Apócrifo de Juan: Origen, autenticidad y resumen

¿Qué es el apócrifo de Juan?

El Apócrifo de Juan es uno de los textos gnósticos más importantes, si no el más significativo. El gnosticismo se considera en términos generales una posición teológica definida por su énfasis en el logro del conocimiento divino como condición para la salvación. El Apócrifo de Juan es el nombre más común del texto, agrupándolo con otros textos apócrifos, pero también se le llama Libro Secreto de Juan o Revelación Secreta de Juan. Estos nombres provienen de la traducción del préstamo latino del griego apókryphos que significa “oculto”, una forma adjetiva del verbo que significa “ocultar”.

La designación de “apócrifo” o “apócrifo” ahora se usa comúnmente para indicar el estado no canónico de un texto. El título “Apócrifo de Juan” aparece al final de los diversos textos existentes, lo que significa la naturaleza oculta del conocimiento contenido en ellos. Esto es indicativo de la tradición gnóstica del conocimiento divino secreto o revelado selectivamente.

Como sugiere el título, supuestamente se trata de un evangelio complementario escrito por el apóstol San Juan, en el que registra la revelación que le transmitió Jesús. El contenido de esta revelación se considera una forma especial de conocimiento sobre la cosmología del universo, incluida su creación y una discusión elaborada sobre la naturaleza de Dios.

Este texto ha sido históricamente considerado herejía en la iglesia cristiana y atribuido falsamente a San Juan Apóstol. La propia historia de Juan dentro de la iglesia es bastante oscura, aunque generalmente se le considera uno de los apóstoles más cercanos y feroces de Jesús, y de alguna manera está involucrado en el debate en torno a la conversión de los gentiles.

Origen del Libro Secreto de Juan

Se desconoce mucho sobre el origen del Apócrifo de Juan. Hasta 1945, no existían copias del texto conocidas por los estudiosos. Se encontraron varias versiones del texto en la Biblioteca de Nag Hammadi, también llamados códices de Nag Hammadi. La Biblioteca Nag Hammadi recibe su nombre de la ciudad egipcia en la que fue descubierta; Los códices fueron descubiertos por un joven en 1945.

Antes del descubrimiento de la Biblioteca Nag Hammadi, la mayor parte de lo que se sabía sobre el Apócrifo de Juan se extraía de escritos secundarios sobre herejías. Estos escritos incluían Adversus haereses ( Contra las herejías, escrito por Ireneo de Lyon alrededor del año 180 d.C.) que se dedicaba a denunciar y refutar el gnosticismo. Debido a que muchos de los primeros Padres de la Iglesia cristiana estaban preocupados por socavar el surgimiento del gnosticismo, se dice que muchos de los escritos gnósticos fueron destruidos por ser heréticos.

Estos primeros siglos del cristianismo, en los que escribieron los Padres de la Iglesia, fueron una época de cambios y sin una escritura o doctrina consistente y coherente. Es a través del trabajo teológico de los Padres de la Iglesia que se establecieron una doctrina canónica y una literatura bíblica. Parece que esta formación fue influenciada en parte por las afirmaciones teológicas dentro de las enseñanzas gnósticas, de modo que los Padres de la Iglesia formularon argumentos teológicos como refutaciones de aquellos enseñados en el gnosticismo.

El sistema de creencias gnóstico

Es difícil describir un sistema de creencias central y general de los diferentes grupos de enseñanza que han sido categorizados como gnósticos, especialmente considerando que la mayoría de las generalizaciones sobre el gnosticismo se han formado a partir de estereotipos asociados con su estatus histórico herético.

Una característica común de los sistemas de creencias gnósticos es la de varias fuerzas o figuras creativas que son responsables de diversas características del estado actual del universo de la creación. Se dice que esta diferenciación de figuras creativas es una manera de entender el problema de la existencia del mal y la desgracia en un mundo creado divinamente. La visión gnóstica expuesta en el Libro Secreto de Juan es tal que el creador del mundo material es un demiurgo, un dios menor poderoso que creó el mundo material para engañar a los seres espirituales. Sin embargo, no todas las creencias gnósticas consideran al creador como malvado de esta manera.

