Introducción a la psicología biológica

Publicado el 21 septiembre, 2020 por Rodrigo Ricardo

Cuando pensamos en tomar decisiones, pensamos en cosas que suceden en la mente: ideas que influyen en nuestra forma de pensar. Pero su cerebro, nervios y hormonas también afectan su comportamiento y cómo se siente. Podemos entender más sobre la condición humana cuando reconocemos cómo la biología afecta el comportamiento.

Su cerebro, nervios y hormonas son responsables de sus pensamientos, sentimientos y acciones. Cuando tenga hambre, recuerde su lugar favorito para comer, huela la comida que se está cocinando y coma un gran bocado: los procesos biológicos están involucrados.

Los biopsicólogos estudian las líneas de comunicación entre su cerebro, glándulas y músculos. Observan la intersección entre biología y psicología, entre actividad cerebral y estados mentales. Piense en el cerebro como una computadora, los biopsicólogos son los técnicos que descubren cómo el hardware afecta la fluidez del funcionamiento del software.

Una contribución importante de la biopsicología es encontrar las causas biológicas de por qué pensamos, sentimos y actuamos como lo hacemos. Dos sistemas biológicos que afectan su comportamiento son su sistema nervioso y su sistema endocrino . Su sistema nervioso es una red interconectada de células nerviosas (llamadas neuronas) que le permiten sentir lo que sucede a su alrededor para que pueda reaccionar. Su cerebro le dice que tiene hambre, pero su sistema nervioso le dice a su cerebro cuando ve comida, e incluso ayuda a digerir la comida. Su sistema endocrino, mientras tanto, incluye sus glándulas productoras de hormonas y ayuda a su cuerpo a convertir los alimentos en energía. Biopsicólogos y neurocientíficos del comportamiento Estudiar los efectos de procesos biológicos como el hambre, la alimentación y la digestión.

Las ideas, las emociones y el comportamiento son solo la punta del iceberg. Nuestro conocimiento de las causas biológicas de las enfermedades mentales y las raíces genéticas de los trastornos continúa creciendo. Los biopsicólogos han descubierto desencadenantes genéticos y bioquímicos de los trastornos alimentarios que nos hacen repensar la idea de que ciertas afecciones están “todas en la cabeza”. Si no está convencido, piense en cómo cambian sus hábitos alimenticios cuando está estresado o enfermo.

Los neurocientíficos del comportamiento también estudian la neuroplasticidad o la capacidad del cerebro para reorganizarse en respuesta a daños y nuevas experiencias. Probablemente esté familiarizado con la idea de que cuando pierde la capacidad de usar uno de sus sentidos, sus otros sentidos se vuelven más fuertes. De hecho, hay un cambio estructural en su cerebro que acompaña a este cambio de capacidad. Si queda ciego, las partes de su cerebro que no son responsables de su visión podrían agrandarse para ayudar a compensar la pérdida de la vista. Ya no podrá ver la comida, pero podrá olerla y saborearla más que nunca.

La próxima vez que piense, sienta o reaccione, considere las funciones que desempeñan su cerebro, nervios, músculos y glándulas.

Articulos relacionados