Prevención y control de infecciones: definición y componentes básicos

Publicado el 22 julio, 2024 por Rodrigo Ricardo

¿Qué es la prevención y el control de infecciones?

Las infecciones, o la invasión del cuerpo por el crecimiento y la propagación de patógenos como las bacterias, son un problema importante en el mundo de la atención médica actual y son responsables de casi 100.000 muertes cada año. Las prácticas basadas en evidencia para disminuir la incidencia de estas infecciones en pacientes y trabajadores de la salud se conocen como prevención y control de infecciones (PCI).

¿Cómo se propagan las infecciones?

Los agentes patógenos, o gérmenes, causan infecciones. Una infección ocurre cuando estos gérmenes entran en el cuerpo y comienzan a multiplicarse. Los agentes patógenos existen en todo nuestro entorno. La propagación de una enfermedad infecciosa ocurre cuando ocurren tres cosas al mismo tiempo. En primer lugar, está presente una fuente de infección, como los gérmenes que viven en la manija de una puerta o en el interior o la superficie de una persona. En segundo lugar, está presente una persona que es susceptible a ese agente patógeno. Por último, debe producirse la transmisión, que implica que los gérmenes se trasladen a la persona susceptible y entren en su cuerpo.

Las infecciones se propagan de forma directa o indirecta. La transmisión indirecta se produce cuando una persona entra en contacto con el patógeno al tocar un reservorio contaminado. Un ejemplo es una persona que estornuda en su mano y toca el picaporte de una puerta al salir de una habitación. Otra persona toca más tarde ese picaporte contaminado y se frota la nariz. El patógeno entra en su cuerpo a través del conducto nasal y lo enferma. La transmisión indirecta también se refiere a patógenos transmitidos por vectores, como las enfermedades causadas por vectores como las picaduras de mosquitos (virus del Nilo Occidental) o incluso las picaduras de animales (rabia). La transmisión directa de enfermedades infecciosas se produce cuando hay contacto de persona a persona. Un ejemplo de esto es un paciente enfermo en el hospital que tose mientras una enfermera lo atiende. La enfermera es susceptible al patógeno del paciente; cuando inhala los gérmenes, estos entran en sus vías respiratorias y finalmente lo enferman.

Componentes básicos del PCI de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado ocho componentes básicos de la prevención y el control de las infecciones, entre ellos:

  1. Programas de prevención y control de infecciones: se recomienda que en cada hospital exista un equipo capacitado para prevenir las infecciones asociadas a la atención médica y la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
  2. Directrices nacionales y a nivel de establecimientos para la prevención y el control de infecciones: se recomienda que se elaboren directrices basadas en evidencia para reducir la incidencia de infecciones asociadas a la atención médica y resistencia a los antimicrobianos, y que los trabajadores de la salud reciban capacitación sobre dichas directrices.
  3. Educación y capacitación sobre prevención y control de infecciones: se recomienda brindar educación sobre prevención y control de infecciones a todos los trabajadores de la salud, incluida capacitación con simulación para reducir las infecciones asociadas a la atención médica y la resistencia a los antimicrobianos.
  4. Vigilancia de infecciones asociadas a la atención de salud: recomendación de que la vigilancia de las IRAS debe orientar la prevención y el control de infecciones y ayudar a detectar brotes.
  5. Estrategias multimodales para implementar actividades de prevención y control de infecciones: recomendación de que se implementen estrategias multimodales de PCI para reducir las IAAS y la RAM.
  6. Monitoreo/auditoría de las prácticas de PCI y actividades de retroalimentación y control: se recomienda que se realice una evaluación regular de los estándares de PCI para controlar las IRAS y la RAM, siendo el monitoreo de la higiene de las manos una medida clave.
  7. Carga de trabajo, dotación de personal y ocupación de camas a nivel de establecimiento: recomendación de que se reduzcan las infecciones asociadas a la atención médica y la resistencia a los antimicrobianos garantizando que los establecimientos no excedan su ocupación máxima de camas y garanticen una dotación de personal segura.
  8. Entorno construido, materiales y equipos para la prevención y el control de infecciones a nivel de las instalaciones: recomendación de que las instalaciones deben garantizar entornos de atención al paciente higiénicos y limpios para prevenir y controlar las infecciones asociadas a la atención médica y la resistencia a los antimicrobianos.

Ejemplos de control de infecciones

El control de infecciones en el ámbito sanitario también se conoce como precauciones estándar, que incluyen:

  • Higiene de manos: lavarse las manos con agua y jabón (o desinfectante de manos cuando no hay agua corriente disponible) ayuda a prevenir la propagación de material infeccioso a las superficies y al cuerpo.
  • Equipo de protección personal (EPP): guantes, mascarillas, protectores faciales y batas ayudan a proteger a los trabajadores de la salud de la exposición a patógenos cuando atienden a los pacientes.
  • Esterilización y desinfección: los dispositivos médicos utilizados en la atención al paciente deben limpiarse, desinfectarse y esterilizarse para eliminar material infeccioso, como sangre, vómitos y otros fluidos corporales y patógenos.
  • Higiene ambiental: el entorno donde se atiende al paciente debe limpiarse con regularidad. La ropa de cama del paciente debe manipularse con cuidado y cambiarse y lavarse con frecuencia.
  • Etiqueta al toser: cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar ayuda a reducir la propagación de patógenos respiratorios en el aire y en superficies donde pueden infectar a otras personas.
  • Manipulación segura de objetos punzantes: los trabajadores sanitarios deben manipular con cuidado los objetos punzantes y desecharlos de forma adecuada. Los pinchazos accidentales con agujas y las lesiones con objetos punzantes exponen a los pacientes y a los trabajadores sanitarios a patógenos transmitidos por la sangre que pueden causar enfermedades infecciosas.
  • Precauciones de transmisión: Los pacientes con enfermedades infecciosas conocidas deben ser colocados bajo precauciones de aislamiento para proteger a otros pacientes y a los trabajadores de la salud.

Resumen de la lección

Cuando los gérmenes o patógenos entran en el cuerpo y comienzan a crecer e invadir, se denomina infección. Cuando un germen o patógeno está presente en el entorno o en una persona huésped, se denomina fuente. Para que se produzca una infección, debe estar presente una persona susceptible y debe producirse la transmisión a esa persona. Las infecciones enferman a las personas y pueden matarlas, por eso la prevención y el control de infecciones son tan importantes. La prevención y el control de infecciones (PCI) es una forma de prevenir y reducir la cantidad de infecciones en pacientes y trabajadores de la salud mediante métodos basados ​​en evidencia. La PCI ayuda a disminuir la cantidad de infecciones asociadas a la atención médica (IAAS) o infecciones que comienzan mientras una persona ya está recibiendo atención médica por otra afección. Las IAAS son una carga grave para la industria de la atención médica y causan una gran cantidad de muertes evitables cada año. La PCI también es útil para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas, epidemias y pandemias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado ocho componentes básicos de la prevención y el control de infecciones para prevenir las infecciones asociadas a la atención sanitaria y reducir la resistencia a los antimicrobianos. Estas estrategias basadas en la evidencia se centran en la formación y la educación de los trabajadores sanitarios, la vigilancia de los brotes de infecciones asociadas a la atención sanitaria y la garantía de una dotación de personal segura y un entorno higiénico para los pacientes. Algunos ejemplos de prácticas esenciales de control de infecciones son la higiene de las manos, el uso de equipos de protección personal, la esterilización y desinfección de los dispositivos médicos y la higiene y limpieza ambientales.

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