¿Qué pasó en España durante la Segunda Guerra Mundial?

Publicado el 26 noviembre, 2024 por Rodrigo Ricardo

España durante la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue uno de los conflictos más devastadores de la historia, con consecuencias profundas tanto a nivel global como regional. Mientras que la mayoría de los países de Europa se vieron directamente involucrados en las hostilidades, España adoptó una postura distinta debido a su reciente historia política, marcada por la dictadura de Francisco Franco, quien había ascendido al poder tras la Guerra Civil Española (1936-1939).

A pesar de no haber participado oficialmente en la guerra, la posición estratégica de España, sus decisiones políticas internas y sus relaciones internacionales durante estos años tuvieron un impacto significativo en su futuro y en su desarrollo político.


La España de Franco en 1939: entre la neutralidad y la simpatía por las Potencias del Eje

Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló en septiembre de 1939, España acababa de salir de una guerra civil devastadora que dejó al país exhausto. El régimen de Franco, que se había consolidado como dictadura tras la victoria de los sublevados en 1939, se encontraba en una posición complicada en términos internacionales:

  1. Neutralidad oficial: Aunque España no formó parte activa del conflicto, Franco adoptó una postura oficial de neutralidad al inicio de la guerra. Esta decisión estuvo influenciada por la necesidad de consolidar su régimen tras la Guerra Civil y por la falta de recursos para implicarse en un conflicto mundial.
  2. Simpatía por las Potencias del Eje: A pesar de su neutralidad formal, el régimen de Franco simpatizaba abiertamente con las Potencias del Eje, especialmente con Alemania nazi y Italia fascista. Franco tenía afinidades ideológicas con Adolf Hitler y Benito Mussolini, y su régimen compartía ciertos elementos del fascismo, aunque España no estaba en condiciones de intervenir directamente en el conflicto.
  3. La Guerra Civil Española como preludio: La Guerra Civil había sido vista por algunos como un preludio de la confrontación mundial que se avecinaba, con las potencias extranjeras interviniendo a favor de los bandos enfrentados. La Italia fascista y la Alemania nazi habían apoyado al bando sublevado de Franco, lo que le permitió a este consolidarse en el poder.

La “no beligerancia” española y la colaboración con el Eje

Durante los primeros años del conflicto, la postura de España fue ambigua. Franco adoptó una estrategia de “no beligerancia”, una forma de involucrarse indirectamente en la guerra sin declarar oficialmente la guerra a las potencias aliadas. Esta postura permitió a España apoyar a las Potencias del Eje de diversas maneras:

  1. La División Azul: En 1941, en el contexto de la invasión alemana a la Unión Soviética, Franco permitió la creación de una unidad militar conocida como la División Azul, compuesta por soldados españoles que lucharon junto a las fuerzas alemanas en el Frente Oriental. Aunque la presencia de esta división fue limitada, su participación marcó un signo claro de apoyo a la causa nazi.
  2. Suministro de recursos: España proporcionó recursos estratégicos, como minerales, tungsteno (utilizado en la fabricación de armas), y otras materias primas a la Alemania nazi, lo que fortaleció las relaciones económicas entre ambos países durante la guerra.
  3. Apoyo diplomático limitado: Aunque España nunca llegó a unirse oficialmente al Eje, Franco mantuvo una actitud diplomática favorable hacia Hitler y Mussolini, participando en diversas conferencias y proporcionando apoyo político, aunque sin comprometerse completamente.

Los conflictos internos y la población española durante la guerra

Mientras que el régimen de Franco mantenía relaciones con las Potencias del Eje, España también se enfrentaba a serias tensiones internas:

  1. Resistencia antifranquista: Durante la guerra, la resistencia interna contra el régimen de Franco no cesó. Aunque el gobierno de Franco logró sofocar en gran parte la oposición tras la Guerra Civil, todavía existían grupos republicanos y partidos de izquierda que operaban en la clandestinidad. Estos grupos, aunque debilitados, continuaron luchando contra el régimen.
  2. Condiciones económicas y sociales: La economía española estaba muy afectada por la guerra civil, la reconstrucción del país y la escasez de recursos. La población sufrió severamente las dificultades económicas, las carencias alimentarias y las restricciones impuestas por el régimen, mientras que las políticas de autarquía (la búsqueda de independencia económica) no lograron aliviar la situación.
  3. Represión política: La dictadura de Franco mantuvo su enfoque represivo, persiguiendo a disidentes políticos, miembros de la resistencia, intelectuales y cualquier persona considerada contraria al régimen. La ley de represión de la masonería y el comunismo, junto con otras leyes represivas, mantuvieron a la sociedad bajo control.

El final de la guerra y la posguerra en España

A medida que la Segunda Guerra Mundial se acercaba a su fin, con la derrota de las Potencias del Eje en 1945, España se encontraba aislada en la comunidad internacional. A pesar de su simpatía por las potencias fascistas, Franco había logrado mantenerse al margen de la guerra sin involucrarse directamente en las hostilidades, lo que le permitió evitar la destrucción masiva que sufrieron otros países europeos.

  1. La posguerra y el aislamiento internacional: Tras el fin de la guerra, España continuó siendo aislada internacionalmente, ya que la mayoría de los países, especialmente los Aliados, no aceptaban el régimen franquista. España no fue admitida en las Naciones Unidas hasta 1955 y enfrentó sanciones económicas, lo que contribuyó a su aislamiento en los primeros años después de la guerra.
  2. Recuperación de relaciones con los aliados: En la década de 1950, con el inicio de la Guerra Fría, España buscó acercarse a los Estados Unidos y las democracias occidentales. En 1953, el régimen de Franco firmó el Tratado de Amistad y Cooperación con Estados Unidos, lo que le permitió obtener apoyo económico y militar.

Conclusión

España, bajo el régimen de Franco, vivió una época de ambigua neutralidad durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque no participó directamente en los combates, su apoyo a las Potencias del Eje, su colaboración en la guerra económica y su participación en acciones como la División Azul lo situaron en una posición de complicidad con los nazis y los fascistas. La guerra, sin embargo, dejó al país aislado diplomáticamente durante muchos años, mientras que las dificultades internas y las tensiones sociales continuaron siendo una constante en la España de la posguerra.

El impacto de la Segunda Guerra Mundial en España fue, por tanto, tanto directo como indirecto, marcando el rumbo del país durante las décadas siguientes, en un contexto de autoritarismo, aislamiento y eventual reorientación hacia el mundo occidental.

Articulos relacionados