¿Cómo contribuyó Michael Walzer al debate sobre la moralidad en la guerra?

Publicado el 4 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

La Relevancia de Michael Walzer en la Filosofía Política y Ética de la Guerra

Michael Walzer es uno de los pensadores más influyentes en el campo de la filosofía política y la ética aplicada a los conflictos bélicos. Su obra más destacada, Guerras justas e injustas (1977), ha redefinido el debate sobre la moralidad en la guerra, combinando principios éticos con análisis históricos concretos. Walzer no solo recupera la tradición de la “guerra justa”, sino que la adapta a los desafíos contemporáneos, como el terrorismo, las intervenciones humanitarias y las guerras asimétricas.

En este artículo, exploraremos cómo Walzer contribuyó al debate sobre la moralidad en la guerra, analizando sus postulados clave, sus críticas al realismo político y su defensa de un enfoque normativo que equilibre la necesidad militar con los límites éticos. Además, examinaremos las reacciones de otros filósofos y teóricos políticos a su obra, así como su impacto en el derecho internacional humanitario.


La Teoría de la Guerra Justa: Fundamentos y Evolución

La teoría de la guerra justa tiene sus raíces en pensadores como San Agustín y Santo Tomás de Aquino, quienes establecieron criterios para determinar cuándo una guerra es moralmente aceptable. Walzer retoma estos principios pero los reformula en un contexto moderno, distinguiendo entre el jus ad bellum (el derecho a declarar la guerra) y el jus in bello (las reglas de conducta durante la guerra).

Según Walzer, una guerra solo puede ser justificada si cumple con ciertas condiciones: causa justa (como la defensa ante una agresión), autoridad legítima (un Estado soberano), intención correcta (no buscar beneficios económicos o políticos), último recurso (agotar todas las vías pacíficas), probabilidad de éxito (evitar muertes innecesarias) y proporcionalidad (los beneficios deben superar los daños). Estos criterios buscan evitar guerras arbitrarias y limitar la violencia innecesaria.

Sin embargo, Walzer también introduce el concepto de “emergencia suprema”, que permite excepciones morales en situaciones extremas, como la amenaza de un genocidio. Este aspecto ha generado controversia, pues algunos críticos argumentan que abre la puerta a justificar acciones inmorales en nombre de la seguridad colectiva.


El Problema de la Moralidad en la Guerra: Críticas al Realismo Político

Una de las mayores contribuciones de Walzer es su crítica al realismo político, una corriente que sostiene que la moralidad no tiene cabida en la guerra, ya que los Estados actúan por interés propio. Para los realistas, como Hans Morgenthau o Carl von Clausewitz, la guerra es un instrumento político donde solo importa la eficacia estratégica.

Walzer rechaza esta postura, argumentando que incluso en la guerra existen límites éticos que deben respetarse. Por ejemplo, el principio de no combatientes (prohibición de atacar civiles) es fundamental en su teoría. Según él, violar este principio convierte una guerra en injusta, independientemente de sus motivos iniciales.

Además, Walzer cuestiona el argumento de que “todo vale” en la guerra, señalando que socavar las normas morales conduce a una espiral de violencia sin fin. Su defensa de los derechos humanos incluso en contextos bélicos ha influido en convenciones internacionales, como los Protocolos de Ginebra.


Guerras Asimétricas y el Dilema de la Intervención Humanitaria

En el mundo contemporáneo, las guerras ya no son solo entre Estados, sino que involucran actores no estatales (como grupos terroristas) y conflictos internos. Walzer aborda estos desafíos en su obra posterior, analizando cómo aplicar la teoría de la guerra justa en contextos asimétricos.

Uno de los debates más intensos es el de la intervención humanitaria: ¿es moralmente aceptable que un Estado intervenga militarmente en otro para detener crímenes masivos? Walzer sostiene que, en casos extremos (como genocidios), la intervención puede ser justificada, pero debe cumplir con estrictos criterios de legitimidad y proporcionalidad.

Sin embargo, este enfoque ha sido criticado por su posible uso selectivo (como en las intervenciones occidentales en Oriente Medio) y por el riesgo de empeorar los conflictos. Walzer reconoce estos peligros, pero insiste en que la comunidad internacional no puede permanecer pasiva ante atrocidades masivas.


Conclusiones: El Legado de Walzer en la Ética de la Guerra

Michael Walzer ha dejado una huella profunda en el debate sobre la moralidad en la guerra, combinando rigor filosófico con un enfoque práctico. Su teoría de la guerra justa sigue siendo un referente en academias, cortes internacionales y políticas de defensa.

Aunque sus ideas han sido cuestionadas (especialmente en casos de emergencia suprema y guerras asimétricas), su defensa de los límites éticos en la guerra sigue siendo relevante en un mundo donde los conflictos armados persisten. Walzer nos recuerda que, incluso en la violencia, la humanidad debe prevalecer.

Articulos relacionados