¿Qué es la Acción y Reacción en la Tercera Ley de Newton?

Publicado el 17 diciembre, 2024 por Rodrigo Ricardo

Acción y reacción en la tercera ley de Newton

La tercera ley de Newton, también conocida como la ley de acción y reacción, es uno de los principios fundamentales de la física clásica. Esta ley establece que para cada fuerza aplicada (acción) existe una fuerza de igual magnitud pero en sentido opuesto (reacción). Aunque esta idea es aparentemente simple, tiene implicaciones profundas en cómo entendemos el movimiento y las interacciones en el universo.


Formulación de la tercera ley de Newton

En términos matemáticos y conceptuales, la tercera ley de Newton se expresa de la siguiente manera:

{eq}\vec{F}_{AB} = -\vec{F}_{BA}{/eq}

Donde:

  • {eq}\vec{F}_{AB}{/eq}: Es la fuerza que el objeto A ejerce sobre el objeto B.
  • {eq}\vec{F}_{BA}{/eq}: Es la fuerza que el objeto B ejerce sobre el objeto A.

Esto significa que ambas fuerzas tienen la misma magnitud pero direcciones opuestas. Estas fuerzas actúan siempre sobre objetos diferentes y nunca se anulan porque no comparten el mismo sistema.

Un ejemplo cotidiano de esta ley es cuando empujamos una pared: sentimos una fuerza de reacción de igual magnitud que nos empuja hacia atrás. Aunque la pared no se mueva, está ejerciendo una fuerza en respuesta a nuestra acción.


Historia y contexto de la tercera ley de Newton

La tercera ley fue enunciada por Sir Isaac Newton en su obra maestra, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica, publicada en 1687. Newton desarrolló esta ley basándose en observaciones previas y en el trabajo de científicos como Galileo Galilei y Johannes Kepler, quienes exploraron conceptos relacionados con el movimiento y las fuerzas. La idea de acción y reacción no solo estableció un marco teórico para entender las interacciones entre objetos, sino que también revolucionó la mecánica al proporcionar un principio universal aplicable en cualquier situación.


El principio de acción y reacción explicado

1. Acción y reacción como un par de fuerzas

Un punto clave es que las fuerzas de acción y reacción siempre aparecen en pares. No se puede ejercer una fuerza sin que haya una fuerza de reacción asociada. Por ejemplo:

  • Cuando saltamos hacia arriba, nuestros pies ejercen una fuerza hacia abajo sobre el suelo (acción). En respuesta, el suelo ejerce una fuerza hacia arriba sobre nuestros pies (reacción), lo que nos permite impulsarnos.

2. Las fuerzas actúan en objetos diferentes

Es importante destacar que las fuerzas no actúan sobre el mismo objeto. Si esto ocurriera, las fuerzas se cancelarían y no habría movimiento. Por ejemplo, en el caso de una persona remando un bote:

  • La acción es la fuerza que los remos ejercen sobre el agua.
  • La reacción es la fuerza que el agua ejerce sobre los remos, impulsando el bote hacia adelante.

3. Las fuerzas son simultáneas

La acción y la reacción ocurren al mismo tiempo. No hay un retraso temporal entre ellas; ambas fuerzas son instantáneas y dependientes. Si una fuerza desaparece, también lo hará su contraparte.


Ejemplos cotidianos de la tercera ley de Newton

1. Caminar

Cuando caminamos, empujamos el suelo hacia atrás con nuestros pies (acción), y el suelo nos empuja hacia adelante (reacción). Este principio permite nuestro desplazamiento.

2. Vuelo de un cohete

El funcionamiento de los cohetes espaciales es un ejemplo clásico de la tercera ley. Al quemar combustible, los gases son expulsados hacia atrás a gran velocidad (acción). Como reacción, el cohete es impulsado hacia adelante.

3. Inflar un globo y soltarlo

Cuando un globo se suelta sin atarlo, el aire escapa hacia atrás (acción) y el globo se mueve en la dirección opuesta (reacción).

4. Nadar

Al nadar, las manos empujan el agua hacia atrás (acción), y el agua ejerce una fuerza hacia adelante sobre el nadador (reacción), permitiendo el movimiento.


Aplicaciones prácticas de la tercera ley de Newton

1. Ingeniería y diseño de vehículos

La tercera ley se utiliza en el diseño de automóviles, aviones y cohetes para optimizar el rendimiento. Por ejemplo, las turbinas de avión funcionan expulsando aire hacia atrás, lo que genera una fuerza de reacción que impulsa el avión hacia adelante.

