Principales problemas, cuestiones y tendencias que enfrentan las cárceles en la actualidad
Principales problemas penitenciarios
Superpoblación. Actividad de pandillas. Cuidado de la salud. Cuidado de la salud mental. Racismo. Agresiones. Privatización. Estos son solo algunos de los principales problemas, cuestiones y tendencias que enfrentan las cárceles en la actualidad.
Muchos estadounidenses creen que nuestro sistema penitenciario no funciona, mientras que otros creen que el sistema se está moviendo en la dirección correcta. Echemos un vistazo más de cerca a tres de los asuntos penitenciarios más debatidos: el hacinamiento en las cárceles, los reclusos con enfermedades mentales y las cárceles privadas.
Hacinamiento en las cárceles
Estados Unidos tiene la población carcelaria más grande del mundo, con casi 2,3 millones de personas que viven actualmente tras las rejas. Tenemos medio millón de prisioneros más que China, aunque China tiene más de cuatro veces nuestra población total.
¿Por qué es esto? La Gran Depresión provocó un aumento de la delincuencia y el inicio de la crisis de hacinamiento en las cárceles de nuestra nación. Muchos de estos delitos se clasificaron como delitos de supervivencia , lo que significa que fueron delitos cometidos para cumplir con un estándar de vida básico, como robar comida o proporcionar información fraudulenta para conseguir un trabajo. Los reclusos estaban apiñados en celdas originalmente construidas para una sola persona.
En la década de 1970, las condiciones empeoraron. Esto marcó la guerra contra las drogas del presidente Nixon . Aumentó el tamaño y la presencia de agencias de control de drogas y autorizó acciones agresivas de aplicación de la ley, como sentencias obligatorias y órdenes de registro sin golpes.
La Guerra contra las Drogas fue seguida por otras leyes de “endurecimiento con el crimen”, como las leyes de tres strikes . Estas leyes se hicieron populares en la década de 1990 y ordenan sentencias obligatorias de prisión perpetua para los infractores condenados por tres delitos graves.
Como resultado de estas medidas, Estados Unidos experimentó un aumento del 500% en la población de reclusos entre 1970 y 1999. Nuestras cárceles se llenaron peligrosamente y algunos reclusos comenzaron a contraatacar.
Por ejemplo, los presos de California presentaron múltiples demandas y organizaron una larga huelga de hambre para protestar por el hacinamiento. La población carcelaria de California había crecido hasta casi el doble de su capacidad diseñada. En 2011, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que California estaba violando los derechos constitucionales de los reclusos al poner en peligro su salud y seguridad. California recibió la orden de reducir su población carcelaria en decenas de miles de reclusos en dos años, pero luego se le otorgó una extensión de dos años.
Gran parte del hacinamiento de California se ha atribuido a las duras leyes de drogas y su ley de tres strikes. Por ejemplo, 9.000 delincuentes están cumpliendo cadenas perpetuas debido a tres huelgas, incluidos muchos cuya tercera condena no fue un delito grave o violento. El tercer ataque de una persona fue intentar robar un par de guantes de trabajo de un Home Depot.
Los ciudadanos de California están haciendo su parte para aliviar el hacinamiento. Primero, aprobaron la Proposición 36, que restringió el uso de la ley de los tres strikes para delitos no violentos. Luego, más recientemente, aprobaron la Proposición 47. Esta medida rebaja muchos delitos no violentos, como hurto en tiendas y posesión de drogas, a delitos menores. Juntas, estas propuestas resultarán en la liberación de miles de prisioneros y decenas de miles menos de condenas por delitos graves cada año.
Reclusos con enfermedades mentales
A continuación, veamos el creciente problema del cuidado de los reclusos con enfermedades mentales . Esto incluye una amplia gama de afecciones de salud mental, como trastornos que afectan el estado de ánimo, el pensamiento o el comportamiento. Algunas condiciones comunes incluyen depresión, trastornos de ansiedad, esquizofrenia y trastorno bipolar.
Una investigación reciente de la Oficina de Estadísticas Judiciales muestra que más de la mitad de todos los presos tienen problemas de salud mental. De hecho, alrededor de 1,25 millones de presos padecen enfermedades mentales. Esto es más de cuatro veces el número de 1998.
Los estudios muestran que las personas con enfermedades mentales tienen de dos a cuatro veces más probabilidades de terminar en prisión. Muchos expertos coinciden en que se pueden evitar innumerables encarcelamientos mediante un tratamiento adecuado de salud mental.
Por ejemplo, los estudios muestran que la mayoría de los presos con enfermedades mentales son encarcelados por delitos menores prevenibles. Muchos de estos delitos están relacionados con la falta de vivienda o la falta de tratamiento y recursos básicos. Muchos son condenados por delitos de supervivencia.
Pero es difícil brindar la atención adecuada a los enfermos mentales, cuando se han recortado más de $ 4 mil millones en fondos para servicios de salud mental de los presupuestos estatales. Muchos centros de tratamiento han tenido que rechazar a los pacientes y los hospitales han tenido que reducir los servicios. Un estudio mostró que hay más personas con enfermedades mentales graves en las prisiones y cárceles que en los hospitales.
