Radiación de Hawking | Definición, ecuación y descubrimiento

Publicado el 1 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La radiación de Hawking es uno de los fenómenos más fascinantes y controvertidos de la física teórica moderna. Propuesta por el célebre físico Stephen Hawking en 1974, esta teoría revolucionó nuestra comprensión de los agujeros negros y su interacción con la mecánica cuántica. Aunque inicialmente fue recibida con escepticismo, hoy en día es ampliamente aceptada como una de las piedras angulares de la física de agujeros negros.

En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la radiación de Hawking, su formulación matemática a través de la ecuación de Hawking, y el contexto histórico de su descubrimiento. Además, analizaremos sus implicaciones en la termodinámica de agujeros negros y su relación con la paradoja de la información. Este fenómeno no solo tiene consecuencias teóricas profundas, sino que también podría ser clave para futuras observaciones astronómicas.


¿Qué es la Radiación de Hawking?

La radiación de Hawking es un tipo de radiación térmica que, según la teoría, es emitida por los agujeros negros debido a efectos cuánticos cerca del horizonte de eventos. A diferencia de lo que se creía clásicamente—que los agujeros negros son objetos que solo absorben materia y energía—, Hawking demostró que estos pueden perder masa y energía con el tiempo, evaporándose gradualmente.

Este fenómeno surge de la interacción entre la relatividad general y la mecánica cuántica. Según el principio de incertidumbre de Heisenberg, el espacio vacío no está realmente “vacío”, sino que está lleno de pares partícula-antipartícula virtuales que aparecen y desaparecen constantemente. Cerca del horizonte de sucesos de un agujero negro, puede ocurrir que una de estas partículas caiga en el agujero mientras la otra escapa, convirtiéndose en radiación real. La partícula que escapa lleva consigo energía, lo que implica una pérdida neta de masa para el agujero negro.

Este proceso es extremadamente lento para agujeros negros de masa estelar o supermasivos, pero en agujeros negros microscópicos (si existieran), la evaporación sería mucho más rápida. La existencia de esta radiación sugiere que los agujeros negros no son completamente negros, sino que emiten un tenue brillo térmico, con una temperatura inversamente proporcional a su masa.


La Ecuación de la Radiación de Hawking

La formulación matemática de la radiación de Hawking se basa en conceptos de termodinámica y física cuántica de campos en el espacio-tiempo curvado. La temperatura de Hawking (T) de un agujero negro está dada por la siguiente ecuación:

[{eq}T = \frac{\hbar c^3}{8 \pi G M k_B}{/eq}]

Donde:

  • ({eq}\hbar{/eq}) es la constante de Planck reducida.
  • (c) es la velocidad de la luz.
  • (G) es la constante gravitacional.
  • (M) es la masa del agujero negro.
  • ({eq}k_B{/eq}) es la constante de Boltzmann.

Esta ecuación muestra que la temperatura es inversamente proporcional a la masa del agujero negro. Es decir, mientras más pequeño sea el agujero negro, más caliente será y más intensa será su radiación. Por el contrario, un agujero negro supermasivo, como el que reside en el centro de nuestra galaxia, tendría una temperatura insignificante, mucho menor que la del fondo cósmico de microondas, por lo que en la práctica no se evaporaría.

Además, la tasa de evaporación de un agujero negro puede estimarse mediante la potencia radiada, que sigue la ley de Stefan-Boltzmann ajustada al área del horizonte de eventos. Esto implica que, con el tiempo, un agujero negro aislado perderá masa cada vez más rápido hasta desaparecer en una explosión final de energía.


Descubrimiento e Historia de la Radiación de Hawking

El descubrimiento de la radiación de Hawking se remonta a principios de la década de 1970, cuando Stephen Hawking investigaba las implicaciones de la mecánica cuántica en la física de agujeros negros. En ese entonces, se pensaba que estos objetos eran completamente inertes, sin posibilidad de emitir radiación. Sin embargo, Hawking combinó conceptos de la teoría cuántica de campos con la relatividad general y llegó a una conclusión revolucionaria.

En 1974, Hawking publicó su trabajo titulado “Black Hole Explosions?” en la revista Nature, donde presentó por primera vez la idea de que los agujeros negros podrían emitir radiación térmica. Este hallazgo conectó la física de agujeros negros con la termodinámica, sugiriendo que estos objetos tienen una entropía definida (proporcional al área de su horizonte de eventos) y una temperatura asociada.

El descubrimiento tuvo profundas implicaciones, incluyendo la paradoja de la información, que cuestiona si la información física se pierde irrevocablemente cuando la materia cae en un agujero negro que luego se evapora. Este problema sigue siendo uno de los mayores enigmas sin resolver en la física teórica y ha llevado a desarrollos como el principio holográfico y la teoría de cuerdas.


Implicaciones y Futuro de la Investigación

La radiación de Hawking no solo cambió nuestra comprensión de los agujeros negros, sino que también abrió nuevas líneas de investigación en gravedad cuántica y física de altas energías. Aunque aún no se ha detectado directamente (debido a su extremada debilidad en agujeros negros astrofísicos), algunos experimentos con análogos de agujeros negros en laboratorios han mostrado comportamientos similares, apoyando indirectamente la teoría.

En el futuro, observaciones más precisas de agujeros negros primordiales (si existen) o avances en detectores de ondas gravitacionales podrían proporcionar evidencia experimental de este fenómeno. Mientras tanto, la radiación de Hawking sigue siendo un pilar fundamental en la búsqueda de una teoría unificada de la gravedad cuántica.


Conclusión

La radiación de Hawking es un descubrimiento clave que une la relatividad general y la mecánica cuántica, demostrando que los agujeros negros no son eternos, sino que se evaporan lentamente. Aunque su detección directa sigue siendo un desafío, su impacto en la física teórica es incuestionable. Desde su formulación en 1974 hasta hoy, este fenómeno continúa inspirando nuevas investigaciones y teorías que podrían llevarnos a una comprensión más profunda del universo.

Articulos relacionados