Sistema circulatorio Phylum Arthropoda

Publicado el 12 septiembre, 2020 por Rodrigo Ricardo

¿Qué son los artrópodos?

Imagínese una langosta por un segundo. Debería poder imaginarse ese caparazón rojo duro en la parte exterior de su cuerpo. Es ese exoesqueleto el que lo clasifica como perteneciente al filo Arthropoda.

Los artrópodos (animales del filo Arthropoda) tienen cuerpos segmentados y un exoesqueleto. Incluyen animales como insectos, arácnidos (arañas, escorpiones, etc.) y crustáceos. Entonces, si los esqueletos de los artrópodos están en el exterior, ¿es diferente también lo que hay en el interior? Claro que lo es, pero hay algunas cosas que te resultarán familiares. Echemos un vistazo a su sistema circulatorio.

Sistema circulatorio

Puedes imaginar que si tuvieras un esqueleto en el exterior, tu sistema circulatorio podría ser muy diferente. Los artrópodos tienen lo que se conoce como un sistema circulatorio abierto , donde la sangre llena la cavidad corporal del animal. Los seres humanos tienen un sistema circulatorio cerrado, donde la sangre se mueve por el cuerpo a través de vasos y arterias.

Dentro de muchos animales existe un área de espacio vacío llamada celoma donde se pueden encontrar sus órganos. Un celoma ayuda a dar cierta rigidez a los animales y actúa como un esqueleto, dando al cuerpo una especie de estructura. En los artrópodos, este celoma se reduce mucho y se divide en áreas más pequeñas alrededor de los órganos excretores y reproductores. Como tienen esqueletos, el espacio sobrante se llena con sangre que cubre los otros órganos, manteniéndolos bañados en sangre. Esta cavidad se conoce como hemocele o cavidad sanguínea.


La sangre llena el espacio vacío en esta imagen de una araña
Corte de araña

Flujo de sangre en artrópodos

El tipo de sangre que contienen los artrópodos también es diferente de lo que un humano consideraría sangre “normal”. No tiene el contenido de oxígeno que tienen los humanos. Sin embargo, sí ayuda a distribuir el oxígeno y a eliminar el dióxido de carbono por todo el cuerpo de forma similar a la sangre humana. La sangre de artrópodo tiene una base de cobre, por lo que no parece roja como la de un humano. Nos referimos a este líquido de tipo sanguíneo dentro del sistema como hemolinfa .


Un ejemplo básico del sistema circulatorio abierto
Sistema circulatorio abierto

La sangre se bombea a lo largo del hemocele a través del corazón del animal. Este músculo se ondula en lugar de contraerse, bombeando la sangre hacia adelante en el animal. Luego, se vuelve a ciclar, lo que les permite mover oxígeno por el cuerpo a diferentes sistemas de órganos.

Algunos artrópodos tienen pulmones, otros tienen branquias y los pequeños difunden oxígeno a través de su piel. Recuerde que la difusión es el movimiento de una molécula o sustancia a través de una membrana desde una concentración más alta a una concentración más baja. Esto permite que estos artrópodos respiren.

¿Qué importancia tiene esto?

El sistema circulatorio de un artrópodo es bastante ágil y simple. Estudiarlo nos ayuda a comprender nuestros propios sistemas y su historia evolutiva. Los científicos pueden estudiar el sistema circulatorio abierto de los artrópodos y ver cómo varía y se desarrolla en el sistema cerrado que nosotros, como humanos, hemos desarrollado.

Resumen de la lección

Los artrópodos son un filo que consiste en animales con cuerpos segmentados y exoesqueletos. Debido a que tienen un esqueleto, no necesitan el celoma típico (cavidad corporal llena de líquido que se encuentra en muchos otros tipos de animales). En cambio, tienen un hemocele , una cavidad que se divide en secciones más pequeñas y se llena de sangre. Esta existe alrededor de los órganos principales del animal y mantiene esos órganos bañados en sangre.

La sangre de artrópodos, llamada hemolinfa, tiene una base de cobre y ayuda a distribuir el oxígeno y eliminar el dióxido de carbono. Se bombea a través del corazón, que ondula en lugar de bombear, a través del hemocele del animal. Dependiendo del animal en particular, los pulmones, las branquias o la difusión actúan para extraer oxígeno y eliminar el dióxido de carbono.

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