La caracterización más general del sistema de creencias gnóstico es que la salvación espiritual se basa en la adquisición del verdadero conocimiento del mundo, incluida su creación por un ser menor que el de la divinidad suprema del Dios verdadero. También se caracteriza por su síntesis de la revelación y las enseñanzas cristianas, por un lado, y de ideas platónicas como el demiurgo y el conocimiento de una realidad pura, por el otro. Estos dos últimos rasgos son manifestaciones del dualismo del gnosticismo, el de la luz y la oscuridad y el del conocimiento y la ignorancia, como se demuestra en la narración del Libro Secreto de Juan que se analiza más adelante.

¿Es auténtico el libro secreto de Juan?

El Apócrifo de Juan, tal como está ahora, se considera una copia de otro texto preexistente. La evidencia textual respalda esto en la medida en que se dice que los textos originales estaban en griego, pero las copias existentes están escritas en copto, con varios errores de escritura en los códices atribuidos al proceso de copia de los textos.

Además, existen discrepancias entre las diferentes versiones del Apócrifo de Juan. Como hay varias copias en la Biblioteca Nag Hammadi, una comparación entre ellas permite a los estudiosos especular sobre la causa y el origen de estas diferencias. Hasta ahora, estas diferencias se han atribuido al proceso de asimilación textual. La asimilación textual es el proceso mediante el cual las versiones más largas del texto llegan a incorporar más detalles y consistencia lógica, características que se acumularon con el tiempo y a través de los diversos contextos culturales del texto.

Sólo varía el grado de elaboración de los detalles del texto, pero las diferentes versiones del texto son más o menos consistentes a pesar de que sus fuentes y orígenes están oscurecidos. Sin embargo, lo que está claro es que la mayoría de los estudiosos aceptan la falsa atribución del texto a San Juan Apóstol. En este sentido, el texto no es auténticamente atribuible a Juan sino que es un texto gnóstico auténtico.

Resumen del apócrifo de Juan

Realidad Divina y su Creación

El texto comienza con una admisión de engaño mundano y con Juan vagando por el desierto en su dolor por la crucifixión de Cristo. Aquí se encuentra con el mismo Cristo, quien le transmite una narración cosmológica. Esta narrativa cosmológica, considerada el corazón del Apócrifo de Juan, comienza con el principio de la Mónada. Esto se considera el principio espiritual más elevado y una sección del texto está dedicada a definir lo que significa Dios como Mónada, de manera que es anterior a todo, no depende de nada y no se encuentra ni es reconciliable con ningún otro Eón ni se encuentra en el tiempo.

Los Aeones son entonces caracterizados como emanaciones del agua-luz suprema de este Dios. Se caracterizan principalmente por su relación con el espíritu inefable de la autocontemplación de Dios. El primer Eón, llamado Barbelo y previsión, surgió del pensamiento de la Mónada. Barbelo es considerado un espíritu divino femenino y andrógino, al que a menudo se hace referencia usando pronombres femeninos y se le llama Madre-Padre. Los otros cuatro Aeones que emergen de este proceso son presciencia, incorruptibilidad, vida eterna y verdad. Todos estos cuatro eones se caracterizan en el texto como solicitudes de Barbelo o previsión.

Después, la divina Madre Barbelo y el divino Padre de la luz pura conciben a Adamus, el primer ser espiritual creado mediante la concepción, y quien él mismo engendra a su hijo Seth. Estas tres figuras divinas, la Madre, el Padre y Adamus (también llamado Cristo y el Autogenes), son los responsables de la creación del resto de los Eones, el último de los cuales es Sofía o Sabiduría.

