¿Por qué el punto de ebullición varía con la presión atmosférica?

Publicado el 7 junio, 2025 por Rodrigo Ricardo

El punto de ebullición es una propiedad física fundamental de las sustancias que define la temperatura a la cual un líquido se convierte en vapor. Sin embargo, este valor no es constante, sino que varía en función de la presión atmosférica. Comprender esta relación es esencial en disciplinas como la química, la física y la ingeniería, así como en aplicaciones cotidianas como la cocina o la industria alimentaria. En este artículo, exploraremos en profundidad los principios termodinámicos que explican por qué el punto de ebullición cambia con la presión, analizando conceptos clave como la energía cinética molecular, el equilibrio de fases y la ley de Clausius-Clapeyron. Además, veremos ejemplos prácticos que ilustran este fenómeno, desde las altas montañas hasta las ollas a presión.


¿Qué es el punto de ebullición y cómo se define?

El punto de ebullición de un líquido es la temperatura a la cual su presión de vapor iguala a la presión externa ejercida sobre su superficie, permitiendo que las moléculas escapen en forma de gas. A nivel del mar, donde la presión atmosférica es de aproximadamente 1 atmósfera (101.3 kPa), el agua hierve a 100 °C. Sin embargo, en altitudes elevadas, como en la cima del Monte Everest, donde la presión es significativamente menor, el agua hierve a una temperatura mucho más baja, alrededor de 70 °C.

Este fenómeno se debe a que, a menor presión, las moléculas del líquido requieren menos energía cinética para vencer las fuerzas intermoleculares y pasar a la fase gaseosa. Por el contrario, en ambientes de alta presión, como en una olla a presión, se necesita una temperatura mayor para alcanzar el punto de ebullición. Esta relación entre presión y temperatura puede modelarse matemáticamente mediante la ecuación de Clausius-Clapeyron, que establece una dependencia logarítmica entre ambas variables.


La presión atmosférica y su influencia en el equilibrio líquido-vapor

La presión atmosférica es la fuerza ejercida por el peso de la columna de aire sobre la superficie terrestre. A mayor altitud, la presión disminuye porque hay menos moléculas de aire ejerciendo fuerza hacia abajo. Este cambio afecta directamente el equilibrio entre las fases líquida y gaseosa de una sustancia.

Cuando un líquido se calienta, sus moléculas adquieren energía cinética y algunas logran escapar al estado gaseoso, creando una presión de vapor. En condiciones de equilibrio, esta presión de vapor iguala a la presión atmosférica, lo que define el punto de ebullición. Si la presión externa disminuye (como en zonas montañosas), el líquido requiere menos energía para que sus moléculas superen la presión ambiental, reduciendo así la temperatura de ebullición.

Un ejemplo claro es la cocción de alimentos en ciudades de gran altitud, donde el agua hierve a menor temperatura, prolongando el tiempo necesario para cocinar ciertos ingredientes. Por otro lado, en una olla a presión, el aumento artificial de la presión eleva el punto de ebullición del agua, permitiendo una cocción más rápida y eficiente.


Ley de Clausius-Clapeyron: La ecuación que explica la relación entre presión y ebullición

La ley de Clausius-Clapeyron es una herramienta fundamental en termodinámica para cuantificar cómo cambia el punto de ebullición con la presión. Esta ecuación se expresa como:

[{eq}\ln\left(\frac{P_2}{P_1}\right) = -\frac{\Delta H_{vap}}{R} \left(\frac{1}{T_2} – \frac{1}{T_1}\right){/eq}]

Donde:

  • ({eq}P_1{/eq}) y ({eq}P_2{/eq}) son las presiones de vapor a temperaturas ({eq}T_1{/eq}) y ({eq}T_2{/eq}) (en Kelvin).
  • ({eq}\Delta H_{vap}{/eq}) es el calor de vaporización del líquido.
  • (R) es la constante universal de los gases.

Esta ecuación muestra que, a mayor presión, se requiere una temperatura más alta para alcanzar el punto de ebullición. Por ejemplo, en una olla a presión que alcanza 2 atmósferas, el agua hierve a aproximadamente 120 °C, acelerando la cocción de los alimentos.


Aplicaciones prácticas: Desde la cocina hasta la industria

El conocimiento de cómo la presión afecta al punto de ebullición tiene numerosas aplicaciones prácticas. En la industria alimentaria, se utilizan autoclaves para esterilizar productos a altas presiones, eliminando microorganismos sin dañar los alimentos. En la aviación, los sistemas de cabina están presurizados para evitar que los líquidos corporales hiervan a bajas temperaturas en altitudes extremas.

Incluso en la química orgánica, los procesos de destilación se optimizan ajustando la presión para separar compuestos con puntos de ebullición cercanos. Sin duda, este principio físico-químico tiene un impacto significativo en múltiples áreas de la ciencia y la tecnología.


Conclusión

El punto de ebullición no es una propiedad fija, sino que depende directamente de la presión atmosférica. A menor presión, menor temperatura de ebullición, y viceversa. Este fenómeno, explicado por la termodinámica y modelado por la ecuación de Clausius-Clapeyron, tiene implicaciones cruciales en la vida cotidiana y en procesos industriales. Comprender esta relación permite optimizar técnicas culinarias, diseñar equipos de laboratorio y mejorar sistemas de ingeniería, demostrando una vez más cómo la física y la química rigen nuestro mundo.

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