Espiritualidad y salud mental: uso de la oración y la meditación para tratar las enfermedades mentales

Publicado el 15 noviembre, 2020 por Rodrigo Ricardo

Religión y anomalías

Imagina que eres psicólogo y Andy viene a verte. Se siente deprimido y muy ansioso. Tiene problemas para dormir y cada vez que intenta salir de casa se asusta demasiado. Como resultado, termina quedándose en casa durante días y días. ¿Que esta pasando? ¿Cómo se puede tratar la depresión y la ansiedad de Andy y llevarlo a un lugar donde pueda funcionar normalmente y tener una vida feliz?

La psicología anormal es el estudio de pensamientos, comportamientos y sentimientos anormales. Más específicamente, la psicología anormal está interesada en la mejor forma de tratar las enfermedades mentales. Hay muchas formas de tratar a Andy y a personas como él. Algunos profesionales de la salud mental ven las drogas como el mejor tratamiento para la ansiedad o la depresión. Algunos creen que hablar sobre el pasado de Andy e interpretar sus sueños lo ayudarán a sanar. Muchos creen en una combinación de farmacoterapia y psicoterapia. Veamos más de cerca un enfoque particular para el tratamiento de la enfermedad mental: tratamientos religiosos o espirituales.

Historia

Históricamente, la religión y la salud mental no siempre han coincidido. A partir del mundo antiguo, muchas enfermedades mentales se consideraban un problema religioso; las personas con enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar eran tratadas como si estuvieran poseídas por demonios. Se daban exorcismos y otros ritos religiosos para tratar de curar a la persona de la enfermedad librándola de los demonios dentro de ella.

Con el paso de los siglos, la iglesia se convirtió en el principal proveedor de servicios para los enfermos mentales. Los asilos mentales estaban dirigidos principalmente por iglesias. En parte, esto se debió a la creencia de que la enfermedad mental representaba una debilidad espiritual, como una posesión demoníaca, y en parte debido al ministerio de alcance de la iglesia.

Pero luego, en la segunda mitad del siglo XIX, nuevos movimientos tanto en psiquiatría como en psicoanálisis llevaron a la opinión de que la religión y la enfermedad mental debían separarse entre sí. Esto se prolongó hasta el siglo XX, donde a los proveedores de salud mental se les enseñó a ver la religión con escepticismo y mantener la fe fuera de la terapia. Pero recientemente, las cosas han comenzado a cambiar nuevamente a medida que el papel que puede desempeñar la religión en el tratamiento de las enfermedades mentales se vuelve cada vez más claro.

Tratamientos religiosos

La terapia religiosa no es tan diferente de la terapia tradicional en muchos aspectos. Por lo general, involucra a una sola persona o un grupo que habla con un psicólogo. El psicólogo puede ofrecer ideas o herramientas para ayudar al paciente a resolver sus problemas.

Pero la terapia religiosa también tiene sus raíces en las creencias religiosas del paciente. Por ejemplo, si Andy es un cristiano devoto, su terapeuta podría ofrecerle apoyo a través de métodos de terapia tradicional y también a través de medios cristianos, como oraciones o devocionales. Incluso tener un terapeuta que reafirme sus creencias diciéndole que Jesús le dará fuerza para superar la ansiedad y la depresión puede hacer una gran diferencia para alguien como Andy.

De hecho, los estudios han demostrado que las personas que son muy religiosas obtienen mayores beneficios cuando ven terapeutas que son de la misma religión que ellos. Esto puede tener que ver con el tratamiento, o puede ser porque se sienten más cómodos abriéndose a alguien que es como ellos.

Meditación

Los beneficios del tratamiento centrado en las creencias religiosas pueden ser muy útiles. Pero incluso si alguien no cree en un poder superior, aún puede beneficiarse de algunas prácticas espirituales, como la meditación. La meditación, que requiere que una persona se concentre en el momento presente, a menudo incluye técnicas de respiración. Las emociones tienen consecuencias fisiológicas; cuando una persona está enojada, su presión arterial puede aumentar, y cuando está ansiosa, su frecuencia cardíaca puede aumentar. Las técnicas de meditación y respiración ayudan a regular la respuesta fisiológica del cuerpo y, por lo tanto, pueden ayudar con ciertos problemas de salud mental.

Volvamos a Andy por un momento. Se siente muy ansioso. Siempre que intenta salir de su casa, su corazón se acelera y su respiración se vuelve superficial. Siente que podría sufrir un infarto y morir. Pero imagina si Andy pudiera cerrar los ojos y respirar profundamente unas cuantas veces. En lugar de concentrarse en lo que podría sucederle si sale de su casa, centra su atención en su respiración. A medida que su respiración se hace más profunda, su ritmo cardíaco disminuye. Sus músculos comienzan a relajarse.

A medida que el cuerpo de Andy comienza a relajarse, su tensión mental también desaparece lentamente. Incluso si Andy no era religioso, la tradición espiritual de la meditación podría ayudarlo a combatir su ansiedad. La meditación también tiene beneficios a largo plazo. A través de la respiración profunda y la relajación, los químicos en el cerebro cambian, y Andy podría encontrar que su depresión es menos severa después de haber estado meditando regularmente durante varias semanas.

Resumen de la lección

La psicología anormal es el estudio de pensamientos, sentimientos y acciones anormales. Ha habido una historia larga y complicada de enfermedades mentales y religión, pero recientemente los profesionales de la salud mental han llegado a comprender el importante papel que la religión y la espiritualidad pueden desempeñar en el tratamiento de los trastornos psicológicos. Además de la terapia basada en la fe, la meditación ofrece una herramienta espiritual no religiosa que cualquiera puede usar para ayudar a combatir los efectos de algunas enfermedades mentales, como la ansiedad o la depresión.

Los resultados del aprendizaje

Al completar esta lección, debería poder:

  • Resumir la relación histórica entre la enfermedad mental y la religión.
  • Explicar las posibles razones por las que la terapia basada en la fe puede ser eficaz.
  • Describir cómo la meditación puede ser beneficiosa para las personas con enfermedades mentales.

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