La realidad material y su origen

Sofía creó otro ser, Ialdabaoth (también escrito Yaltabaoth), a partir de su propio pensamiento. Ella hizo esto sin el acuerdo de sus contrapartes espirituales, particularmente sin la consideración del Espíritu Supremo o Mónada o un consorte masculino. Debido a que Ialdabaoth fue creado únicamente a partir de Sofía, se cree que fue creado por ignorancia y que era imperfecto y mal formado. El texto afirma que debido a esto, Ialdabaoth no pudo vivir en el reino espiritual con el resto e inmediatamente voló a otro reino de ser aparte de los poderes superiores, volviéndose ignorante de ellos. Es Ialdabaoth quien es considerado el creador del resto de poderes que manifiestan el mundo material, son llamados Arcontes (una forma corrupta de los poderes de los Eones).

Estos Arcontes son creadores del universo físico, y la siguiente parte del texto relata cómo Ialdabaoth, con la ayuda de los Arcontes, creó el cosmos y al hombre en un pobre reflejo del conocimiento innato que tenía del reino espiritual divino. Hay una gran parte dedicada a relatar cómo cada uno de los roles cosmológicos de los Arcontes se relaciona con las diferentes partes del cuerpo físico del hombre. También hay una descripción del papel de los principios cosmológicos en la salud física del cuerpo, denominada melotesia (una forma de astrología médica).

El resto de la narración se refiere a cómo las luces de los Aeones espirituales entran en el mundo material creado por Ialdabaoth, y cómo los humanos pueden alcanzar el conocimiento del ser superior transmitiendo el mensaje relatado en las enseñanzas secretas del texto. A partir de este proceso de adquirir conocimiento secreto, los humanos pueden llegar a salvarse de quedar atrapados dentro de esta naturaleza puramente material.

Influencia del Libro Secreto de Juan

Las enseñanzas gnósticas como las que se encuentran en el Libro Secreto de Juan y otros apócrifos tuvieron un impacto duradero en la iglesia cristiana, a pesar de su condición de sistema de creencias minoritario. Algunas de las influencias más significativas de las enseñanzas gnósticas sobre la doctrina cristiana son los compromisos y argumentos en torno a la identidad de Dios y la naturaleza divina de Jesús.

En un caso, debido a que los textos gnósticos suelen relacionar el ser del demiurgo con el Dios representado en la Torá, los Padres de la Iglesia desarrollaron muchos argumentos para defender la identidad entre el Dios del Antiguo Testamento y el Dios del Nuevo Testamento. En otro, la naturaleza de Jesucristo como divina y mortal, de ser la encarnación de Dios de un ser humano sufriente, fue algo contradicha por los textos gnósticos. Así, para combatir estas diferencias, los Padres de la Iglesia formularon doctrinas y argumentos plenamente articulados en apoyo de la visión canónica y consideraron estos otros como herejías.

Resumen de la lección

El Apócrifo de Juan es un texto importante en la antigua tradición del gnosticismo. Se considera una enseñanza secreta sobre el estado cosmológico del universo y de la creación divina. Durante un tiempo, la mayor parte del conocimiento sobre el Apócrifo de Juan fue indirecto y se derivó de oponentes, como Ireneo de Lyon en Contra las herejías. No fue hasta que se descubrió la Biblioteca Nag Hammadi en 1945 que hubo varias copias de este texto disponibles para el análisis académico. Los textos gnósticos como el Libro Secreto de Juan influyeron enormemente en el desarrollo de la doctrina cristiana y los argumentos textuales canónicos sobre la naturaleza de Dios y la creación.

La enseñanza central del Apócrifo de Juan es el logro de la salvación a través del conocimiento sobre la verdadera realidad divina, que proviene de la comprensión de la narrativa cosmológica de que el mundo material fue creado por un demiurgo engañoso llamado Ialdabaoth. La realidad divina, por otra parte, fue creada por una Mónada o Padre espiritual suprema, de quien se engendran todos los demás Eones o realidades espirituales. El propio demiurgo surgió del Aeón llamado Sofía, o Sabiduría, que creó a Ialdabaoth sin la ayuda de ninguno de los otros Aeones. El reconocimiento de estas verdades tiene por tanto como objetivo liberar a la humanidad de este estado material inferior del ser.