Penicilina G Potásica vs. Penicilina G Sódica: Diferencias Clínicas y Aplicaciones Terapéuticas

Publicado el 5 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

En el ámbito de los antibióticos betalactámicos, la penicilina G continúa siendo un pilar fundamental para el tratamiento de infecciones bacterianas. Entre sus diversas formulaciones, la penicilina G potásica y la penicilina G sódica representan dos alternativas con características farmacológicas distintivas que determinan su uso en diferentes escenarios clínicos. Aunque ambas derivan de la benzilpenicilina, sus diferencias en composición, estabilidad y perfil de seguridad las hacen más adecuadas para situaciones específicas.

Este artículo ofrece un análisis exhaustivo de estas dos formulaciones, comparando su mecanismo de acción, farmacocinética, indicaciones principales y consideraciones prácticas para su uso en medicina clínica. La comprensión de estas diferencias es crucial para los profesionales de la salud que buscan optimizar los regímenes antibióticos en sus pacientes.

1. Composición Química y Estabilidad

Penicilina G Potásica

La penicilina G potásica es una sal de potasio de la benzilpenicilina que se caracteriza por:

  • Mayor estabilidad en forma de polvo liofilizado
  • Solubilidad limitada en soluciones acuosas (40,000 UI/ml como máximo)
  • pH más ácido en solución (5.0-7.5)
  • Contenido de potasio aproximado de 1.7 mEq por millón de UI

Esta formulación es particularmente útil cuando se requiere evitar la carga de sodio, como en pacientes con insuficiencia cardíaca o hipertensión mal controlada.

Penicilina G Sódica

La penicilina G sódica presenta:

  • Mayor solubilidad en agua (hasta 100,000 UI/ml)
  • pH más neutro en solución (6.0-7.5)
  • Contiene aproximadamente 2.0 mEq de sodio por millón de UI
  • Menor estabilidad en solución que la forma potásica

La mayor solubilidad de la forma sódica la hace preferible para administración intravenosa continua o cuando se requieren concentraciones muy altas del antibiótico.

2. Farmacocinética Comparada

Absorción y Biodisponibilidad

Ambas formulaciones tienen biodisponibilidad prácticamente nula por vía oral, requiriendo administración parenteral:

ParámetroPenicilina G PotásicaPenicilina G Sódica
Vida media30-60 minutos30-60 minutos
Unión a proteínas45-65%45-65%
Volumen de distribución0.35 L/kg0.35 L/kg

Distribución Tisular

Ambas penetran bien en:

  • Líquido pleural y peritoneal
  • Corazón, hígado y riñones
  • Hueso (concentraciones moderadas)

Penetración limitada en:

  • Líquido cefalorraquídeo (solo con meninges inflamadas)
  • Próstata y humor vítreo

3. Indicaciones Clínicas y Dosificación

Usos Preferentes de Cada Formulación

Penicilina G Potásica es preferible para:

  1. Tratamiento de sífilis congénita en neonatos
  2. Pacientes con restricción de sodio
  3. Administración intramuscular en entornos ambulatorios

Penicilina G Sódica es más adecuada para:

  1. Terapia intravenosa continua
  2. Meningitis bacteriana por sensibles
  3. Endocarditis infecciosa

Esquemas de Dosificación Comunes

IndicaciónPenicilina G PotásicaPenicilina G Sódica
Sífilis temprana2.4 MU IM única dosisNo recomendada
Meningitis neumocócicaNo recomendada24 MU IV/día en 4-6 dosis
Endocarditis12-18 MU IV/día18-24 MU IV/día

4. Consideraciones Prácticas en la Administración

Preparación y Estabilidad

  • Penicilina G potásica: Debe reconstituirse con agua estéril o solución salina. Estable por 7 días refrigerada.
  • Penicilina G sódica: Compatible con más soluciones. Estable por 3 días refrigerada.

Incompatibilidades Comunes

Ambas son incompatibles con:

  • Aminoglucósidos (inactivación recíproca)
  • Soluciones que contengan alcohol
  • Soluciones altamente alcalinas

5. Efectos Adversos y Monitorización

Reacciones Específicas por Formulación

Penicilina G potásica:

  • Hiperkalemia (especialmente en IRC)
  • Arritmias cardiacas por exceso de potasio

Penicilina G sódica:

  • Sobrecarga de volumen
  • Hipertensión
  • Edema en pacientes susceptibles

Monitorización Recomendada

  1. Electrolitos séricos (especialmente K+ y Na+)
  2. Función renal
  3. Signos de neurotoxicidad con dosis altas

Conclusión

La elección entre penicilina G potásica y sódica debe basarse en:

  1. Vía de administración requerida
  2. Estado electrolítico del paciente
  3. Velocidad necesaria de administración
  4. Disponibilidad de formulaciones

Ambas son alternativas terapéuticas valiosas cuando se usan según sus indicaciones específicas. El conocimiento de sus diferencias farmacológicas permite optimizar la terapia antibiótica mientras se minimizan los riesgos asociados.

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