¿Qué fue la guerra Ruso-Japonesa (1904-1905)?

Publicado el 28 noviembre, 2024 por Rodrigo Ricardo

Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905)

La Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) fue un conflicto militar crucial en la historia de Asia y de las relaciones internacionales de principios del siglo XX. La guerra enfrentó al Imperio Ruso contra el Imperio Japonés y tuvo como principal escenario las regiones de Manchuria y Corea, que eran objetos de disputa imperialista. Este conflicto no solo marcó el ascenso de Japón como una potencia mundial, sino que también alteró el equilibrio de poder en Asia y fue un preámbulo para los cambios políticos y sociales que se avecinaban en Rusia. A continuación, se detallan los aspectos más importantes de la Guerra Ruso-Japonesa, sus causas, desarrollo y consecuencias.

Causas del Conflicto

El conflicto entre Rusia y Japón se originó principalmente por la competencia imperialista en Asia Oriental. Ambas potencias tenían intereses en la región, particularmente en Manchuria y Corea. En el siglo XIX y principios del XX, las grandes potencias europeas y Estados Unidos estaban en una constante lucha por expandir su influencia en Asia, y Japón no era la excepción.

  1. Intereses en Manchuria y Corea: Rusia había extendido su influencia en Manchuria, una región rica en recursos naturales, y estaba interesada en establecer un control sobre la península de Corea, que estaba estratégicamente ubicada. Por su parte, Japón también tenía ambiciones en Corea y Manchuria, buscando asegurar su propia seguridad y expansión territorial. La tensión aumentó cuando Rusia comenzó a construir una línea de ferrocarril en Manchuria y a fortificar Port Arthur, un puerto en el sur de Manchuria, lo que Japón interpretó como una amenaza directa a sus intereses en la región.
  2. La política expansionista de Japón: Japón, que en las décadas anteriores había experimentado una rápida modernización durante la Restauración Meiji, se sentía cada vez más seguro de su poder y deseaba expandir su influencia en Asia. La victoria de Japón sobre China en la Guerra Sino-Japonesa (1894-1895) había consolidado su posición en la región, y ahora su objetivo era frenar la expansión de Rusia.
  3. El desacuerdo diplomático: Japón trató de resolver la disputa de manera diplomática con Rusia, pidiendo la retirada de las tropas rusas de Manchuria y el reconocimiento de la soberanía japonesa sobre Corea. Sin embargo, las negociaciones fueron infructuosas. Japón, sintiéndose amenazado y convencido de que la diplomacia no resolvería el conflicto, decidió recurrir a la fuerza militar.

El Estallido de la Guerra

El 8 de febrero de 1904, Japón lanzó un ataque sorpresa contra la flota rusa del Pacífico en el puerto de Port Arthur, en Manchuria, lo que marcó el comienzo de la guerra. Japón sabía que su ventaja en este conflicto radicaba en la rapidez y la sorpresa, ya que Rusia tenía un extenso territorio y dificultades logísticas para mantener un ejército en el Lejano Oriente. La decisión de atacar antes de que Rusia pudiera reforzar sus posiciones resultó ser crucial para el desarrollo de la guerra.

Desarrollo de la Guerra

  1. La batalla naval en el mar de Japón: La guerra comenzó con una serie de enfrentamientos navales, en los que la flota japonesa logró infligir importantes derrotas a la armada rusa. Uno de los episodios más significativos fue la batalla de Port Arthur, donde la flota japonesa desmanteló la flota rusa en una serie de ataques exitosos. Japón, que había modernizado su armada durante las últimas décadas, demostró una notable superioridad naval.
  2. La campaña terrestre en Manchuria: A pesar de su victoria inicial en el mar, Rusia continuó resistiendo en tierra. Las fuerzas japonesas, bajo el mando del general Oyama Iwao, lanzaron una serie de ofensivas en Manchuria, donde las batallas más importantes tuvieron lugar en lugares como Mukden (febrero-marzo de 1905) y Liaoyang (1904). Las tropas rusas, comandadas por el general Aleksandr Kuropatkin, tuvieron problemas para coordinar sus esfuerzos debido a las vastas distancias y la falta de refuerzos.
  3. La lucha en Port Arthur: Durante meses, las fuerzas japonesas sitiaron la fortaleza rusa de Port Arthur, en la costa sur de Manchuria. El sitio fue uno de los más largos y sangrientos de la guerra, y terminó con la rendición rusa el 2 de enero de 1905. La caída de Port Arthur representó una de las grandes victorias de Japón en la guerra.
  4. La intervención de la flota rusa del Báltico: Después de las derrotas en el Pacífico, Rusia intentó reforzar su flota en el Lejano Oriente enviando la flota del Báltico a través de África y Asia. Sin embargo, el largo viaje dejó a la flota rusa exhausta, y cuando finalmente llegó al Mar de Japón en mayo de 1905, fue destruida en la batalla del mar de Tsushima. Esta derrota significó la destrucción casi total de la armada rusa en la región.

Consecuencias de la Guerra

La Guerra Ruso-Japonesa tuvo profundas repercusiones tanto para Rusia como para Japón y para el orden mundial de la época.

  1. Ascenso de Japón como potencia mundial: La victoria japonesa fue un hito en la historia, ya que Japón se consolidó como la primera potencia asiática moderna en derrotar a una nación europea. Este triunfo rompió con la noción de que las potencias occidentales eran invencibles en Asia y marcó el comienzo de la expansión imperialista japonesa en la región. Japón se mostró como una nación capaz de competir con las grandes potencias del mundo y ganó el respeto de las naciones occidentales.
  2. Revueltas y descontento en Rusia: La derrota rusa tuvo consecuencias internas dramáticas. La humillante derrota en el Lejano Oriente fue uno de los factores que alimentaron las tensiones sociales y políticas dentro de Rusia, lo que condujo a una serie de revueltas y disturbios. En 1905, estalló la Revolución Rusa de 1905, un levantamiento popular que puso en jaque al gobierno imperial del zar Nicolás II. Si bien el zar pudo sofocar la rebelión, las reformas limitadas que introdujo (como la creación de una duma, o parlamento ruso) no lograron apaciguar por completo el descontento popular.
  3. Tratado de Portsmouth: La guerra terminó oficialmente con la firma del Tratado de Portsmouth en 1905, mediado por el presidente estadounidense Theodore Roosevelt. Japón obtuvo importantes concesiones territoriales, incluida la península de Liaodong, Port Arthur, Dalian y la soberanía sobre Corea. Aunque Rusia conservó parte de su territorio, la victoria japonesa fue clara y significativa, consolidando la presencia de Japón en Manchuria y Corea.
  4. Impacto en la política internacional: La Guerra Ruso-Japonesa también tuvo un impacto en el equilibrio de poder en Asia y Europa. Japón emergió como una potencia imperial, mientras que Rusia perdió influencia en el Lejano Oriente. La guerra alteró la percepción internacional de los poderes coloniales, mostrando que un país asiático podía desafiar exitosamente a una nación europea.

Conclusión

La Guerra Ruso-Japonesa fue un conflicto decisivo que cambió el curso de la historia de Asia y del mundo. Japón, a través de una combinación de modernización militar y estratégica, logró derrotar a una de las grandes potencias de la época. Esto no solo consolidó su ascenso como potencia mundial, sino que también envió un fuerte mensaje sobre el poder emergente de Asia en la política global. Para Rusia, la derrota supuso una humillación internacional y un catalizador para los disturbios internos que desestabilizaron al régimen zarista en los años siguientes. En conjunto, la guerra marcó un antes y un después en la dinámica de las relaciones internacionales y en la historia de ambos países.

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