Niobe en la Mitología Griega: historia, atributos y representaciones
¿Quién era Níobe en la mitología griega?
Niobe era una mujer de la mitología griega. Su nombre hoy significa “helecho”. Se la recuerda como una madre desconsolada, ya que su orgullo y su falta de sumisión a los dioses la llevaron a perder a sus doce hijos. Su historia, de ese modo, está ligada al clásico tema griego de la hybris, o el orgullo excesivo.
Mitología de Niobe
La historia de Níobe en la mitología griega se centra en su maternidad y su arrogancia. En su mito, Níobe se casó con Anfión, el rey de Tebas, convirtiéndose así en la reina de Tebas. Era una mujer rica y poderosa. Ella y Anfión tuvieron siete hijos y siete hijas. La historia de Níobe es similar al mito de Tántalo, ya que ambos llegaron a la ruina debido a su arrogancia y orgullo tóxico.
Niobe era poderosa y de noble cuna. La maternidad es una parte clave de su historia. Según Ovidio,
“Sus hijos la hicieron sentir orgullosa: ella habría sido
La más feliz de todas las madres, si tan solo…
No se consideraba la más feliz.”
Un día, Níobe se enfadó con el pueblo de Tebas por adorar a la diosa de la fertilidad, Leta, madre de Apolo y Artemisa. Níobe dijo al pueblo de Tebas que ella era superior a Leta porque Leta sólo tenía dos hijos, mientras que Níobe tenía catorce. Níobe se jactó de que incluso podía perder a algunos de sus hijos y aun así ser más afortunada que Leta. Dijo que el pueblo debería adorarla a ella, a quien podían ver, no a Leta, a quien no veían. Contó que su marido gobernaba Tebas, que su padre cenaba con los dioses y que su madre era una diosa. Se suponía que todos estos hechos demostraban su superioridad.
Esto enfureció a Leta, que hizo que todos los hijos de Níobe fueran asesinados con flechas. El más joven suplicó a los dioses que le perdonaran la vida, pero para entonces ya era demasiado tarde y la flecha ya había sido disparada. Níobe estaba afligida y enfadada con Leta, pero le dijo a la diosa que era aún más afortunada porque Leta solo tenía dos hijos, pero ella todavía tenía siete hijas. Las seis mayores de las hijas de Níobe fueron entonces flechadas. Níobe suplicó por la vida de su hija menor, pero esta hija también fue asesinada. En algunas representaciones, Apolo es quien mata a los hijos de Níobe, y en otras, Apolo mata a los niños y Artemisa mata a las niñas.
Abrumado por el dolor, Anfión se quitó la vida. Níobe se convirtió en piedra. A pesar de estar petrificada por dentro y por fuera, las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas. En algunas versiones de su historia, simplemente se convirtió en piedra. En otras, Zeus la convirtió en piedra para librarla de su dolor. En la versión de Homero, Zeus convirtió a todos los habitantes de Tebas, incluidos los hijos de Níobe, en piedra, lo que significa que sus hijos no fueron asesinados con flechas. Zeus se negó a enterrar a los hijos de Níobe, luego, al décimo día, los enterró y Níobe volvió a la vida.
Atributos de Niobe
El atributo más notable de Níobe es su arrogancia. Este rasgo de carácter es común en la mitología griega y se refiere a un tipo excesivo de orgullo. En muchos casos, como en el caso de Níobe y su padre, Tántalo, conduce a su caída. Níobe vivió una vida afortunada, pero se la arrebataron porque no fue capaz de controlar su arrogancia.
Niobe también es vista como un prototipo de madre afligida. A pesar de toda la fortuna que tuvo en la vida, se convirtió en piedra para la eternidad con lágrimas corriendo por sus mejillas, siendo definida para siempre por lo que tuvo y luego perdió.
Representaciones de Níobe, la hija llorosa de Tántalo
Níobe es representada con frecuencia en el arte y la literatura, y a menudo se la describe como un castigo por su arrogancia. No se celebran sus bendiciones, sino más bien sus pérdidas.
- En Childe Harold de Lord Byron, Byron escribe sobre cómo Niobe “no tenía hijos ni corona en su dolor sin voz”.
- Apolodoro, en su libro del siglo II a. C., Biblioteca, escribió que la hija de Níobe, Cloris, sobrevivió y se casó. También escribió que todos los habitantes de Tebas se convirtieron en piedra durante al menos nueve días.
- Stephen Scott compuso Las lágrimas de Niobe en 1990.
- La Roca de los Lamentos de Turquía suele asociarse con Níobe. En algunas versiones, se dice que Níobe regresó a este lugar del monte Sípilo. Allí se dice que se convirtió en roca, y la Roca de los Lamentos de Turquía parece llorar cuando la nieve se derrite sobre ella.
Resumen de la lección
Niobe era hija de Tántalo y Dione. Tántalo, hijo de Zeus, era un hombre arrogante, y esto condujo a su caída cuando mató y luego trató de alimentar a los dioses y diosas con su hijo muerto. Niobe sufría de la misma hybris, o arrogancia exagerada, que su padre, y esto también la llevó a su caída. La reina Niobe de Tebas se enojó con los tebios cuando adoraron a la diosa Leto. Ella dijo que Leto solo tuvo dos hijos mientras que ella tuvo la suerte de tener catorce.
Los relatos varían ligeramente en cuanto a quién causó la muerte de los hijos de Níobe, pero en la mayoría de los casos, sus catorce hijos fueron alcanzados por flechas y murieron. Níobe se convirtió entonces en piedra, tanto por dentro como por fuera, y las lágrimas siguieron corriendo por su rostro. Se la considera un prototipo de madre afligida, y su historia contiene un tema clásico de la literatura griega: la arrogancia.
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