Anahita, la diosa persa: historia, características y culto

¿Quién es la diosa persa Anahita?

Anahita, también conocida como Aredvi Sura Anahita, Anahid, Anahit y Anaitis, es la diosa persa de la fertilidad, la salud, la curación, la sabiduría y el agua. Era una de las deidades más veneradas de la antigua religión iraní y era adorada en todo el imperio persa. Su estatus como diosa del agua no tenía rival en tres imperios iraníes, que abarcaron más de mil años. Se cree que sus nombres se originan de las palabras avésticas sura y anahita, que significan poderosa y pura, respectivamente.

La diosa persa Anahita era considerada una diosa que representaba diferentes religiones, culturas o escuelas de pensamiento, y tenía dos formas independientes. Se cree que su primera forma es responsable de las aguas de la tierra, y la segunda denota su conexión con la diosa Ishtar. A menudo se la asocia con otras diosas influyentes de otras culturas e imperios, como:

• Inanna/Ishtar, la diosa sumeria del amor, la fertilidad, la sensualidad, la procreación y la guerra.
• Se cree que Saraswati, de la cultura hindú, es la diosa de la sabiduría, la música, la estética y el aprendizaje.
• Se cree que Sauska, del imperio hurrita-hitita, es la diosa de la guerra, la fertilidad y la curación.
• Afrodita, de la mitología griega, es la diosa del amor, el deseo y la belleza.
• Venus, del imperio romano, es la diosa del sexo, el amor, la fertilidad y la belleza.
• Astarté, la diosa del sexo, la guerra, el amor y la caza, tiene orígenes cananeos o fenicios.

Características de la diosa Anahita

Aunque existen otras diosas del agua de diferentes culturas y religiones, Anahita, la diosa, tiene características que la definen. Entre ellas se encuentran:

• Fertilidad: Una de las principales asociaciones de Anahita, la gente creía que ella podía purificar el semen, el útero, garantizar el parto seguro de los niños y ayudar a las mujeres a producir la leche materna necesaria para la nutrición adecuada de sus bebés.
• Salud y curación: Los antiguos iraníes creían que Anahita era responsable de tratar sus enfermedades y que si la adoraban, ella les ofrecería recuperación.
• Sabiduría: Se creía que Anahita ofrecía sabiduría a quienes la veneraban.
• Agua: La característica principal de Anahita.

Durante la dinastía aqueménida en Persia, se la asoció con Ishtar, la diosa del amor, la fertilidad, la sensualidad, la procreación y la guerra, porque compartían atributos similares. Por ejemplo, la fertilidad era importante para ambas diosas. Anahita, sin embargo, está más asociada con el agua como diosa del agua, y se pensaba que era la fuente del río del mundo. El vínculo también surgió de la creencia de que la realeza en Irán, en ese momento, tenía orígenes mesopotámicos. El símbolo de Anahita es la flor de loto, una planta que a menudo se llama nenúfar.

Representaciones de Anahita

Anahita es representada como una bella mujer adornada con joyas de oro en la mano, las orejas y el cuello, así como con un vestido blanco con adornos de oro. Llevaba una corona de oro y sostenía las ramitas sagradas de barsom en una mano. También era una diosa que conducía carros tirados por cuatro caballos que representaban el viento, las nubes, el aguanieve y la lluvia. Se cree que esto se debe al hecho de que los nombres de la diosa del agua se traducen como “la que posee el agua” o “de las aguas, poderosa e inmaculada”.

Anahita es retratada con gran respeto en diferentes inscripciones, como las Inscripciones Reales Aqueménidas, una colección de textos persas antiguos sobre monumentos de reyes aqueménidas. Por ejemplo, algunas inscripciones dicen “la gran diosa Anaitis del alto Hara” y “Anaitis del agua sagrada”.

Adoración a Anahita

El culto a la diosa persa Anahita se hizo popular durante el reinado de Artajerjes II, rey de Persia, entre los años 450 y 351 a. C. Durante este tiempo, se erigieron estatuas, santuarios y templos en toda Persia para rendirle homenaje. Estos santuarios se erigían normalmente cerca de fuentes de agua, como arroyos y ríos. De todas las diosas persas, Anahita era la que tenía más santuarios y templos dedicados a ella. De hecho, todavía quedan en pie dos sitios arqueológicos en Irán y se cree que estuvieron dedicados a ella. Uno de ellos, el Templo de Anahita, es la estructura de piedra y atracción turística más grande de Irán. Su culto siguió siendo importante hasta que los movimientos iconoclastas comenzaron a destruir los iconos y monumentos asociados con la religión después de la caída del Imperio sasánida. Anahita fue reemplazada más tarde por la leyenda de Bibi Shahrbanu, la hija del último rey sasánida. Anahita también se asoció con el don de la vida y era adorada por los soldados persas durante la guerra con la expectativa de que ella preservaría sus vidas.

Resumen de la lección

Anahita, también conocida como Aredvi Sura Anahita, Anahid, Anahit y Anaitis, es la diosa persa de la fertilidad, la salud, la curación, la sabiduría y el agua. Anahita es representada como una bella mujer que viste un vestido blanco y joyas de oro. Anahita ha sido asociada con diosas de otras culturas y religiones que se cree que tienen las mismas cualidades.

El culto a la diosa persa Anahita se hizo prominente durante el reinado de Artajerjes II, rey de Persia, entre 450 a. C. y 351 a. C. Durante esta época, se erigieron estatuas, santuarios y templos en toda Persia para rendirle homenaje. Dado que su cualidad más venerada es su papel de diosa del agua, muchos de los santuarios dedicados a ella se erigieron alrededor de fuentes de agua, como ríos y arroyos.