Políticas y procedimientos de intervención que minimizan el riesgo

Publicado el 2 febrero, 2024 por Rodrigo Ricardo

¿Qué es una Intervención en Trabajo Social?

Una intervención es el proceso por el que trabaja un trabajador social para lograr un cambio para un cliente. Básicamente, el trabajador social interviene cuando es necesario, especialmente cuando necesita prevenir un riesgo para el cliente. La intervención se puede utilizar tanto para individuos como para grupos de clientes, como familias, comunidades o incluso organizaciones.

El riesgo es siempre algo a considerar en la línea de trabajo social. A menudo, los clientes pueden enfrentar condiciones inseguras debido al asunto en el que están involucrados. Dado que las reclamaciones presentadas generalmente se refieren a algún tipo de desacuerdo entre dos partes, es fundamental que el trabajador social se mantenga alerta para identificar posibles problemas y poder trabajar en la prevención de riesgos. Los trabajadores sociales deben trabajar constantemente para evaluar los riesgos en su trabajo, no sólo para sus clientes, sino también para ellos mismos.

Cómo las políticas pueden minimizar los riesgos

La implementación de ciertas políticas de intervención también puede ayudar a minimizar los riesgos. Hay diferentes tipos de riesgos a considerar, como riesgos para la seguridad, peligros ambientales y riesgos relacionados con el comportamiento de los clientes. Debido a la naturaleza del negocio, los trabajadores sociales deben considerar preocupaciones generales de seguridad que pueden afectar a sus clientes debido a la sensibilidad de los reclamos o casos. Los peligros ambientales son aquellos que ocurren en cualquier lugar de trabajo, como tener recursos inadecuados o un ambiente inseguro para realizar el trabajo. Por ejemplo, tener una pasarela llena de elementos que potencialmente podrían hacer que un cliente tropiece se consideraría un peligro ambiental. El comportamiento del cliente es otra preocupación para la que los trabajadores sociales deberán capacitarse para que sepan cómo manejar situaciones únicas.

Las organizaciones deben implementar políticas respecto de situaciones y temas que puedan representar un riesgo para sus trabajadores o sus clientes. Garantizar que los trabajadores sigan la formación y las directrices adecuadas puede ayudar a mitigar cualquier problema que surja. Al seguir los protocolos, el trabajador social puede comprender cómo reaccionar ante situaciones y comprender las mejores prácticas a aplicar cuando los clientes muestran ciertos comportamientos. Si bien estas políticas se pueden aplicar en la oficina, las organizaciones también deberán considerar los riesgos fuera de la organización. El trabajador social también debe considerar los riesgos del trabajo en el campo.

Por ejemplo, visitar a un cliente en su residencia supone un mayor riesgo que mantener una reunión con él en la oficina, virtualmente o por correo electrónico. Sin embargo, estas situaciones suelen ser inevitables, ya que es posible que el trabajador social necesite recopilar información sobre su residencia y las condiciones en su hogar. Aún así, implementar ciertas políticas y enseñar habilidades de concientización puede ayudar a reducir los riesgos al trabajar en el campo.

Métodos para minimizar riesgos

Muchas veces, el propósito de la intervención es minimizar el riesgo para los clientes, o incluso para el trabajador social. Para evitar que los problemas se agraven, los trabajadores sociales y las organizaciones pueden utilizar varios tipos diferentes de métodos o estrategias. Algunos de estos métodos y preocupaciones a considerar incluyen:

  • Seguir estándares y directrices establecidos creados por la organización.
  • Determinar las preocupaciones de los trabajadores sociales para implementar estrategias según sea necesario.
  • Aplicar prácticas para reducir la intensidad verbal, como observar el lenguaje corporal para reconocer una amenaza, permanecer imparcial ante la situación y validar lo que el cliente dice según sea necesario.
  • Mitigar los peligros físicos y ambientales en la oficina manteniéndola organizada y limpia.
  • Trabajando para minimizar el agotamiento de los trabajadores para seguir siendo productivos
  • Proporcionar recursos de salud mental tanto para trabajadores como para clientes.
  • Evalúe el comportamiento del cliente y manténgase alerta ante cualquier cambio.
  • Comunicarse con otros profesionales conectados con el cliente para comprender sus antecedentes y comportamientos.
  • Implementar capacitación en seguridad de los trabajadores para prevenir altercados físicos
  • Utilizar varios modelos de resolución de conflictos para evitar que se agraven.
  • Realizar investigaciones para considerar los riesgos potenciales de las decisiones para las comunidades locales.

Aplicando el modelo de Thomas-Kilmann

El modelo de resolución de conflictos consta de cinco componentes, que incluyen evitar, acomodar, comprometer, competir y colaborar. Los trabajadores sociales pueden aplicar el método de evasión para evitar que el problema se agrave, el método de acomodación si el trabajador puede lograr que una de las partes se adapte a los deseos de la otra, y el método de conciliación para lograr que cada parte llegue a un acuerdo obteniendo cada una una parte. beneficio. El método competitivo se lleva a cabo cuando una parte compite por un beneficio total sin tener en cuenta los deseos de la otra parte. Por ejemplo, un miembro de la familia que aconseja a otro miembro de la familia que vaya a terapia, aunque no lo crea necesario, podría recurrir al método competitivo para tratar de convencerse mutuamente de que ésta es la solución correcta. El método de colaboración requiere que las partes trabajen juntas para llegar a una solución.

Resumen de la lección

Una intervención es el proceso utilizado en el trabajo social para realizar un cambio para un cliente, que solo se completa según sea necesario y generalmente está vinculado a algún tipo de riesgo. Los riesgos en el trabajo social pueden variar y afectar tanto a los trabajadores como a los clientes, lo que puede involucrar a individuos y grupos. Algunos de los riesgos típicos en el trabajo social incluyen riesgos generales para la seguridad, peligros ambientales y riesgos relacionados con el comportamiento del cliente.

Existen diferentes políticas que se pueden implementar para prevenir riesgos, especialmente en el ámbito laboral. En general, los trabajadores sociales se enfrentan a mayores riesgos cuando se encuentran con el cliente en su residencia. Es fundamental que los trabajadores sociales estén capacitados y sean conscientes, y también que comprendan los métodos de resolución de conflictos. El modelo Thomas-Kilmann se centra en cinco métodos utilizados para la resolución de conflictos. Estos incluyen evitar, que tiene lugar cuando el cliente busca evitar que un problema se agrave, así como adaptarse, comprometerse, competir y colaborar. Algunos métodos que pueden ayudar a minimizar el riesgo en el trabajo social incluyen evaluar el comportamiento del cliente, mitigar los peligros físicos en la oficina, implementar capacitación para la seguridad de los trabajadores y comunicarse con profesionales conectados con el cliente para comprender sus comportamientos.

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