¿Qué es la ecolocalización? – Definición y ejemplos

Entendiendo la ecolocalización

Imagina que eres un miembro de la tripulación a bordo de un submarino. Crees que hay un submarino enemigo en el área y quieres localizarlo. Un pulso de ondas sonoras se envía desde su submarino. Estas ondas de sonido rebotan en los objetos en el agua y le devuelven el eco. Las computadoras pueden calcular qué tan lejos está su objetivo usando la velocidad del sonido en el agua y el tiempo que tarda el sonido en regresar al submarino.

¿Sabías que esta tecnología se desarrolló realmente a partir del estudio de los murciélagos? Los murciélagos también usan ondas sonoras para determinar la ubicación de los objetos. A esto lo llamamos ecolocalización o sonar. La diferencia es que los murciélagos no necesitan una computadora para resolver las ecuaciones. Son capaces de procesar la información con la misma facilidad que nosotros podemos entender lo que vemos u oímos.

Los murciélagos no son los únicos animales que utilizan la ecolocalización. También lo utilizan ballenas, delfines, musarañas y algunas aves. A medida que continuamos con nuestra lección, hablaremos de la ecolocalización, ya que se usa para localizar presas , como navegación y como medio de comunicación .

Localización de presas

Una forma en que los animales utilizan la ecolocalización es encontrar comida. Los murciélagos usan la ecolocalización para ayudarlos a encontrar insectos en la oscuridad. Los delfines usan la ecolocalización para concentrarse en los peces que intentan atrapar. Los cachalotes y las orcas pueden incluso producir ondas de sonido lo suficientemente fuertes como para aturdir a sus presas, lo que facilita la comida.

El proceso de ecolocalización es similar para todos los animales que lo usan, pero usemos murciélagos para discutir la localización de presas con más detalle. Los murciélagos no pueden ver bien a sus presas en la oscuridad, por lo que envían ondas sonoras que les devuelven el eco. Quizás te preguntes por qué no escuchas a los murciélagos usando la ecolocalización cuando vuelan alrededor de tu casa por la noche atrapando insectos. Esto se debe a que los sonidos que utilizan para la ecolocalización tienen un tono tan alto que están fuera del alcance del oído humano.

No podemos escuchar el ruido, pero los murciélagos pueden encontrar y atrapar insectos tan pequeños como un mosquito usando esta técnica. Los murciélagos escuchan los ecos para determinar el tamaño y la ubicación de un objeto. Los objetos más grandes devuelven un eco poderoso. Los objetos más pequeños devuelven una versión más débil del sonido. También saben que el objeto está ubicado en la dirección de la que regresa el sonido.

Los murciélagos también pueden determinar en qué dirección se mueve un objeto. Al comparar el tono del sonido original con el tono del eco, pueden determinar si el objeto se está acercando o alejando. Un objeto que se aleja del murciélago devuelve un eco con un tono más bajo, y un objeto que se mueve hacia el murciélago devuelve un eco con un tono más alto. Esto se conoce como efecto Doppler . Puedes imaginar un insecto chillando mientras se dirige hacia su destino, o produciendo una risa profunda mientras se aleja de un murciélago.

Navegación

Los animales también utilizan la ecolocalización para la navegación. En otras palabras, les ayuda a orientarse. Un buen ejemplo de esto son los salanganos de las cuevas y los guácharos, que son las únicas aves que utilizan la ecolocalización. Cuando estas aves vuelan a una cueva para posarse, se vuelve demasiado oscuro para que puedan ver. En cambio, emiten un zumbido que les permite usar la ecolocalización para encontrar su camino sin volar hacia las paredes de la cueva.

Los murciélagos también usan la ecolocalización para evitar toparse con objetos. Los delfines y las ballenas utilizan la ecolocalización para orientarse por los océanos. Incluso es posible que los humanos utilicen la ecolocalización. No es una habilidad humana normal, pero algunas personas ciegas han aprendido a usar la ecolocalización para navegar por su entorno.

Comunicación

Algunos tipos de ballenas, como las jorobadas, tienen otro uso para la ecolocalización. Lo utilizan como forma de comunicación. Si lo piensas, tiene sentido. Usamos ondas sonoras para producir el habla; ¿Por qué una ballena no usaría ondas sonoras para comunicarse? Se comunican con las mismas ondas sonoras que se utilizan para la ecolocalización debido a la distancia que este tipo de onda sonora puede viajar bajo el agua.

Resumen de la lección

La ecolocalización , o sonar, es el uso de ondas sonoras para determinar la ubicación de los objetos. Muchos animales tienen esta habilidad, incluidos murciélagos, ballenas, delfines, musarañas y algunas aves. Estos animales envían ondas sonoras que les devuelven un eco para localizar a sus presas y para navegar. Debido a la distancia que las ondas sonoras utilizadas para la ecolocalización pueden viajar bajo el agua, algunas ballenas incluso la utilizan como forma de comunicación.

La dirección del eco le dice al animal dónde se encuentra un objeto. Cuanto más grande sea el objeto en el que rebota el sonido, más potente será el eco. Esto permite que el animal determine el tamaño del objeto. El animal también puede saber si el objeto se mueve hacia ellos o se aleja de ellos comparando el tono del sonido original con el tono del eco. El efecto Doppler hace que los objetos que se mueven hacia el animal regresen a un tono más alto y los objetos que se alejan del animal regresen a un tono más bajo.