El Régimen de Vichy: Colaboración, Resistencia y Legado en la Francia Ocupada

Publicado el 11 abril, 2025 por Rodrigo Ricardo

Introducción: El Contexto Histórico del Régimen de Vichy

El régimen de Vichy fue un gobierno colaboracionista establecido en Francia después de la derrota ante la Alemania nazi en 1940. Tras la rápida invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial, Francia se dividió en dos zonas: una ocupada directamente por los nazis, que incluía París y el norte del país, y una zona “libre” en el sur, gobernada desde la ciudad de Vichy por el mariscal Philippe Pétain. Este gobierno, aunque nominalmente independiente, actuó en estrecha colaboración con la Alemania de Hitler, implementando políticas autoritarias, antisemitas y represivas. La creación del régimen de Vichy marcó un período oscuro en la historia francesa, caracterizado por la sumisión a las exigencias nazis, la persecución de judíos y opositores políticos, y una profunda división en la sociedad francesa entre colaboracionistas y resistentes.

El armisticio firmado el 22 de junio de 1940 puso fin a las hostilidades entre Francia y Alemania, pero también significó el inicio de un gobierno títere bajo supervisión nazi. Pétain, un héroe de la Primera Guerra Mundial, fue visto inicialmente como una figura de estabilidad, pero su régimen pronto mostró su verdadero rostro: un estado autoritario que abolió la Tercera República, persiguió a minorías y entregó a miles de judíos a los nazis. La propaganda de Vichy promovía valores tradicionalistas bajo el lema “Trabajo, Familia, Patria”, en contraste con los ideales republicanos de “Libertad, Igualdad, Fraternidad”. Este período sigue siendo un tema controvertido en Francia, donde el debate sobre la colaboración y la resistencia aún persiste en la memoria colectiva.

La Instauración del Régimen y la Figura de Philippe Pétain

Philippe Pétain, un venerado militar por su defensa en la Batalla de Verdún (1916), emergió como líder del régimen de Vichy tras la derrota francesa en 1940. Con el apoyo de sectores conservadores y parte de la élite política, Pétain obtuvo plenos poderes mediante una votación en la Asamblea Nacional el 10 de julio de 1940, disolviendo la democracia parlamentaria y estableciendo un estado autoritario. Su gobierno promovió una “Revolución Nacional”, que buscaba regenerar Francia mediante valores tradicionales, el rechazo al liberalismo y la condena de la “decadencia” que, según él, había llevado a la derrota. Sin embargo, esta retórica encubría una creciente colaboración con la Alemania nazi, que incluía la entrega de recursos económicos y humanos para el esfuerzo bélico alemán.

Pétain gobernó desde Vichy, una pequeña ciudad termal que se convirtió en la capital de la Francia no ocupada. Aunque inicialmente muchos franceses vieron en él a un protector frente a la ocupación nazi, pronto quedó claro que su régimen no era más que un títere de Hitler. Las políticas de Vichy incluían la censura de prensa, la prohibición de partidos políticos y sindicatos, y la creación de milicias represivas como la Milice, que perseguía a resistentes y judíos. Además, Pétain y su primer ministro, Pierre Laval, implementaron leyes antisemitas sin presión directa de los nazis, demostrando que el antisemitismo y el autoritarismo eran parte integral del régimen. Tras la liberación de Francia en 1944, Pétain fue juzgado por traición y condenado a muerte, aunque su pena fue conmutada por cadena perpetua debido a su avanzada edad y su pasado militar.

La Colaboración con la Alemania Nazi

El régimen de Vichy no solo aceptó la ocupación alemana, sino que colaboró activamente con el Tercer Reich en múltiples aspectos. Esta colaboración fue económica, política y militar. Francia proporcionó a Alemania alimentos, materias primas y mano de obra forzada a través del Servicio de Trabajo Obligatorio (STO), que envió a cientos de miles de franceses a trabajar en fábricas alemanas. Además, el gobierno de Vichy participó en la persecución de judíos, promulgando leyes raciales incluso antes de que los nazis lo exigieran. En 1942, las autoridades francesas colaboraron en la redada del Velódromo de Invierno (Rafle du Vélodrome d’Hiver), donde más de 13,000 judíos fueron arrestados y deportados a campos de exterminio.

La colaboración también se extendió al ámbito militar. Aunque Francia oficialmente había capitulado, algunas fuerzas coloniales bajo el mando de Vichy combatieron contra los aliados, como en la batalla de Mers-el-Kébir (1940), donde la marina británica atacó barcos franceses para evitar que cayeran en manos nazis. Además, el régimen permitió que Alemania usara bases en territorios franceses, como en Siria y el Líbano, contra los británicos. Sin embargo, a medida que la guerra avanzaba y la resistencia crecía, la legitimidad de Vichy se erosionó. Tras la invasión aliada del norte de África en 1942 (Operación Torch), Alemania ocupó toda Francia, reduciendo aún más la autonomía de Vichy y dejando claro que era un gobierno fantasma.

La Resistencia Francesa y la Caída del Régimen

Frente al colaboracionismo de Vichy, surgió un movimiento de resistencia cada vez más organizado, compuesto por grupos clandestinos como los maquis (guerrilleros rurales) y redes urbanas que realizaban sabotajes, espionaje y rescate de judíos. La resistencia fue diversa: incluía comunistas, gaullistas (seguidores del general Charles de Gaulle), republicanos españoles exiliados y civiles anónimos. De Gaulle, desde su exilio en Londres, se erigió como líder de la Francia Libre, negando la legitimidad de Vichy y llamando a la lucha contra la ocupación.

La resistencia ganó fuerza después de 1942, especialmente tras la invasión alemana de la zona libre, que demostró que Vichy ya no tenía poder real. En junio de 1944, el Desembarco de Normandía marcó el inicio de la liberación. París fue liberada en agosto por una combinación de fuerzas aliadas y partisanos franceses. El régimen de Vichy colapsó, sus líderes huyeron o fueron arrestados, y De Gaulle estableció un gobierno provisional. La posguerra estuvo marcada por los juicios por colaboración (Épuration légale), donde figuras como Laval fueron ejecutadas, mientras que Pétain murió en prisión en 1951.

Conclusión: El Legado Controvertido de Vichy

El régimen de Vichy dejó una herida profunda en la memoria francesa. Durante décadas, Francia evitó confrontar su pasado colaboracionista, atribuyendo las atrocidades a “un puñado de traidores”. Sin embargo, desde los años 70, historiadores como Robert Paxton demostraron que la colaboración fue sistémica. Hoy, Francia reconoce su responsabilidad en el Holocausto, pero el debate sobre Vichy sigue vivo, reflejando tensiones entre memoria histórica y identidad nacional.

Author

Rodrigo Ricardo

Apasionado por compartir conocimientos y ayudar a otros a aprender algo nuevo cada día.

Articulos relacionados