Resumen de El origen del hombre de Charles Darwin

Publicado el 9 noviembre, 2024 por Rodrigo Ricardo

El descenso del hombre : Introducción

En El origen del hombre , Charles Darwin amplía sus teorías de la selección natural, que articuló por primera vez en El origen de las especies . Darwin escribió este libro para explorar los siguientes tres conceptos: si el hombre descendió de una forma preexistente, la forma de ese desarrollo y la importancia de la variación racial entre las especies del hombre.

Darwin admite que algunas de las ideas de The Descent of Man han sido exploradas por otras figuras, como Boucher de Perthes, Sir Charles Lyell, Sir John Lubbock y Henry Huxley. Sin embargo, a diferencia de estos otros escritores, el propósito de Darwin no es simplemente delinear las similitudes y diferencias entre el hombre y los simios; es explicar el origen de tales similitudes y diferencias, así como su impacto en el proceso de selección sexual.

Capítulos uno a cuatro

En los capítulos uno a cuatro, Darwin comienza examinando la similitud ‘notoria’ entre el esqueleto humano y los esqueletos de los primates, así como la similitud entre el cerebro humano y los cerebros de otros primates. También analiza los comportamientos compartidos del hombre y los monos y la fácil transmisibilidad de la infección entre los dos. Algunas de las similitudes que señala son: la forma de reproducción, la dependencia de la descendencia, la estructura de los tejidos, el vello corporal y la correlación entre la memoria y el sentido del olfato. Darwin argumenta que el vínculo entre el hombre y el mono es evidente y que solo el prejuicio y el orgullo impiden que los humanos reconozcan este vínculo.

Luego analiza la variación individual entre los humanos. Por ejemplo, explica cómo los humanos se diferencian en la cara, la altura, la forma del cráneo, los dientes, las arterias, la estructura muscular y los órganos internos. Explica que las prácticas de reproducción humana dan cuenta de estas variaciones, así como del uso y desuso de ciertas partes del cuerpo.

Darwin afirma que las facultades mentales del hombre y de los mamíferos superiores no son fundamentalmente diferentes. Apoya esta afirmación citando los instintos cognitivos compartidos del hombre y el simio, incluidas las capacidades de aprendizaje compartidas. Por ejemplo, afirma que los simios son naturalmente curiosos, suspicaces y juguetones, como los humanos, y que ellos también necesitan estimulación.

Darwin afirma que las personas son reacias a reconocer las facultades mentales de los animales superiores, pero insiste en que la observación cuidadosa de los comportamientos animales, como la fabricación de herramientas, revela fácilmente la inteligencia animal. Darwin observa una diferencia significativa entre el hombre y los animales inferiores: la conciencia. Aquí responde a los desafíos de Immanuel Kant y otros filósofos morales, quienes han tratado de explicar cómo el hombre llegó a desarrollar un sentido moral. Si bien Darwin está de acuerdo en que el sentido moral distingue al hombre de otras bestias, argumenta que la conciencia no es más que un rasgo evolucionado.

Capítulos cinco a siete

En los capítulos cinco a siete, Darwin esboza sus teorías sobre el desarrollo de los comportamientos sociales habituales. Argumenta que los humanos, como los animales, desean los elogios de sus compañeros, y esto probablemente contribuyó al desarrollo de rasgos cooperativos. También explica la civilización en términos de su función evolutiva.

Según Darwin, todas las sociedades civilizadas surgieron de las bárbaras. Darwin enumera las similitudes entre el hombre y los animales inferiores para desafiar el argumento de que el hombre fue creado especialmente por Dios. Además, Darwin desafía la clasificación naturalista del mundo en las categorías de humano, animal y planta. Para Darwin, las diferencias entre especies no son lo suficientemente fijas como para justificar tales clasificaciones.

Darwin explica los orígenes de la distinción racial y el valor de tales distinciones. Explica que los naturalistas han justificado las distinciones raciales al observar las diferencias entre las razas con respecto al hábitat, las características físicas, la inteligencia y el perfil emocional. Desafía esta justificación, explicando que las similitudes superan en número a las diferencias. También cuestiona la justificación al señalar que los individuos varían dentro de un grupo racial y que son capaces de cruzarse.

Capítulos Ocho a Dieciocho

Los capítulos ocho a dieciocho exploran los principios de la selección sexual y las características sexuales secundarias en las clases inferiores del reino animal, así como de insectos, peces, anfibios, aves y mamíferos. La teoría principal de Darwin con respecto a la selección sexual es que existe una competencia inevitable entre los machos por las hembras dentro de una especie. Esta rivalidad se debe, en parte, a que los machos alcanzan la edad reproductiva antes que las hembras. Aquellos machos que triunfan sobre los demás y se emparejan antes son generalmente los más ansiosos. Darwin observa que las mujeres, que son más tímidas que los hombres, tienen el poder de elegir.

Capítulos diecinueve a veinte

Los capítulos diecinueve al veinte exploran las diferencias sexuales en el hombre, que son, según Darwin, mayores que en la mayoría de las especies de primates. Aquí, Darwin argumenta que la competencia por las pretendientes femeninas aún prevalece entre los ‘salvajes’. Desde su perspectiva, esto se debe a la inferioridad natural del sexo femenino tanto en fuerza física como en resistencia. (Por lo tanto, las hembras no pelean por los machos porque no son tan valientes y perseverantes como sus contrapartes masculinas. Darwin también discute la importancia de la apariencia física para el hombre. Estima que la selección de parejas ha sido un determinante crucial tanto en el aspecto racial como en el masculino). diferencias sexuales dentro de la especie.

Resumen de la lección

Para repasar, El origen del hombre de Darwin amplía las ideas que el autor introdujo por primera vez en El origen de las especies . Darwin argumenta que el hombre es esencialmente una bestia y que, a pesar de sus cualidades más nobles, no se puede escapar de su ‘origen humilde’. En este libro, Darwin aborda la forma de desarrollo del hombre a partir de una forma preexistente y el significado de las variaciones raciales.

Articulos relacionados