Henry Kissinger: biografía y citas

Publicado el 11 junio, 2021 por Rodrigo Ricardo

Kissinger como académico y asesor

Pocos estadistas del siglo XX despiertan tanto temor o ira como Henry Kissinger. Nacido en 1923 en Furth, Alemania, en el seno de una familia judía, Kissinger mostró una gran promesa académica desde el principio, pero sufrió acoso como minoría judía, y en 1938 su familia emigró a Nueva York para escapar del dominio nazi. Perdió a varios miembros de su familia en el Holocausto, incluidos sus abuelos maternos, y esto dejó una impresión imborrable en él.

Se matriculó en el City College de Nueva York para estudiar contabilidad, pero se marchó antes de graduarse para trabajar en contrainteligencia del ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Su exposición a la guerra despertó su interés por las ciencias políticas y completó su licenciatura en Harvard al regresar a casa. También obtuvo su doctorado en Harvard y luego enseñó allí desde 1954-1969. Se especializó en diplomacia y relaciones exteriores y su agudo intelecto lo llevó a servir como asesor de política exterior de los presidentes Kennedy y Johnson. Sin embargo, fue su nombramiento como Asesor de Seguridad Nacional y Secretario de Estado bajo el presidente Nixon y posteriormente bajo el presidente Ford lo que lo convirtió en una figura internacional.

Kissinger y Vietnam

Nixon y Kissinger heredaron una guerra impopular en Vietnam y el presidente Johnson ya había iniciado el retiro de tropas cuando asumieron el cargo. Nixon, paradójicamente, estaba decidido tanto a ganar la guerra como a mantener la retirada de tropas. Defendió la “paz con honor”, lo que significaba que buscaba una solución que dejara intacto el honor de Estados Unidos. En 1969, Kissinger inició negociaciones en París con el diplomático norvietnamita Le Doc Thu mientras libraba una guerra aérea cada vez mayor. Kissinger fue acusado a menudo de respaldar una filosofía de realpolitik , lo que significaba tomar decisiones basadas únicamente en cálculos geopolíticos en lugar de consecuencias morales.

Nixon y Kissinger temían que la victoria total fuera imposible, pero sintieron que podían asustar a Hanoi con generosos términos de paz. Su estrategia fue doble. Primero, trabajaron para entrenar al ejército de Vietnam del Sur, conocido como vietnamización , para que librara la guerra por su cuenta. En segundo lugar, querían asustar a Hanoi para que se sometiera a través de una ‘estrategia de loco’ mediante el bombardeo concentrado de Hanoi y el sendero Ho Chi Minh que atraviesa Camboya. En efecto, expandieron la guerra mientras también intentaban ponerle fin. El bombardeo ampliado solo enardeció el sentimiento público en casa, y aunque Kissinger consiguió un tratado de paz en mayo de 1973 conocido como los Acuerdos de Paz de París., otras 20.000 vidas estadounidenses se perdieron después de que Nixon asumió el cargo. Kissinger y Le Doc Thu recibieron conjuntamente el Premio Nobel de la Paz, aunque este último lo rechazó. La paz importó poco cuando Vietnam del Sur cayó en abril de 1975. La tragedia de la guerra fue cómo destrozó a la sociedad estadounidense. En años posteriores, Kissinger reflexionó sobre este punto: ‘Para mí, la tragedia de la guerra de Vietnam no fue que hubo desacuerdos, eso era inevitable, dada la complejidad del conflicto, sino que la fe de los estadounidenses en los demás se destruyó en el proceso.’

Kissinger y China

En julio de 1971, Nixon envió a Kissinger a China en una misión diplomática secreta para reunirse con el primer ministro Zhou Enlai y el presidente Mao Zedong, al que siguió un segundo viaje en octubre de 1971 para discutir el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Había mucho que ganar con esto. Estados Unidos estaba dispuesto a ganar un nuevo socio comercial importante, pero de manera más estratégica querían capitalizar la división chino-soviética y abrir una brecha entre China y la URSS. En resumen, fue económicamente beneficioso para Estados Unidos y abrió un segundo frente contra la Unión Soviética. El propio viaje de Nixon en febrero de 1972 culminó finalmente con el Comunicado de Shanghai, que fue un esfuerzo conjunto para trabajar hacia la “normalización” con China.


Kissinger en China con Mao Zedong
Kissinger en China

Kissinger y la Unión Soviética

Parte de este cambio de política se basaba en el concepto de distensión , que favorecía una postura menos confrontativa y más conciliadora hacia los regímenes comunistas. Además de China, esto se ilustra mejor en el enfoque de la Unión Soviética, que culminó en dos tratados de armas: el SALT I o ‘Tratados de limitación de armas estratégicas’, que limitó el número de misiles balísticos intercontinentales y el Tratado ABM.o Antiballistic Missile Systems, que impedía que ambas partes utilizaran sistemas de defensa estratégicos que apuntaban a misiles balísticos intercontinentales. Una cita de Kissinger ilustra estos principios: “Las superpotencias a menudo se comportan como dos ciegos fuertemente armados que se abren paso en una habitación, cada uno creyéndose en peligro mortal por el otro, a quien asume que tiene una visión perfecta”.

Kissinger también se convirtió en sinónimo de “diplomacia lanzadera” cuando realizó varios viajes de ida y vuelta al Medio Oriente para arbitrar la disputa árabe-israelí que siguió a la Guerra de Yom Kippur de 1973. Por último, cuando Nixon renunció después de Watergate, Kissinger continuó su papel bajo el presidente Ford. Su mayor contribución fue su papel en las negociaciones de los Acuerdos de Helsinki de abril de 1975, que fue un acuerdo de 35 naciones para relajar las restricciones a la inmigración, reconocer la integridad de las fronteras y resolver pacíficamente las disputas internacionales. Después de su vida en la Casa Blanca, Kissinger enseñó durante un tiempo en la Universidad de Georgetown, y hasta el momento de escribir este artículo en 2015 sigue activo como autor, pensador político y analista de políticas.


Kissinger en la foto con el presidente Ford
Kissinger y Ford

Resumen de la lección

Kissinger disfrutó de una larga y controvertida carrera en los círculos diplomáticos. Sus negociaciones en los Acuerdos de Paz de París vieron la retirada de las tropas estadounidenses de suelo vietnamita, aunque no detuvo oficialmente la guerra. Su voluntad de perseguir la distensión con la Unión Soviética, como se ilustra en los Tratados SALT I y ABM, suavizó las hostilidades y mostró las posibilidades de entendimiento mutuo. La apertura de canales diplomáticos con China, aunque en parte motivada como una estrategia de cuña contra la Unión Soviética, abrió una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y China. Por último, su ‘diplomacia lanzadera’ demostró su dedicación a la resolución de disputas de Oriente Medio y lo lejos que haría para asegurar una solución a la disputa árabe-israelí de larga data.

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