Efectos de la Revolución Francesa: lección para niños

Publicado el 18 noviembre, 2020 por Rodrigo Ricardo

Un viaje lleno de baches

Imagínese que llega a la escuela una mañana y no hay maestros ni director ni ningún adulto que le diga qué hacer. Les preguntas a tus amigos qué pasó y ellos dicen que ha habido una revolución , es decir, una toma del gobierno, y todos los que estaban a cargo ya no están a cargo. Suena genial (¡no más deberes!) Hasta que te das cuenta de que no hay nadie en la cafetería para servir el almuerzo, ni conductores de autobús que te lleven a casa.

Las revoluciones han tenido lugar a lo largo de la historia y siempre cambian la estructura de la sociedad, a veces de manera espectacular. La Revolución Francesa fue un ejemplo famoso de una sociedad totalmente transformada.


Pintura glorificando la Revolución Francesa
Pintura revolucionaria

Reyes y sacerdotes

Como muchas revoluciones, la Revolución Francesa comenzó porque la gente ya no quería que su rey y sus líderes los empujaran más. La gente común francesa pensaba que tanto la nobleza como el clero , es decir, los señores de alta cuna y los representantes de la Iglesia, tenían demasiado poder y controlaban la vida de todos los demás. Escribieron un documento llamado Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, que presentaba las demandas de los revolucionarios franceses y sus planes para cambiar Francia.


Cuadro que representa la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
Pintura de Declaración

Uno de los primeros grandes cambios fue sobre la Iglesia Católica. Los revolucionarios franceses declararon que se quitarían las tierras de la Iglesia, que se prohibirían determinadas órdenes religiosas y que todos los sacerdotes tendrían que prestar juramento al nuevo gobierno.

Esta revolución supuso un cambio tan grande que el rey francés intentó huir en 1791, pero se le impidió salir de Francia y se le mantuvo bajo vigilancia.

No más reyes

Con el rey bajo control, la revolución de Francia podría avanzar. Algunos franceses creían que necesitaban extender su revolución al resto de Europa para mantener el fuego encendido. Esto llevó a una guerra con Austria, que a su vez hizo que la sociedad francesa se desmoronara aún más rápido. Para 1793, Francia había decidido que iban a realizar cambios muy serios en su país, incluido el asesinato del rey para poder tener un gobierno sin reyes ni gobernantes supremos. Esta fue solo la primera de muchas ejecuciones que se extendieron rápidamente por Francia.


Cuadro de la muerte del Rey
Pintura de ejecución

El terror

En este punto, diferentes personas querían el control de Francia y querían diferentes políticas. Con tanto desacuerdo, los revolucionarios gobernantes crearon una oficina gubernamental llamada Comité de Seguridad Pública. Su trabajo consistía en buscar y destruir a cualquiera que se creyera enemigo de la revolución y que apoyara el antiguo orden del rey o de la iglesia. Esto llevó a que muchas personas fueran nombradas, a menudo injustamente, y ejecutadas utilizando la famosa máquina de guillotina.

El período en el que el Comité de Seguridad Pública buscó enemigos percibidos se recuerda como “El Terror”. Además de las personas encarceladas y ejecutadas, los revolucionarios franceses también realizaron cambios importantes en la vida cotidiana en Francia. Se cambió el calendario, un nuevo papel moneda reemplazó a las monedas de metal, e incluso se instituyó el culto a un dios llamado Ser Supremo.

Fin de la revolución

Los líderes revolucionarios habían perdido el control de Francia. Los nuevos gobiernos sufrieron por la corrupción y la falta de apoyo público. Para 1799, Francia estaba tan desesperada por un nuevo liderazgo que un general llamado Napoleón Bonaparte regresó de luchar en Italia como un héroe y derrocó al gobierno revolucionario. Napoleón gobernaría Francia hasta su derrota en 1815.

Resumen de la lección

La Revolución Francesa resultó en grandes cambios radicales en todas las partes del país. Comenzaron echando a los nobles y al clero para que la gente común pudiera gobernar, pero los revolucionarios franceses pronto sufrieron la sospecha y la guerra. Los revolucionarios ejecutaron al rey y a muchos enemigos, y luego ellos mismos fueron expulsados ​​por Napoleón Bonaparte.

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