Un problema es que las personas con enfermedades mentales suelen pasar más tiempo en la cárcel. Estas personas a menudo esperan el juicio y la sentencia tras las rejas en lugar de ser liberadas bajo fianza o enviadas a hospitales o centros de tratamiento. Esta práctica pone en marcha un ciclo preocupante.
Los estudios de la Oficina de Estadísticas de Justicia muestran que la mayoría de los reclusos con enfermedades mentales no reciben el tratamiento adecuado mientras están encarcelados. Por lo tanto, aunque originalmente estaban allí por delitos menores, a menudo experimentan dificultades de comportamiento mientras están encarcelados y no pueden cumplir con los criterios necesarios para su liberación.
Sin embargo, el tratamiento de salud mental para los presos podría ahorrar dinero. Por ejemplo, al estado de Michigan le cuesta un promedio de más de $ 34,000 albergar a un solo recluso durante un año. A Michigan le cuesta entre $ 2,000 y aproximadamente $ 9,000 por año brindar servicios de salud mental a esa misma persona fuera de los muros de la prisión. Por estas razones, muchos expertos en salud mental abogan por un mayor uso de la libertad condicional y otras alternativas al encarcelamiento.
Prisiones privadas
Por último, veamos la creciente tendencia a la privatización de las cárceles. Debido a los continuos problemas de hacinamiento, hemos visto un marcado aumento en la construcción de prisiones. Las cárceles estadounidenses duplicaron su capacidad en el último cuarto del siglo XX. Solo entre 1990 y 1995 se construyeron más de 200 nuevas cárceles.
Muchas de estas prisiones más nuevas son prisiones privadas . Las cárceles privadas son instalaciones correccionales diseñadas, financiadas, construidas y administradas por empresas privadas. El gobierno contrata a una empresa privada para construir y administrar la prisión, por lo general con la esperanza de que la prisión privada sea más asequible, innovadora, eficiente y moderna.
Es una alternativa popular. A finales de 2010, aproximadamente el 5% de los reclusos de las prisiones estatales y el 12% de los reclusos de las prisiones federales estaban alojados en prisiones privadas. El número de cárceles de gestión privada creció en 1.600% entre 1990 y 2010.
Pero esta práctica no está exenta de controversia. Muchos expertos creen que las empresas privadas tienen un incentivo financiero para poner a la gente y mantener a la gente tras las rejas. De hecho, al menos un estudio mostró el uso de cuotas de bloqueo . Estos son contratos intercambiados entre empresas privadas de prisiones y gobiernos que garantizan las tasas de ocupación de las cárceles o garantizan que los contribuyentes pagarán por las camas vacías.
Además, al igual que otras empresas privadas, las cárceles privadas tienen interés en operar con el menor presupuesto posible para obtener las mayores ganancias. En algunos casos, esto ha dado lugar a salarios bajos, personal insuficiente, trabajadores sin experiencia y malas condiciones carcelarias.
Por ejemplo, la empresa de prisiones privadas más grande de Estados Unidos perdió recientemente su contrato para operar un centro para menores en Mississippi. El Departamento de Justicia investigó la instalación, que albergaba a jóvenes de 13 a 22 años, y reportó ‘prácticas sistémicas, atroces y peligrosas’. Un juez federal dictaminó que la empresa privada había permitido ‘un pozo negro de actos inconstitucionales e inhumanos’.
Resumen de la lección
Revisemos. Hay muchos problemas, cuestiones y tendencias a las que se enfrentan las cárceles en la actualidad. Primero, nuestra nación enfrenta el hacinamiento en las cárceles. El hacinamiento se produjo como resultado de varios factores, incluido el aumento de los crímenes de supervivencia durante la Gran Depresión , que son crímenes cometidos para alcanzar un nivel de vida básico. El hacinamiento continuó después de que la Guerra contra las Drogas aumentó el tamaño y la presencia de agencias de control de drogas y autorizó acciones policiales agresivas, como sentencias obligatorias y órdenes de registro sin golpes. El hacinamiento también continuó después de que tres leyes de huelga ordenaran sentencias de prisión perpetua obligatoria para los infractores condenados por tres delitos graves.
Luego, tenemos un problema con el cuidado de los presos con enfermedades mentales. Tenga en cuenta que la enfermedad mental incluye una amplia gama de afecciones de salud mental, como trastornos que afectan el estado de ánimo, el pensamiento o el comportamiento. Más de la mitad de todos los presos tienen problemas de salud mental y el número está aumentando.
Por último, analizamos la privatización de las cárceles. Las cárceles privadas son instalaciones correccionales diseñadas, financiadas, construidas y administradas por empresas privadas. Son una opción popular, que aumentó en 1.600% entre 1990 y 2010. Pero algunas empresas podrían usar cuotas de encierro , que son contratos intercambiados entre empresas privadas de prisiones y gobiernos que garantizan las tasas de ocupación de las prisiones o garantizan que los contribuyentes pagarán por las camas vacías.
Los resultados del aprendizaje
Después de ver el video, intente recordar cómo:
- Comprender que existen problemas importantes a los que se enfrentan las cárceles modernas.
- Considere cómo el hacinamiento se ha convertido en un problema grave
- Analizar el impacto de los reclusos con enfermedades mentales
- Explicar qué son las cárceles privadas y cómo afectan el encarcelamiento.
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