¿Por qué se implementó la Constitución de 1833 en Chile?

Publicado el 29 noviembre, 2024 por Rodrigo Ricardo

Constitución de 1833 en Chile

La Constitución de 1833 fue uno de los documentos más importantes en la historia política de Chile, ya que sentó las bases del orden político y social del país durante gran parte del siglo XIX. Implementada el 8 de mayo de 1833, esta constitución reflejó un momento de consolidación tras los procesos de independencia, la guerra civil, y las luchas internas que marcaron los primeros años de la República.

Contexto histórico

A principios de la década de 1830, Chile atravesaba una situación de inestabilidad política después de la independencia, con un país marcado por profundas divisiones entre los liberales y conservadores. El período post-independencia estuvo caracterizado por conflictos internos, en particular entre los federalistas, que abogaban por un sistema descentralizado, y los unitarios, que buscaban un gobierno central fuerte. Esta división se profundizó con las disputas por el control del poder político, lo que resultó en varios enfrentamientos civiles.

En 1829, el general Francisco Antonio Pinto, líder de los conservadores, había asumido el gobierno con el apoyo de una coalición centralista. En ese momento, el país estaba experimentando un desorden político y social producto de la falta de una constitución estable que definiera el funcionamiento del Estado.

El rol de Diego Portales

Un personaje clave en la implementación de la Constitución de 1833 fue Diego Portales, ministro y figura central del gobierno de José Joaquín Prieto, quien asumió la presidencia tras la victoria de los conservadores en la guerra civil de 1829. Portales fue un firme defensor de un sistema político autoritario y centralista, donde el poder estuviera concentrado en una presidencia fuerte que pudiera evitar las luchas internas y consolidar el orden social.

Portales fue uno de los principales promotores de la Constitución de 1833, al considerar que Chile necesitaba un marco legal que estabilizara políticamente al país, garantizara el control de los conservadores sobre las instituciones, y proporcionara un gobierno que protegiera los intereses de la oligarquía. Bajo su influencia, se promovió la creación de una constitución que favoreciera la centralización del poder, limitara el poder de las provincias y garantizará la perpetuación de un sistema político controlado por la élite conservadora.

Objetivos de la Constitución de 1833

La Constitución de 1833 tenía como principales objetivos:

  1. Consolidar la estabilidad política: Después de una serie de conflictos civiles y luchas internas, el país necesitaba un marco constitucional que proporcionara una estructura política estable. La constitución fue diseñada para garantizar el control del poder central y evitar que se desataran más enfrentamientos.
  2. Centralización del poder: A diferencia de las constituciones anteriores, la de 1833 otorgaba un poder fuerte al Ejecutivo, encabezado por el presidente, con amplias facultades. Esta centralización reflejaba los ideales conservadores y la desconfianza hacia un sistema federal que pudiera fragmentar aún más el país.
  3. Consolidación de la oligarquía: La constitución también estuvo orientada a consolidar el poder de los terratenientes y la élite conservadora. Esto se vio reflejado en la configuración de los sistemas de votación y en la forma en que el Senado y la Cámara de Diputados estaban estructurados, con la participación de pocos sectores de la población.
  4. Evitar la inestabilidad social: La constitución buscaba que el país evitara la inestabilidad política, al brindar al Ejecutivo las herramientas necesarias para enfrentar desafíos internos y garantizar el orden social. Para lograrlo, la constitución reforzaba la autoridad presidencial y limitaba la participación popular en la política.

Características principales de la Constitución de 1833

La Constitución de 1833 establecía un gobierno unitario y centralista con un presidente elegido cada 5 años, aunque con una facultad para extender su mandato en caso de necesidad. También creó un Senado vitalicio, compuesto por miembros de la élite conservadora, lo que garantizaba que las políticas públicas no estuvieran sujetos a cambios bruscos por parte de los sectores populares. Además, limitó el sufragio, restringiendo el derecho al voto a los hombres propietarios, lo que excluía a la mayoría de la población.

Impacto y consecuencias

La implementación de la Constitución de 1833 permitió a Chile experimentar un largo período de estabilidad política, que duró hasta la década de 1860, y que se conoce como el “régimen portaliano” debido a la figura influyente de Diego Portales en su creación. Durante este tiempo, el país consolidó su independencia, y se dio inicio a una serie de reformas que promovieron el desarrollo económico y la modernización de la infraestructura.

Sin embargo, la Constitución de 1833 también fue un instrumento que limitó la participación política de las clases populares y consolidó el poder de los sectores conservadores. El sufragio limitado y el control del poder por la élite generaron descontento, especialmente entre los sectores liberales, que promovieron reformas a lo largo de los años. En este contexto, la guerra civil de 1851 y la reforma constitucional de 1925 marcaron momentos importantes en la transformación política del país.

Conclusión

La Constitución de 1833 fue implementada en Chile como una respuesta a la inestabilidad política y social que azotaba al país tras la independencia. Su principal objetivo fue consolidar el poder central y garantizar la estabilidad a través de un sistema político conservador y autoritario. Aunque proporcionó un largo período de orden, también marcó la exclusión de amplios sectores de la población de la vida política, lo que generó tensiones a lo largo del tiempo. Así, la Constitución de 1833 se mantuvo vigente hasta la reforma de 1925, que modernizó el sistema político de Chile.

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