. Las consecuencias no son personales, las consecuencias se basan únicamente en el comportamiento.
Juan puede tomar estos principios y desarrollar un conjunto de reglas sobre las acciones disciplinarias de la empresa, que podemos llamar la regla de la estufa caliente :
- La disciplina debe ser inmediata: en otras palabras, cuando un empleado viola una regla, procedimiento o estándar, la disciplina debe tomarse lo más rápido posible, al igual que el dolor que se siente al tocar una estufa caliente.
- Se debe proporcionar una advertencia justa: Los empleados deben ser disciplinados por violaciones solo si recibieron un aviso razonable de que cierto comportamiento viola una política o regla de la empresa. A veces, esto es una obviedad, como el robo de un empleado. En otras ocasiones, los empleados deben recibir información sobre las reglas y políticas de la empresa para que puedan actuar de acuerdo con ellas.
- Se requiere constancia en la disciplina: una estufa caliente no le da un pase de vez en cuando. Si lo tocas, te quemas. Para que la disciplina sea lo más efectiva posible, debe aplicarse de la misma manera. Si la empresa quiere ser indulgente, debe aplicar la indulgencia de forma coherente con todos los empleados que se encuentran en la misma situación. La dureza también debe ser consistente. Si un empleado es despedido por llegar tarde tres veces sin una buena causa, todos los demás empleados deben recibir la misma acción laboral.
- La acción disciplinaria debe ser impersonal: a una estufa caliente no le importa quién la toque, quemará a príncipes y mendigos por igual. Asimismo, las acciones disciplinarias de la empresa deben aplicarse, o no aplicarse, en función de la conducta, no en función de quién está involucrado en la conducta. Una vez que se ha completado la acción disciplinaria, los gerentes deben tratar al empleado sujeto a disciplina como a todos los demás.
En resumen, la regla de la estufa caliente sostiene que se deben tomar medidas disciplinarias de inmediato, después de haber sido advertido adecuadamente, de manera consistente e impersonal.
Disciplina progresiva
Al diseñar un procedimiento disciplinario, Juan decide utilizar la disciplina progresiva. En la disciplina progresiva , los empleados están sujetos a medidas disciplinarias cada vez mayores o progresivas por una mala conducta continua. La idea es tomar las medidas necesarias para detener el comportamiento. La mayoría de los sistemas disciplinarios progresistas implican cuatro pasos:
- La primera etapa es una advertencia verbal y tal vez asesoramiento sobre el comportamiento inapropiado. Por ejemplo, un empleado puede recibir una advertencia verbal la primera vez que el empleado llega tarde al trabajo sin una excusa justificada. Un supervisor puede explicar que los retrasos perjudican a la empresa y a sus compañeros de trabajo y que la empresa no los tolerará.
- La segunda etapa implica una advertencia por escrito. Si nuestro empleado llega tarde por segunda vez, es posible que reciba un aviso por escrito de su retraso, incluida una advertencia de que si llega tarde, resultará en suspensión e incluso despido.
- La tercera etapa de la acción disciplinaria progresiva puede ser la suspensión sin paga. Si nuestro empleado llega tarde por tercera vez sin justificación o excusa, su gerente le mostrará la puerta y le dirá que no regrese por un período de tiempo determinado.
- La cuarta y última etapa es la terminación. La cuarta vez que nuestro empleado llega tarde es la última vez. Es despedido del empleo.
Para que la disciplina progresiva sea efectiva, los empleados deben saber dónde se encuentran en la progresión de la disciplina, qué tipo de mejora se espera para evitar la progresión a la siguiente acción disciplinaria y cuáles son las consecuencias si no mejoran. En nuestro ejemplo, nuestro empleado que llega tarde que acaba de recibir una suspensión debe saber que la tardanza no es aceptable y que si llega tarde de nuevo, será despedido.
La disciplina progresiva no está exenta de críticos. Muchos creen que es ineficaz para fomentar el comportamiento apropiado de los empleados porque tiende a intimidar. Independientemente de si un empleador ve la disciplina como un momento de enseñanza, los empleados casi invariablemente la verán como un castigo, y estar en su segunda o tercera ‘huelga’ no ayuda con la moral y el estrés. El sistema también puede crear relaciones adversas entre empleados y supervisores.
Resumen de la lección
Repasemos lo que hemos aprendido. La disciplina es una acción que una organización puede tomar para corregir el desempeño o el comportamiento de uno de sus miembros. Las acciones disciplinarias no deben usarse como castigo, sino como una herramienta de capacitación para mejorar el desempeño o el comportamiento de los empleados.
Los buenos procedimientos disciplinarios siguen la regla de la estufa caliente. La regla de la estufa caliente requiere que los empleados tengan una advertencia justa sobre el tipo de conducta sujeta a disciplina. También requiere que la acción disciplinaria sea inmediata, consistente e impersonal.
Un sistema disciplinario común es el sistema disciplinario progresivo en el que los empleados están sujetos a medidas disciplinarias cada vez mayores o progresivas por faltas continuas de conducta. Los pasos comunes en la progresión disciplinaria incluyen una advertencia verbal, una advertencia por escrito, suspensión sin paga y, finalmente, despido. Los críticos de la disciplina progresista sugieren que es ineficaz porque es intimidante y de naturaleza contradictoria.
Los resultados del aprendizaje
Una vez que haya completado esta lección, debería poder:
- Identificar el propósito de la disciplina en el lugar de trabajo.
- Describir la regla de la estufa caliente para crear procedimientos disciplinarios efectivos.
- Explicar las cuatro etapas del sistema disciplinario progresivo.
- Resumir la crítica a la disciplina progresista