2. Tecnología aeroespacial

Los principios de acción y reacción son fundamentales para el lanzamiento y maniobra de satélites y naves espaciales. Los motores de iones y los propulsores químicos aprovechan estas fuerzas para moverse en el vacío del espacio.

3. Deportes

En deportes como el fútbol, el básquetbol y el tenis, la fuerza aplicada sobre la pelota (acción) genera una reacción igual y opuesta que determina su movimiento y velocidad.

4. Robótica y locomoción artificial

El diseño de robots y prótesis utiliza la tercera ley para calcular las fuerzas necesarias para movimientos equilibrados y precisos.


Relación con las otras leyes de Newton

La tercera ley de Newton no opera de manera aislada. Se complementa con las otras dos leyes del movimiento:

  1. Primera ley de Newton: Establece que un objeto permanecerá en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme a menos que actúe sobre él una fuerza externa. La tercera ley asegura que cualquier fuerza aplicada generará una reacción igual y opuesta.
  2. Segunda ley de Newton: Expresa que la fuerza neta aplicada sobre un objeto es igual a la masa del objeto por su aceleración ({eq}F = ma{/eq}). La tercera ley explica cómo se originan las fuerzas que producen esta aceleración.

Implicaciones en el universo

La tercera ley de Newton tiene implicaciones que van más allá de nuestro entorno cotidiano. Desde la dinámica de las galaxias hasta el comportamiento de las partículas subatómicas, el principio de acción y reacción es universal. Algunos ejemplos incluyen:

  • Interacciones gravitatorias: Los planetas parecen atraerse entre sí debido a la gravedad, pero en realidad, ambos ejercen fuerzas iguales y opuestas uno sobre el otro. Por ejemplo, la Tierra tira del Sol con la misma fuerza con la que el Sol tira de la Tierra, aunque debido a las diferencias de masa, los efectos visibles son diferentes.
  • Fuerzas electromagnéticas: En el caso de las partículas cargadas, como electrones y protones, la tercera ley explica cómo interactúan a través de campos eléctricos y magnéticos.
  • Colisiones en el espacio: Los asteroides o meteoritos que chocan entre sí aplican fuerzas de acción y reacción, lo que determina su movimiento después del impacto.

Desafíos y malentendidos comunes sobre la tercera ley de Newton

1. Confusión sobre la cancelación de fuerzas

Muchas personas piensan erróneamente que las fuerzas de acción y reacción se anulan. Esto ocurre porque no entienden que estas fuerzas actúan en objetos diferentes. Por ejemplo, en el caso de un avión, el motor ejerce una fuerza sobre el aire hacia atrás, mientras que el aire reacciona ejerciendo una fuerza hacia adelante en el avión, lo que permite el movimiento.

2. Escalas de fuerza y movimiento

Aunque la tercera ley siempre se cumple, los efectos visibles de las fuerzas pueden variar drásticamente según las masas involucradas. Si golpeas una pared, la fuerza que ejerces sobre ella es igual a la que la pared ejerce sobre ti, pero debido a que la pared tiene una masa inmensa comparada con tu mano, no se mueve visiblemente.

3. Aplicaciones en fluidos y gases

En sistemas como aviones o submarinos, las fuerzas de acción y reacción en fluidos pueden parecer más complejas debido a la naturaleza del medio, pero el principio fundamental sigue siendo válido.


Importancia educativa y científica

La tercera ley de Newton no solo es una pieza fundamental en la educación científica, sino también un concepto que desarrolla habilidades de razonamiento lógico. Comprender este principio es esencial para estudios avanzados en física, ingeniería, biología y otras ciencias aplicadas.

Además, al enseñar esta ley, se fomenta una comprensión más profunda de cómo el universo está interconectado y cómo las fuerzas invisibles modelan cada aspecto de la realidad.


Conclusión

La tercera ley de Newton, el principio de acción y reacción, es una piedra angular de la física que explica cómo interactúan los objetos en el universo. Desde el simple acto de caminar hasta el diseño de cohetes espaciales, esta ley está presente en innumerables aspectos de la vida cotidiana y las aplicaciones científicas. Su relevancia trasciende el ámbito académico, siendo un recordatorio constante de cómo las fuerzas y las interacciones dan forma al mundo que nos rodea.

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