Comparación de los puntos de vista hedónico y eudaimónico de la felicidad
¿Qué es la felicidad?
¿Cómo sabes qué te hará feliz o qué se necesitará para llegar a ese punto? Esta es una gran pregunta con la que la gente se pasa la mayor parte de su vida lidiando, pero también es en su mayor parte subjetiva. Por ejemplo, lo que se necesita para hacer feliz a una persona también puede hacer que otra se sienta muy infeliz. De hecho, este es un concepto verdaderamente complejo, pero hay una forma de descomponerlo para que sea un poco más accesible.
El primer paso para comprender la felicidad en realidad podría ser eliminar esa palabra por completo. La felicidad es un término tan subjetivo que es virtualmente inútil para intentar comprender qué hace que una persona se sienta realizada o satisfecha. Una mejor manera de enmarcarlo podría ser usar el término bienestar , que es el grado en el que una persona se siente cómoda, saludable y satisfecha con su vida.
La felicidad y el bienestar pueden parecer términos casi idénticos, pero considere esto: una persona puede consumir drogas o alcohol para sentirse feliz, pero esto es a corto plazo y tiene serias consecuencias para su salud física y mental que probablemente la conducirán a la infelicidad. Dado que, cuando la gente usa el término “feliz”, a lo que realmente se refiere es a un estado de bienestar.
Felicidad hedónica
En un sentido muy amplio, hay dos formas en que las personas tienden a lograr la felicidad o el bienestar. El primero es el enfoque hedónico , que se originó con el filósofo griego Aristippus . Desde su perspectiva, el principal objetivo de una persona en la vida era experimentar tanto placer como fuera posible y, en general, evitar cualquier experiencia dolorosa.
Por ejemplo, algunas personas asocian la felicidad con tener mucha riqueza material y pasar todo el tiempo posible socializando con amigos. Para estas personas, la felicidad se puede lograr comprando cosas, saliendo a restaurantes o bares y, en general, divirtiéndose. En el caso del enfoque hedónico, el objetivo es pasar el mayor tiempo posible divirtiéndose y el menor tiempo posible haciendo cosas que no sean divertidas, evitando el dolor, como trabajar y realizar tareas aburridas o tediosas.
Cuando se trata del bienestar de una persona, algunos críticos argumentan que el enfoque hedónico es una falacia lógica , lo que significa que hay una falla en el razonamiento de la persona. Su crítica se basa en la idea de que una búsqueda puramente hedónica de la felicidad no contribuye necesariamente al bienestar general de una persona. Por ejemplo, alguien podría buscar experiencias placenteras abusando del alcohol, participando en conductas sexuales de riesgo o participando en actividades peligrosas como el paracaidismo. Estas actividades pueden proporcionar un placer momentáneo, pero no siempre contribuyen al bienestar y, de hecho, pueden tener consecuencias negativas en el futuro.
Felicidad eudaimónica
En respuesta al enfoque hedónico de la felicidad de Aristippus, el filósofo griego Aristóteles ofreció una alternativa a la que se refirió como el enfoque eudaimónico del bienestar. Aristóteles encontró que la idea de felicidad, al menos como la describió Aristipo, era un concepto burdo.
Desde su perspectiva, el hecho de que una persona pueda hacer algo y pueda generar placer, no significa que deba hacerse o que contribuya al bienestar. Un enfoque eudaimónico, por otro lado, era la búsqueda de la realización personal y la realización del potencial del hombre. El voluntariado para ayudar a otros, por ejemplo, mejoraría el bienestar porque contribuye a la propia comunidad. Asimismo, la búsqueda del conocimiento también es eudaimónica porque hace que la persona sea más capaz y mejor informada.
Durante el último siglo, el enfoque eudaimónico del bienestar ha sido adoptado por muchos psicólogos y tiene alguna evidencia que respalda su potencial. La jerarquía de necesidades de Maslow , por ejemplo, es una teoría psicológica importante que sugiere que las personas necesitan algo más que placer momentáneo para lograr el bienestar. Según Maslow, las personas necesitan, entre otras cosas, sentirse seguras y amadas, y tener la oportunidad de superarse.
Un enfoque mixto
El problema de discutir la felicidad o el bienestar en términos hedónicos o eudaimónicos es que se supone que estas dos ideas son polos opuestos en lugar de dos lados de un espectro. Siendo realistas, no es probable que perseguir el bienestar a través de un enfoque puramente hedónico o puramente eudaimónico resulte en felicidad o éxito.
Por ejemplo, la búsqueda de nada más que placer mientras se evita cualquier tipo de dolor o malestar (hedónico) probablemente envejecerá después de un tiempo y dejará al individuo sintiéndose algo vacío. Del mismo modo, vivir una vida pura y virtuosa (eudaimónica) todo el tiempo no satisface exactamente la necesidad innata de placer que experimentan las personas.
En los últimos años, los investigadores han comenzado a considerar cómo se pueden combinar estos dos enfoques para lograr una especie de bienestar equilibrado. Este enfoque reconoce que las personas son complicadas, las emociones son confusas y la vida está llena de matices. Además, investigaciones recientes sugieren que la felicidad, la significación y el bienestar no son mutuamente excluyentes. Por ejemplo, llevar a tu abuela a una cita con el médico es significativo, pero no necesariamente te hace feliz. Por el contrario, pasar el rato con tus amigos en un bar podría hacerte feliz, pero eso no significa que será significativo o contribuirá a tu bienestar.
Hay varias teorías e ideas diferentes que caen en estas dos categorías y la realidad es que hay algo de verdad y valor en ambos enfoques. Por lo tanto, la búsqueda del bienestar no es una situación de una u otra. Más bien, requiere cierta flexibilidad y un equilibrio entre lo hedónico y lo eudaimónico.
Resumen de la lección
Debido a que la idea de la felicidad es tan vaga y subjetiva, podría ser más productivo considerar diferentes enfoques del bienestar o hasta qué punto uno se siente cómodo, saludable y satisfecho con la vida. En un sentido muy amplio, esto se puede hacer analizando el enfoque hedónico , que enfatiza el aumento del placer y evitar el dolor (y que algunos creen que es una falacia lógica), y el enfoque eudaimónico , que se enfoca en la realización personal y una vida significativa.
Estos dos enfoques para lograr un estado de bienestar son muy diferentes, pero la investigación y las teorías modernas, como la Jerarquía de necesidades de Maslow, sugieren que el enfoque eudaimónico es el más racional de los dos, aunque una combinación de ambas estrategias podría ser la más adecuada. realista para alcanzar la felicidad.
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